La interna que atraviesa el peronismo por la guerra fría entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof derrama inevitablemente en las provincias y en los distritos, donde en muchos casos las relaciones están estalladas. En La Plata, Octava sección electoral que este año pone en juego seis bancas en Diputados, el intendente Julio Alak busca neutralizar esa disputa, siendo fiel al gobernador aunque sin cortar su histórico diálogo con La Jefa.
Esta sección electoral tiene la particularidad de alambrar únicamente a la capital provincial, de modo que lo que sucede en otras regiones donde hay varios caciques territoriales identificados con una u otra parte puede exponer mucho más la interna que en La Plata. No obstante, la tarea de Alak no es sencilla y eso tiene varias explicaciones.
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Julio Alak y Axel Kicillof.
Alak es el defensor número uno del gobernador Kicillof. Pero no es lo mismo que cualquier otro de los intendentes que lo respaldan y lo empujan a la aventura 2027: Alak habla con Cristina. No es algo de lo que pueda jactarse otro jefe comunal kicillofista. Sus primeros 16 años como intendente, haber sido ministro de Justicia de la expresidenta y ser el rostro de la unidad 2023 para devolverle al peronismo la capital bonaerense lo para en otra cancha.
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A Alak no le explota la interna, entre otras cosas, porque mantiene los puentes con Cristina y porque dice, cada vez que puede, que la única manera que existe de que el peronismo retenga la ciudad -y gane la sección- es con todo el peronismo unido y con la oposición dividida. Es decir, como hace dos años.
Entonces, ¿cómo se posicionaría Alak ante el desdoblamiento que le pide la tropa kicillofista al gobernador, que detonaría las relaciones con el otro sector? El alakismo sostiene la tesis de que si no se separan las elecciones probablemente la discusión nacional se lleve puesto lo que, en un debate provincial y local, le permitiría posicionar mejor a los candidatos propios a Diputados y al Concejo Deliberante. No obstante, entiende que lo que debe prevalecer es la unidad. Sin eso, no hay victoria posible a la vista.
Alak en modo jefe del peronismo seccional
Sostener el esquema actual no sólo le daría potencia política a Alak, sino que sería esencial para retener las tres bancas que tiene el peronismo en la Legislatura bonaerense, e incluso ir por alguna más (hay seis escaños en disputa). Reforzaría además el Concejo Deliberante, que también controla.
El alakismo entiende que respetó los acuerdos 2023 con los otros sectores del peronismo en el armado de las listas y en la conformación de su gabinete, pero que este año debería tener la potestad de influir más que hace dos años, cuando el único nombre de los propios que entró al Concejo fue Marcelo Galland, en el quinto lugar de la lista (preside el cuerpo). Piensan que cuando un intendente peronista conduce, el resto tiene que acompañarlo.
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Por eso en su gabinete y en su órbita política nadie se arroga la atribución de hablar en su nombre. Alak es Alak, habla él, conduce él y acuerda él. No admite que nadie se lance a una eventual carrera por la sucesión, que se adelanten discusiones ni que alguien se siente a negociar con otros sectores.
La cara de CFK en la Octava
El cristinismo en la Octava sección está representado en la figura de Florencia Saintout, línea directa con Máximo Kirchner e histórica defensora de la expresidenta. Desde 2021 es miembro del gabinete de Kicillof -preside el Instituto Cultural- tras el acuerdo de La Cámpora y otros espacios del peronismo para integrar el Ejecutivo.
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CFK y Florencia Saintout.
En el marco de la interna, Saintout nunca hizo un desplante en el gabinete, aunque tampoco especuló cuando hubo que defender la candidatura de CFK a la presidencia del Partido Justicialista (PJ), mientras el kicillofismo demoraba su posición. El vínculo en tanto gestión en el gabinete se mantiene aceitado y con predisposición de ambos sectores, el cristinismo se siente parte de esa estructura y tiene la orden de Kirchner de hacer todo lo mejor para que a Kicillof le vaya bien.
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La dificultad para el sector que defiende a CFK en la Octava se dará si finalmente Kicillof decide desdoblar las elecciones. Esa definición terminaría de romper lo que ya está roto y el destino de sus funcionarios y la militancia es incierto, porque dependerá de lo que resuelva la cúpula. Eso también corre para los representantes del cristinismo en el gabinete y en el Concejo de La Plata, con quienes no hay mayores tensiones, aunque cada cual responda naturalmente a su jefe.
No obstante, en esta tropa no desconocen el diálogo que Alak mantiene con CFK. Lo respetan. Pero creen que el intendente, ante el escenario electoral, deberá definir si apoya al gobernador o a la expresidenta, que en el encuentro del PJ bonaerense en Moreno dejó algo bien en claro: no hay que desdoblar, debe haber elecciones concurrentes.
La administración del poder de Julio Alak
Alak llevó adelante durante su primer año de gestión en La Plata la tarea de articular a todos los sectores del peronismo y que respeten su liderazgo. Además de lo mencionado sobre La Cámpora, en su gabinete conviven el espacio del exintendente Pablo Bruera y otras expresiones, entre ellas la de Victoria Tolosa Paz.
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Victoria Tolosa Paz en un acto junto a axel Kicillof y Julio Alak.
Como contó Letra P, la exministra de Desarrollo Social pasó de desafiar a Kicillof para competir en una interna a ser una de las operadoras más activas en el armado territorial del gobernador. Tiene una relación sin retorno con CFK, trabaja en el proyecto de Kicillof y responde sin fisuras a la conducción de Alak.
Esa tropa reconoce el liderazgo del intendente en el peronismo local/seccional. Como trabaja para Kicillof, también está a favor del desdoblamiento electoral aunque insiste con el proceso de unidad que pretende Alak.
La influencia de la interna en el futuro electoral de la Octava
Ante ese propósito de mantener la cohesión peronista y que nada se rompa más allá de lo que ya está roto, es que nadie en la Octava habla de candidaturas para este año. No hay figuras ni apellidos que empiecen a sonar sin saldar la discusión madre.
El peronismo arriesgará sus tres bancas en Diputados, hoy representadas en Ariel Archanco (La Cámpora y presidente del PJ local), Lucía Iáñez (cercana a Alak) y Juan Malpeli (Frente Renovador). Es imposible aventurar lo que pasará este 2025, en base a la posibilidad de reeditar o no un acuerdo de todas las partes del peronismo, o bien imaginar un escenario mucho más complejo, con sus vertientes desintegradas y sin demasiadas chances de mantener el poder. Mientras tanto, Alak intenta pisar la interna entre el gobernador y la expresidenta.