La batalla del PJ enfría la discusión y abre un interrogante. Tribus peronistas en tensión. La proyección de Milei y el cuco de la oposición megaatomizada.
Axel Kicillof durante su discurso de apertura en la Legislatura bonaerense.
La interna del peronismo en el marco de la disputa por la conducción del PJ lesiona la relación entre los representantes de Unión por la Patria (UP) en la Legislatura bonaerense. La tensión es entre quienes impulsan la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para presidir el partido y quienes se alinean en la postura de Axel Kicillof, quien pretende evitar la confrontación.
En ese marco, el heterogéneo bloque que el peronismo tiene en Diputados, donde conviven La Cámpora, kicillofistas, el Frente Renovador y representantes de los intendentes, siempre ha mostrado cierta cohesión a la hora de votar las leyes enviadas por el Ejecutivo y surgidas de la agrupación que conduce Máximo Kirchner. No obstante, ya corriendo el plazo para la presentación del proyecto de presupuesto 2025 por parte del gobernador, hoy nadie se atreve a confirmar quiénes defenderán a capa y espada los lineamientos económicos y financieros de Kicillof para el año que viene.
Hasta que no haya una definición de la interna que sigue escalando, es ciencia ficción imaginar quiénes serán los portavoces del gobernador en la cámara baja y quiénes prestarán sus manos -con mayor o menor convicción- dentro del oficialismo.
Como contó Letra P, el gobernador cuenta con una modesta pero convencida tropa que defenderá su ley de leyes, aunque a los otros sectores, que son mayoritarios, deberá ordenarlos la definición que se tome en los mandos altos.
Hasta que ello no suceda, el proyecto del presupuesto y la ley fiscal impositiva no verán la luz. En Gobernación avisan que “se está trabajando en el tema, pero no hay fecha de presentación”. Más: “Debemos trabajar con los parámetros establecidos en el presupuesto nacional”.
Habitualmente, el gobierno bonaerense establece sus lineamientos mirando antes los índices que proyecta la administración central. Distinto a lo que sucedió en los últimos 25 años, esta vez la provincia deberá esperar lo que decida un gobierno de distinto color político y en medio de una guerra política declarada entre ambos.
Une vez superada la interna y alineada la tropa peronista (si terminara bien), empezará la siempre compleja negociación con la oposición, que este año está megaatomizada, incluso mucho más que el año pasado, cuando el gobierno obtuvo su presupuesto durante la medianoche de un jueves, tres días antes del cierre del año.
Si la bancada de 37 escaños en la cámara baja que conduce el camporista Facundo Tignanelli volviera a trabajar cohesionadamente y los 21 representantes en el Senado -bastante más compacta detrás de la conducción de CFK- hicieran lo propio, se abrirá allí una discusión con sectores mucho menos amigables que los que Kicillof tuvo el año pasado.
En Diputados tiene como la oposición más dura y reacia a la negociación al emergente bloque La Libertad Avanza (LLA), que suma manos bullrichistas y volumen político con 12 escaños. Con una banca más se encuentra el PRO, solo, sin sus exsocios de Juntos por el Cambio, aunque muchas veces trabajen juntos.
El radicalismo, partido en dos, encontrará visiones distintas en sus bloques de ocho y siete representantes a la hora de negociar con Kicillof. Más lejos estarán la Coalición Cívica con tres bancas, la izquierda con dos y un monobloque filo libertario.
Tal vez el gobernador encuentre algo de aire en el bloque Unión Renovación y Fe, que llegó a la Legislatura en la boleta libertaria, pero que se abrió hace ya varios meses y mostró apertura para que el oficialismo pudiera sacar las leyes que necesitó. Un escenario diverso y con múltiples canales de negociación.
En el Senado, si el gobernador saliera airoso de la interna, no encontrará demasiados socios. En espejo con ese último bloque de Diputados, hay una bancada de tres, La Libertad Avanza -sí, ese es su nombre- que podría mostrarse algo más amigable a la hora de discutir que el resto. Kicillof tendrá a nueve representantes del PRO, ocho de la UCR, tres libertarios línea Casa Rosada y dos monobloques filo libertarios. La llave estará en el extinto JxC.
En La Plata avisan que no hay apuro, a pesar de que el artículo 25 de la ley 13767 estipule que “el Poder Ejecutivo provincial presentará el proyecto de Ley de Presupuesto General a la Legislatura provincial antes del 31 de agosto del año anterior para el que regirá”. Es una norma que nunca se cumple. El gobierno bonaerense esperará los lineamientos del Ejecutivo nacional. Antes, Kicillof tiene varios obstáculos por sortear.