Jair Bolsonaro es acusado de conspirar para envenenar al presidente de Brasil. La investigación involucra a Fernando Cerimedo, asesor de la campaña libertaria.
Javier Milei con Jair Bolsonaro.
El informe de la Policía Federal (PF) de Brasil sobre el intento de golpe con triple magnicidio que iba a perpetrarse en diciembre de 2022 para evitar la tercera asunción de Luiz Inácio Lula Da Silva dejó a Jair Bolsonaro a tiro de un grave procesamiento. Además, incluye un dato que importa en Argentina: el escándalo involucra a un asesor de Javier Milei.
La investigación concluye que el expresidente tenía "pleno conocimiento" del complot, que contempla los preparativos para envenenar a Lula da Silva antes de la toma de posesión, así como para matar al vice, Geraldo Alckmin, y al juez de la alta corte Alexandre de Moraes.
Junto a Bolsonaro serían procesadas otras 36 personas, entre ellas, generales del Ejército y ex altos funcionarios de su gobierno.
En medio de esos nombres se destaca el del especialista en marketing digital Fernando Cerimedo, dueño de La Derecha Diario y quien fuera asesor y tuviera destacada participación en la campaña que llevó a Javier Milei al poder: se lo vincula con la presunta desacreditación calumniosa del sistema electoral y con la falsa denuncia de fraude.
Entre los "seis núcleos" de actuación contra la democracia que identificó la PF en ese vasto operativo golpista, Cerimedo se habría desempeñado –señala la acusación– en el de "desinformación y ataques al sistema electoral", señalado por los complotados, sin prueba alguna, como fraguado en favor de la izquierda.
La difusión de esa fake news le valió a Bolsonaro la prohibición de presentarse a los próximos comicios presidenciales, lo que equivale a una proscripción judicial hasta 2030.
Cerimedo siempre denunció una "persecución política" en su contra por parte del STF, una suerte de "embestida personal". Según dijo tiempo atrás en declaraciones a una radio argentina, nunca habló –como asesor del bolsonarismo– propiamente de "fraude", sino de "anomalías" del sistema.
Su actuación, sugerente sobre lo que se ve hoy en términos de comunicación paleolibertaria en las redes sociales, deberá ser ahora aclarada en serio ante la Justicia brasileña. Será allí donde tendrá la oportunidad de demostrar la inocencia que proclama.