La decisión del ministro Toto Caputo de eliminar el control estatal sobre la cantidad de hectáreas de yerba mate que se implantan por año en Misiones y Corrientes, desató la guerra en los yerbales. La primera reacción fue del gobernador misionero Hugo Passalacqua, quien le pidió al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, revisar la medida.
“Sí, aunque Ud. no se lo crea, Argentina había decidido prohibirle a la industria yerbatera crecer”, escribió Sturzenegger en su cuenta de X y recordó que éstas son “las restricciones al crecimiento” que el presidente Javier Milei les pide remover.
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“Ahora que liberamos las trabas al crecimiento del sector llegó el momento de llenar las góndolas de todos los supermercados del mundo con yerba mate. ¡VLLC!”, planteó el ministro desregulador.
Toto Caputo y Federico Sturzenegger lo hicieron
En el sector yerbatero consideran que la decisión de Caputo y Sturzenegger allanó el camino para que grandes empresas concentren definitivamente el negocio y advierten que la desregulación total amenaza a 13.000 productores pequeños que siembran en chacras de menos de 30 hectáreas.
La desregulación es a favor de empresas como Las Marías, de la familia Navajas Artaza, que lidera el mercado con las marcas Taragüí, Unión, Mañanita y La Merced; y de La Cachuera, de la familia Szychowski, con yerba Amanda, entre otras empresas.
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A este lote de ganadores también se anota la empresa chilena Arauco que tiene plantación de pinos y una fábrica de celulosa. Están sacando pinos para implantar yerba. Chile es un comprador importante de la infusión argentina. Incluso se habló de la sociedad con el gigante Arcor para envasar yerba con esa marca.
El extenista argentino Pico Mónaco también invirtió en yerbales y ya tiene tres viveros con plantines en campos de Corrientes y Misiones.
El impacto en los pequeños productores
"Sturzenegger de la yerba no sabe nada, habla de reventar las góndolas del mundo y eso nunca estuvo prohibido, el año pasado tuvimos una muy buena producción de kilos de yerba y se saturó el mercado interno. No es fácil instalar en el mundo la cultura del mate", dijo a Letra P Cristian Klingbeil, un referente de productores de Oberá, la región de mayor producción de yerba mate de Misiones.
"Desarticularon el INYM, lo dejaron muerto y se terminó el trabajo para ayudar a reconvertir a los pequeños productores que no venimos bien desde hace tiempo. Un yerbal nuevo puede tener un rinde 20.000 kilos por hectárea y los pequeños productores apenas obtienen 4.000 por hectárea", explicó.
El sector yerbatero todavía no salió del conflicto que les generó la administración libertaria cuando el DNU 70/23 eliminó el precio sostén del kilo de la hoja verde de yerba que reciben los productores de parte de los secaderos. Ahora están en plena zafra con un precio prometido de $305, a pérdida, mientras reclaman que sea de $430.
“Nos están matando de a poco” dijo a Letra P Javier Otto, un empresario pyme del Municipio de Comandante Andresito que tiene una chacra de 30 hectáreas sobre el margen del río Iguazú y le vende su producción a los empresarios sirios allí radicados.
Otto también brinda servicios para otras chacras, por lo que emplea a un centenar de trabajadores denominadas tareferos.
“La idea de Sturzenegger es que las grandes empresas siembren las hectáreas que quieran y nos van a matar a los pequeños productores”, dijo Otto y advirtió: “Acá en Misiones muchísimos productores votaron a Milei, pero está matando las economías regionales y acá no lo van a votar más. Si el productor no produce, desaparece”.
Hugo Passalacqua pide revisar la medida
Caputo y Sturzenegger eliminaron la regulación que limitaba a los productores a incorporar por año solamente cinco hectáreas de nuevas plantaciones productivas para su explotación.
Esto evitaba la sobreoferta de hoja verde anual disponible para los secaderos que hacen la primera molienda y secan (yerba canchada) el producto para llevarlo a los molinos que hacen la última molienda y terminan envasando el producto.
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Javier Milei desactivó el Instituto Nacional de la Yerba Mate
La medida también sirve como una amnistía jurídica para las empresas que habían implantado más de cinco hectáreas por año y tenían expedientes acusatorios en el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), ente que la administración libertaria desarticuló mediante el DNU 70/23.
“Hago un llamado a la reflexión a las autoridades de Nación para que revean la medida de liberar las áreas de plantación de yerba mate”, dijo Passalacqua y advirtió: “El impacto sobre miles de pequeños y medianos productores y cooperativas será durísimo en beneficio exclusivo de un puñado de grandes industrias. El pez grande se come siempre al más chico”.
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El tema incluye una disputa histórica entre las provincias de Corrientes y Misiones. Corrientes está gobernada por Gustavo Valdés (UCR) que apoya la desregulación del sector y representa al empresariado que industrializa la yerba.
El ministro de Producción provincial es Claudio Anselmo, ex ceo de Las Marías, uno de las beneficiadas con la desregulación y que ya había impugnado en la justicia los límites en el número de hectáreas implantadas.
Bullrich con el apoyo de la industria
Técnicos del sector consideran que la desregulación implica la concentración del negocio: las grandes empresas que industrializan el producto se van quedando con la rentabilidad de toda la cadena, por encima del trabajo de los 13.000 productores.
En Corrientes están radicadas las industrias más grandes y con más capacidad de expansión, que ahora quedaron libres para implantar las hectáreas que necesitan.
Sturzenegger, según explican en Misiones, planteó la desregulación del sector yerbatero cuando trabajó para la candidatura presidencial de Patricia Bullrich, que tenía el apoyo de la industria correntina con aportes de campaña incluidos, por ejemplo de la familia Navajas Artaza.