La UCR de Buenos Aires armó una cumbre en Mar del Plata donde su máximo referente, Maximiliano Abad, busca dar una fuerte señal hacia adentro del partido y marcar la hoja de ruta del radicalismo para 2025, donde tendrá que decidir si juega cerca de La Libertad Avanza de Javier Milei o se para en el rol opositor con una opción de centro, que podría ser la reedición de Juntos por el Cambio (JxC) versión outlet.
Desde las 19 de este viernes en el club Quilmes de esa ciudad, Abad y el presidente del partido bonaerense, Miguel Fernández, encabezarán un acto con más de 20 intendentes, legisladores, concejales y más de 100 presidentes de comités locales, ante quienes enviarán un mensaje hacia las otras tribus de la UCR, lideradas por Martín Lousteau y Facundo Manes.
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Maximiliano Abad y el senador Ariel Martínez Bordaisco.
El doble objetivo de la UCR
Según pudo saber Letra P, el doble objetivo de la cumbre que tendrá como local a Abad y desde la que el partido le dará inicio a su vida política de este 2025 electoral será, por un lado, mostrar la convocatoria de una expresión mayoritaria, luego de la feroz interna que se desató en los comicios internos que se desarrollaron el año pasado y que terminaron en la Justicia.
El sector de Lousteau y Manes espera el fallo de segunda instancia luego de impugnar la elección partidaria. No obstante, desde el abadismo buscan comenzar con los debates territoriales y la puesta en marcha del partido. En febrero, Fernández tiene previsto comenzar con varias recorridas para medir la situación de los concejos deliberantes, las intendencias y los posibles candidatos para 2025.
Por otra parte, la UCR buscará ponerle norte a un año electoral en el que deberá definir si juega cerca de LLA y contra el kirchnerismo o participando de una opción despegada de la Casa Rosada y, al mismo tiempo, opositora al gobierno de Axel Kicillof. El radicalismo pretende ser una de las fuerzas convocantes a una mayoría con poder de decisión.
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Miguel Fernández comité UCR
Días atrás, Letra P contó el embrión que se está gestando en la provincia para darle vida a un nuevo Juntos por el Cambio, un outlet de los espacios que no jugarán con Javier Milei ni con Kicillof. En ese armado habrá sectores del PRO no macrista, el radicalismo disidente, el GEN, la CC, el randazzismo y el peronismo republicano.
No habría que descartar que el abadismo o parte de este sector ponga sus fichas ahí. “No se puede estar al lado de alguien que nos escupe permanentemente”, dijo a Letra P alguien con poder de decisión en el comité bonaerense de la UCR. Sin embargo, en las próximas semanas el radicalismo comenzará una serie de debates internos para conseguir una mirada global de hacia dónde debe ir el partido en términos electorales.
Mucho dependerá de lo que la pata territorial del radicalismo le pida a su conducción. El verdadero pulso social y económico está en los municipios. La UCR deberá medir las necesidades de sus intendentes y de la dirigencia que no gobierna pero tiene aspiraciones en los distritos.
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El Foro de Intendentes Radicales de Buenos Aires.
Los debates internos y el norte electoral
Es un camino que el radicalismo empieza a recorrer así como lo hace el resto de los partidos políticos en la escena nacional y provincial, con el termómetro entre lo que pide el momento político y las posturas históricas de cada sector. La UCR no escapa a las disputas internas y mucho menos a las visiones particulares de sus dirigentes.
LLA, a pesar de su postura intransigente, deberá definir si cede a la presión del PRO por fusionarse y compartir las listas con la tropa de Mauricio Macri. El partido amarillo tendrá que hacer lo propio respecto de si entrega todas sus banderas a merced de lo que pide Milei o si su dirigencia se sigue pintando de violeta a cuentagotas.
En su propio laberinto también está el peronismo, que todavía no sabe si realizará las elecciones concurrentes con las nacionales, como pretende Cristina Fernández de Kirchner, o desdobladas, como los intendentes y buena parte del movimiento no cristinista le reclaman a Kicillof. De ello dependerá la resolución o no de la interna.
La UCR no escapa a los movimientos de esos partidos y observa con quiénes podría conversar para iniciar un camino electoral. Este viernes se dará un puntapié del asunto ante sus referentes nacionales, legisladores, intendentes, concejales y militantes que se acercarán a La Felíz para escuchar lo que Abad tenga para decirles.