El entusiasmo por una alianza se expande entre la tropa amarilla con peluca. Tiempista, Macri busca oxigenar su partido y aguijonea a Milei.
Cristian Ritondo y Diego Santilli.
El sector del PRO que busca con mayor celeridad confluir en un acuerdo electoral con La Libertad Avanza en Buenos Aires se entusiasma en estas horas con la posibilidad de que Las Fuerzas del Cielo baje la guardia y se abra a aquella posibilidad, tras el escándalo que envuelve al Presidente con la estafa cripto.
La dirigencia amarilla encolumnada detrás del tándem Cristian Ritondo - Diego Santilli espera que Karina Milei y su entorno se muestren más permeables a una convergencia electoral con la conducción partidaria en suelo bonaerense, que viene pidiendo conformar un frente electoral que tenga la fuerza suficiente para derrotar al kirchnerismo este año.
Aunque haya un sector más prudente que otro para firmar la alianza, con matices y un pedido de bases y condiciones, todo el ecosistema PRO está atravesado por un hilo conductor: para ganar la provincia de Buenos Aires hay que ir con LLA. Lo saben Mauricio Macri y Jorge Macri, algo distantes de llegar al acuerdo a como dé lugar; y también lo piensan los más jugados, como los diputados mencionados y el intendente Guillermo Montenegro, jugados en la estrategia de la alianza aunque ponga al partido amarillo al borde de la extinción.
Conscientes de que LLA estira la decisión sobre un eventual acuerdo para desgastar al partido que fundó Macri, varios dirigentes del PRO se mostraron bastante más optimistas en las últimas horas. Entienden que habrá que esperar el alcance judicial que pueda tener el hecho protagonizado por Milei, para ver en qué parte de la cancha quedan parados.
Hay quienes consideran que la defensa automática al Presidente que ejercieron Santilli, Ritondo, Montenegro y el diputado Martín Yeza, entre otros, fue apresurada y que hay que esperar para ver hasta dónde llega la onda expansiva de la bomba que explotó el viernes a la noche. Esa tropa entiende que en los próximos días el Gobierno bajará un poco la guardia en relación al posible acuerdo con el PRO.
Otra parte del PRO bonaerense cree que será un buen termómetro saber lo que sucederá en CABA con la decisión del jefe de Gobierno de adelantar las elecciones sin ningún pacto electoral con LLA. Una vez superada esa instancia, tal vez sí sea momento de acordar en la Nación y en Buenos Aires. Es una tropa que no se inmola por el Gobierno, que ve en los tiempistas una virtud y que maneja la tesis de no tirar los fuegos artificiales al mediodía. Prefiere esperar.
El silencio que mantuvo este martes Mauricio Macri cuando llegó a Santa fe y le preguntaron sobre la posibilidad de llevar a Milei a juicio político encendió una luz de alerta en el PRO, que esperará para medir cuánto impacta en la opinión pública el escándalo: si al Gobierno le entran o no las balas. Si Milei se debilita, las acciones del PRO subirán y las condiciones de negociación serán más favorables para el partido del ingeniero.
Hay que mirar el comunicado que emitió el PRO para leer entrelíneas algo que Macri repite desde que retomó la presidencia del partido y reafirmó en una conferencia de prensa este martes. El Libragate puso en jaque “la responsabilidad del entorno que rodea a la figura presidencial”. Para el líder, la culpa siempre es del entorno, nunca del Presidente.
En el PRO reconocen que los pases por goteo a LLA son la estrategia que adoptó el Gobierno y lo que más le conviene para robustecer su armado bonaerense en la Legislatura y los concejos deliberantes, pero también entienden que eso no sería tan grave si se tratara de un acuerdo puertas adentro del partido, para poner ciertas condiciones y negociar mejor los tratos locales, por ejemplo con el desdoblamiento de las elecciones que piden los jefes territoriales.
Mientras tanto, LLA sigue propiciando los fichajes individuales para generar una sangría en el PRO y debilitarlo como espacio político. Con un partido firme y algunos líderes que cambien de camiseta, los hermanos Milei se aseguran no negociar mitad y mitad con su socio, sino que harán bajar las acciones amarillas conforme pasen las semanas y se acerque el momento de cerrar las listas de postulantes.
A pesar de las diferencias políticas en relación al acuerdo con LLA, mucho de lo que se habló este lunes en la previa y después de la reunión que el PRO bonaerense tuvo en la sede nacional del partido, fue bajo la tesis de no correrse un centímetro en la idea de converger.