Tras un día de negociaciones, se cayó la sesión en el Senado. Reclamos de la oposición y de intendentes de La Cámpora. Madrugada de bronca y desconcierto.
Entrada la madrugada de este viernes y agotados los tiempos reglamentarios de espera, se cayó la sesión del Senado bonaerense, que esperaba que la Cámara de Diputados saliera de la nebulosa en la que entró por la fuerte interna que atraviesa el peronismo, las modificaciones al Presupuesto solicitadas por la oposición y la postura del gobierno de Axel Kicillof.
Todas las negociaciones sobre ese proyecto y la Ley Fiscal Impositiva se llevaron adelante en Diputados -que empezó a sesionar a las 23.57 del jueves-, donde ingresaron los textos que, una vez aprobados, debían pasar al Senado. Recién comenzado el viernes, llegó la noticia desde la sede de Gobierno, en calle 51: no hubo pedido de cuarto intermedio y la sesión quedó levantada.
Hasta el parlamento bonaerense llegaron más de diez intendentes del conurbano para pedir por un fondo de Seguridad que no estaba incluido en el texto original de la iniciativa, sumado a la derogación de un artículo clave de la Ley Fiscal que introdujo un sector de la oposición, el incremento en la coparticipación para los municipios, la eliminación del artículo por el endeudamiento y la autarquía del IOMA. Demasiado para que saliera sin tropezar. Demasiado para que saliera.
El Presupuesto y la ley fiscal -negociaciones que provocaron la demora de más de diez horas- quedarán para discutirse en los próximos días, con mucha suerte, o ya para febrero. La jornada se vivió con sumo hermetismo y tensión entre La Cámpora, el intendentismo, la oposición y el Ejecutivo. En ningún momento corrió en la Legislatura la sensación de que el Presupuesto tendría luz verde, sobre todo cuando las diferencias entre lo que pedían los legisladores y lo que pretendía el Ejecutivo estaban tan marcadas y eran irreconciliables.
Entre los intendentes que se hicieron presentes en el parlamento bonaerense para presionar por esos fondos estuvieron Mayra Mendoza (Quilmes), Julián Álvarez (Lanús), Ariel Sujarchuk (Escobar), Andrés Watson (Florencio Varela), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Federico Otermín (Lomas de Zamora).
Álvarez y Mendoza, además, solicitaron un aumento en la coparticipación para los municipios que tienen puerto, lo que se lee sólo como un dardo de La Cámpora en medio de la guerra que ambos alcaldes miembros de ese espacio político mantienen con su par kicillofista Jorge Ferraresi (Avellaneda) por la terminal portuaria de Dock Sud. El histórico jefe comunal tiene un enfrentamiento abierto con Máximo Kirchner.
También se coló en el debate la modificación a la ley de reelecciones, empujada por varios intendentes que no pueden competir por el cargo en 2027. No obstante, es un debate incómodo del que, paradójicamente, los interesados intentan despegarse y pretenden que el gobernador sea quien se ponga al frente de esa discusión. Asoma difícil.
El desconcierto en el recinto pobló los palcos a los que habían llegado trabajadores del Banco Provincia para ver la aprobación de la reforma jubilatoria para esa entidad que sí se logró, ya entrada la madrugada, junto al recambio de autoridades en el que enrocaron posiciones Alexis Guerrera (quedó como presidente del cuerpo) y Alejandro Dichiara (pasó a ser vicepresidente). Para esta votación se retiraron del recinto buena parte del bloque La Libertad Avanza, la UCR y el PRO.