El Presidente asumió la conducción del bloque. Buscará flexibilizar las reglas para hacer acuerdos bilaterales. El ojo en EE.UU. La tensión con Lula, al máximo.
El plan de Toto Caputo y Javier Milei para el Mercosur
Gerardo Werthein y Javier Milei imaginan un Mercosur distinto
Javier Milei asumió la presidencia pro tempore del Mercosur y la agenda del bloque regional pasará por su escritorio. Junto con Toto Caputo tendrán seis meses para insistir con una reforma que permita acuerdos bilaterales y hacer primar las alianzas con países occidentales, cuidando no tensar relaciones al punto de tener que abandonar la unión aduanera.
En cuestión de días, quienes colaboran con Milei pasaron de hablar de una postura intransigente y de una salida del conjunto de países a plantear una relajación de las reglas con las que se maneja el bloque que integran Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia.
La necesidad de negociar quedó reflejada en el movimiento del gabinete económico que realizó Caputo, quien envió al hasta este miércoles coordinador de las áreas de Industria y Comercio, Juan Pazo, a la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales bajo la órbita de Cancillería.
El vocero fue el propio Caputo, quien este lunes ante empresarios brasileños planteó que "es importante que el Mercosur muestre flexibilidad para que los países podamos hacer acuerdos bilaterales”.
El objetivo del pedido lo adelantó Milei a principios de mes. Con Gerardo Werthein en el Ministerio de Relaciones Exteriores, la administración libertaria quiere avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y cree que la connivencia con su presidente electo Donald Trump puede lograr que el país norteamericano lo señale como un aliado estratégico para ponerle un freno al avance de China en América del Sur.
La idea ya había sido explorada por el expresidente Mauricio Macri en 2019, en conversaciones con Brasil, durante la presidencia de Jair Bolsonaro. Pero el fundador del PRO no fue reelegido y la pandemia puso otras prioridades en el país vecino, por lo que el proyecto no prosperó.
Cualquier negociación unilateral tiene que evitar discriminar a otros miembros del Mercosur de manera tal que no desarmonice las políticas comerciales del conjunto, ya que un pacto de esas características implicaría la eliminación de barreras comerciales entre países para la importación de productos, como impuestos, aranceles y trabas para-arancelarias.
Por estatuto, todas las decisiones del bloque se toman por consenso, por lo que las iniciativas unilaterales suelen presentarse como un desafío mayúsculo.
Milei quiere la revancha de lo que Macri no tuvo y la actitud de Argentina llevará a tensionar al máximo la relación con el presidente brasileño Lula Da Silva, un defensor histórico de la integración regional que insiste en que el Mercosur es “indispensable” para el desarrollo de sus miembros y para enfrentar los desafíos globales.
"En espíritu, otros países acompañan. Es un reclamo que ha llevado Uruguay, pero que habrá que ver cómo lo afrontará el nuevo gobierno. Paraguay puede votar a favor pero Lula claramente no está de acuerdo con esto", planteó a Letra P el presidente del Comité Argentino de la International Chamber of Commerce (ICC), Marcelo Elizondo.
El exrepresentante argentino ante el bloque regional Mariano Kestelboim consideró que Milei también buscará acelerar el acuerdo Mercosur - Unión Europea.
"Va a estar de acuerdo en conceder todo lo necesario para que se firme, porque profundiza las políticas que viene aplicando este gobierno", analizó y explicó: "El principal efecto es que a la larga baja todos los aranceles que tiene Argentina con los países europeos".
"Primarizaría la economía argentina, que tiene una composición más chica de productos y consumidores y prevé una mayor oferta de bienes y servicios del Mercosur en Europa. El problema es que tiene cupos de exportación muy chicos", advirtió.
Milei asume la presidencia pro tempore en medio del estancamiento de las tratativas para este pacto que prevé eliminar la mayoría de los aranceles entre las dos zonas, lo que crearía un espacio comercial de más de 700 millones de consumidores.
"El Gobierno puede poner sobre la mesa la modificación integral de aranceles que proponían Brasil y Uruguay hace algunos años y que Argentina se resistía", planteó Kestelboim.
El actual representante local es Alan Claudio Beraud, diplomático de carrera y exembajador en Japón durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner que continuó durante el mandato de Cambiemos.
Milei llega a Uruguay este viernes tras la Cumbre de Ministros, la primera para Werthein como canciller. El mandatario argentino sigue sin hablarse con Lula, luego del gélido encuentro que mantuvieron en el G20 de Río de Janeiro.