El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, tiene 57 años, es profesor de Historia y fue intendente del Departamento de Canelones. Milita en el Movimiento de Participación Popular (MPP, ex-Tupamaros) y, como tal, recoge el respaldo activo de Pepe Mujica.
El dirigente, que gobernará el país vecino por los próximos cinco años después de imponerse en el ballotage celebrado este domingo sobre el oficialista Álvaro Delgado, se define como un hombre "de izquierda", pero plantea que esta corriente debe ser "moderna" y dialoguista, es decir moderada.
Causó una polémica dentro del FA al señalar que el chavismo es hoy "una dictadura" y, fuera de él, con la definición de que "en el mundo debe haber pocas cosas tan parecidas como un argentino y un uruguayo (…). Los uruguayos somos argentinos sin la intensidad". La derecha se indignó.
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Los desafíos del Uruguay de Yamandú Orsi
Por debajo de la superficie de los estilos personales que se enfrentaron en las urnas, los números macro y las pujas de modelos, las personas buscan vivir mejor.
El poder adquisitivo de los salarios es un problema en un país caro en dólares y el desempleo, si bien se ha reducido recientemente, sigue ubicado por encima del 8%.
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Yamandú Orsi, presidente electo de Uruguay.
Asimismo, el generoso sistema tributario oriental, que atrae tanto a argentinos como Marcos Galperin y Susana Giménez, es crecientemente visto como injusto y limitante de inversiones sociales necesarias, especialmente para reducir más velozmente la pobreza y mejorar el acceso a la vivienda.
Todas estas cuestiones son abordadas por el programa de gobierno de Orsi, de tono progresista y tendiente al eje del cambio en relación con lo hecho por el saliente Luis Lacalle Pou.
La inseguridad, una preocupación en alza
En otro orden, la seguridad se ha deteriorado en el país en los últimos años de la mano de la expansión de mafias vinculadas al narcotráfico, lo que ha alejado a Uruguay de la imagen bucólica que tradicionalmente se le ha atribuido.
La tasa de homicidios en el país hermano empeoró en un tercio en una década y el año pasado cerró en 11,2 cada 100.000 habitantes. El 55% de los asesinatos se concentra en Montevideo, lo que empeora la percepción social y mediática del fenómeno.
Como comparación, en 2023, esa tasa en Argentina fue de 4,4% cada 100 mil habitantes…
Según una encuesta realizada en junio por Cifra, la inseguridad es el principal problema del país, señalado nada menos que por el 47% de los consultados.