LA POSTA DEL CONGRESO

Javier Milei se quedó sin aliados para ajustar

El doble juego del PRO que amenaza el veto a las universidades. Destino incierto para el Presupuesto. El Senado, sin rumbo, mientras Villarruel se va de gira.

Era de manual: ni bien Javier Milei empezó a bajar en las encuestas, más difícil comenzó a resultarle sostener aliados en el Congreso. A los condicionamientos de la UCR y de los outsiders, se sumó la guerra fría con Mauricio Macri por la elección de 2025, que amenaza con cerrar ambos recintos.

La ley de leyes empezará a tratarse el martes en la comisión que preside el diputado José Luis Espert, con la presencia de los secretarios Carlos Guberman (Hacienda) y Pablo Quirno (Finanzas). El ministro de Economía, Toto Caputo, no quiere ir: le tiene fobia al debate legislativo.

Las reformas penales impulsadas por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, -la única funcionaria que negocia leyes- avanzan a paso lento y su par de Desregulación, Federico Sturzenegger, sigue sin enviar su prometida “ley de hojarascas”.

Victoria Villarruel está divorciada del Gobierno y armó su propia gira internacional. El Senado es un barco a la deriva, sin referentes externos capaces de ordenarlo y nadie sabe cuándo se podrá volver a abrir el recinto. Sólo hay un compromiso de autoridades de bloque de seguir el debate del Presupuesto en Diputados para luego no pedir modificaciones, como pasó con la ley ómnibus.

Javier Milei vs. universidades

En el PRO nunca estuvieron convencidos de sostener el veto a la ley de presupuesto universitario que 34 de sus 38 miembros rechazaron cuando se votó en la madrugada del 15 de agosto.

Hace quince días, en la Casa Rosada, el exministro de Educación Alejandro Finocchiaro, advirtió a los funcionarios del Gobierno que debían evitar la marcha del último miércoles, replicada en las principales plazas del país. Como contó Letra P, afloraron varios reparos en acompañar esa decisión en la primera reunión de ambos bloques amarillos del Congreso.

Esta semana quedó a la vista un doble juego de Mauricio Macri, a quien no parece interesarle que el veto a la ley de presupuesto universitario se caiga en el Congreso, pero se cuida de no ser acusado de artífice de una derrota libertaria.

Bullrich, Cúneo Libarona y Francos
Patricia Bullrich y Mariano Cúneo Libarona, en el Congreso.

Patricia Bullrich y Mariano Cúneo Libarona, en el Congreso.

El Presidente y su hermana Karina Milei no aceptan excusas: si Macri no se expresa públicamente a favor del veto, como hizo con la reforma previsional, lo harán responsable de una deserción mayor en su bloque, que hasta este fin de semana era una posibilidad.

El encargado de atacar al exmandatario fue Guillermo Francos, el más anti-PRO del Gobierno. Este lunes prevé recibir a la comitiva del bloque de Diputados y pedirá explicaciones.

La semana pasada, la reunión no terminó bien: el jefe de esa bancada, Cristian Ritondo, recriminó las acusaciones de Bullrich contra Macri por la negociación del código de ordenamiento urbano de la Ciudad. Lisandro Catalán, el segundo de Francos, están a cargo del encuentro y no supo qué responder.

La ministra de Seguridad también trabajó para romper al PRO en la Legislatura bonaerense y llevar un grupo con La Libertad Avanza. En el Congreso, por ahora, no tiene capacidad de daño.

Votos amarillos

La disputa por el presupuesto universitario, en verdad, pone en escena a los actores que tiene el nuevo escenario político, con Milei queriendo revalidar su liderazgo. Para el Gobierno, además de formar parte de una disciplina fiscal, el veto es una arista de su batalla contra la casta política y el “marxismo cultural” que, a su entender, domina las casas de altos estudios.

Los aliados que tuvo La Libertad Avanza este año no creen que ganen algo en esa contienda. “La universidad es un enemigo de mierda: todos tienen a alguien que cursó o que va a cursar en una facultad. Y hasta las que menos alumnos reciben mueven la economía de la zona y le dan prestigio”, trató de explicarle Finocchiaro a Catalán.

El exministro de Educación se comprometió a juntar los votos de su bloque para sostener el veto, pero aún no tiene buenas noticias. Sólo garantiza que más de la mitad del PRO ratificará su decisión contra la ley. Un grupo de resiste y reclama una certeza sobre la salida del conflicto salarial.

“El Gobierno dice que la respuesta está en el Presupuesto 2025, cuando en realidad la ley es para definir los gastos de funcionamiento y salarios de este año”, recriminan los macristas que amenazan con dejar su banca vacía. Un caso es el de la rosarina Germana Figueroa Casas, contadora, docente universitaria y experta en temas presupuestarios.

Los nuevos rebeldes PRO ya encontraron una excusa para cambiar de posición: cuando el proyecto se votó en agosto, aún no existía el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) que determinó un costo fiscal de 0,14% del PBI por esta ley.

Cuánta plata se necesita

El dinero que está en juego con el veto es menor a la suma que calculó el OPC, porque hubo aportes que el Gobierno ya hizo a las universidades. Además, la ley se restringe a este año. “La reforma previsional escalaba a mediano plazo a un costo de 1,2% del PBI y podía llegar a 2%. Acá es mucho menos y estamos en un conflicto nacional”, le explicó una diputada del PRO a Macri, en un diálogo telefónico el jueves por la mañana.

El expresidente deja crecer la rebelión y se para en el medio. Maneja cerca de treinta miembros del bloque PRO y el puñado restante aún conserva fidelidad a Bullrich o a Horacio Rodríguez Larreta, ubicados en veredas opuestas, cómo siempre.

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La diputada Germana Figueroa Casas, del PRO, a cargo de la discusión del Presupuesto.

La diputada Germana Figueroa Casas, del PRO, a cargo de la discusión del Presupuesto.

Si Macri se inclina para uno u otro lado, será etiquetado para siempre. Por eso deja hacer. Ante el bloque del Senado fue ambiguo: ratificó su compromiso con la educación pública, pero también respaldó reforzar las auditorías. “No nos bajamos de la bandera del cambio”, aclaró.

Quedó muy lejos aquel Macri que aborrecía el ajedrez político. Sabe que, como muchos libertarios caídos en desgracia, quedó atrapado en la interna liberal, pero en su caso confía en salir por arriba.

A Macri lo respeta Milei, quien envió a Santiago Caputo a ablandarlo. Lo aborrece Karina Milei, que juega con Bullrich para amedrentarlo. El Jefe deja correr ofertas ofensivas para una alianza electoral con el PRO en 2025: una es que sólo tenga los últimos lugares de las listas legislativas de las provincias.

La definición del PRO sobre el veto a la reforma universitaria llegará el martes en una reunión de bloque, con Macri al teléfono. Si hay menos de 34 aliados, para Milei será una traición.

Las cuentas violetas

Para llegar a 86 votos, un tercio del recinto y lo necesario para sostener un veto, las cuentas libertarias suman a los cinco radicales violetas, que no anunciaron su posición.

Tres piden argumentos a la Casa Rosada para votar a favor: Luis Picat, Mariano Campero y Federico Tournier. Mientras que Martín Arjol y Pablo Cervi evalúan ausentarse. Habrá una cumbre del quinteto el lunes, tal vez con Bullrich en contacto.

Martín Menem los suma adentro al igual que a los partidos provinciales de Misiones, Río Negro y San Juan. Con estos últimos, su esperanza se basa en haber logrado que la ley de boleta única de papel (BUP) no tenga la opción de votar lista completa y en posibles ayudas que tendrá el Presupuesto.

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Carlos Guberman, Ezequiel  Atauche (LLA) y Víctor Zimmermann (UCR).

Carlos Guberman, Ezequiel Atauche (LLA) y Víctor Zimmermann (UCR).

Ser aliado libertario es una tarea ingrata: la ley de leyes tiene más ayuda económica a gobiernos peronistas, como el de La Rioja, que a los de Entre Ríos y Chubut. De todos modos, si se caen votos del PRO, Milei deberá promulgar la ley de financiamiento universitario. Para evitarlo, irá a la justicia y dirá que no tiene plata.

Partidas que van y vienen

La amenaza judicial del Presidente le dio marco al debate del Presupuesto 2025, en el que la oposición, de todos los colores políticos, aceptó el desafío libertario de hacer cuentas y mover partidas de un lugar a otro, sin alterar el superávit fiscal.

Con esa premisa, ya hay borradores para subir las jubilaciones, aumentar el presupuesto universitario, abastecer las cajas previsionales de las provincias y recuperar la obra pública. Nicolas Massot, de Encuentro Federal, preparó un documento extenso. Milei se prepara para discutir sobre las proyecciones de gastos e ingresos. Por caso, dice que si se quitan excepciones fiscales, se recaudará menos por la baja actividad.

Es una posición dogmática y excede la aritmética en la que tan cómodo se siente. El Presidente asegura que, además de un devoto de la escuela austriaca, es experto en crecimiento con y sin dinero: es su oportunidad de demostrarlo. No será la de Toto Caputo, que se niega a ir al Congreso a explicar el proyecto. El bloque Encuentro Federal anunció que si el ministro de Economía no va, no habrá dictamen.

Villarruel hace la suya

La pelea por las universidades y el Presupuesto se dará mientras Villarruel recorra Europa con agenda propia, un hecho inédito en la historia democrática.

Es habitual que haya roces entre vices y jefes de Estado Nunca se había dado un desafío como donde Villarruel, quien se mostrará casi como una presidenta sustituta fronteras afuera.

Toto Caputo y Victoria Villarruel
Toto Caputo y Victoria Villarruel en el Congreso, para la presentación del Presupuesto.

Toto Caputo y Victoria Villarruel en el Congreso, para la presentación del Presupuesto.

Mientras tanto, en el Senado no hay planes de sesionar, porque nadie puede juntar las piezas, después del rechazo al DNU de la SIDE. Caputo dice controlar a los outsiders; Francos, a los partidos provinciales; y Villarruel tiene trato cotidiano con los radicales. El jefe del oficialismo, Ezequiel Atauche, habla con Karina Milei, pero sólo para recibir órdenes.

Villarruel hace la suya. Después de cruzarse con la canciller Diana Mondino por los vuelos a las Islas Malvinas, participará de la conferencia de la ONU sobre víctimas del terrorismo y visitará el Senado de España. Es parte de su agenda revisionista que incluye llevar tras las rejas a la agrupación Montoneros.

La vicepresidenta tendrá un almuerzo en Madrid con empresarios argentinos y españoles. Luego irá al Vaticano, donde será recibida el lunes 14 por el Papa Francisco, quien hace sólo dos semanas cargó duro contra la gestión de Milei.

Curiosidades del destino: a Jorge Bergoglio se le asigna haber sido cercano en los setenta a la línea de la derecha peronista Guardia de Hierro, liderada por Alejandro “Gallego” Álvarez, padre de su homónimo y actual secretario de políticas universitarias del Gobierno. Era la antítesis de los Montoneros. Todo tiene que ver con todo.

Nicolás Massot, de Encuentro Federal, uno de los protagonistas del debate del presupuesto.
veto a universidades: los cinco radicales violetas tendran una cumbre decisiva y podrian dividirse

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