El megaapagón de Edesur confirmó dos cosas. Una, que la empresa del grupo italiano Enel no invierte lo suficiente para mantener sus redes y evitar los cortes de luz durante el verano; y otra, que la auditoria integral que realizó en 2023 el ex interventor del ENRE Walter Martello anticipó los problemas por venir. Javier Milei desestimó las advertencias.
La falla doble de este miércoles en dos líneas de alta tensión de 220 KV de Costanera-Hudson, que pertenecen al sistema de distribución de Edesur, provocaron un corte de servicio de 800 MW y la desconexión del sistema del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de unos 2.500 MW de generación de las centrales Dock Sud, Costanera y Barragán.
Tras haber solucionado los cortes derivados del primer apagón, una nueva falla en las líneas operadas por Edesur volvió a dejar sin luz a más de medio millón de hogares cuando la sensación térmica superaba los 42 grados.
La advertencia del ENRE
En una de sus últimas acciones como interventor del ENRE, Martello dio por concluida y aprobada la auditoría técnica integral que ordenó a mediados de 2023 ante los cortes de luz reiterados de Edesur.
Por medio de la resolución 857/23, la conducción massista del ENRE recomendó a las autoridades energéticas libertarias que procedan a quitarle la concesión a Edesur por sus "incumplimientos contractuales reiterados y graves", pero la administración mileísta hizo caso omiso a las advertencias.
La auditoría efectuada por técnicos del ente se focalizó en evaluar la capacidad y confiabilidad del servicio eléctrico que presta Edesur. La primera conclusión fue que la distribuidora controlada por Enel arrastraba un incumplimiento recurrente de los planes de inversiones y del contrato de concesión que "comprometen seriamente la prestación normal del servicio”.
Las falencias operativas de Edesur
El informe final de los auditores identificó tres falencias en la operación de Edesur, todavía vigentes: la falta de instalaciones capaces de satisfacer el crecimiento vertical y horizontal de la demanda; un cortoplacismo en la toma de decisiones que impide la optimización del suministro y una calidad precaria del servicio con sistema de atención deficitario que obliga a las personas usuarias a tener que reiterar los reclamos.
Entre otros aspectos técnicos que afectan la prestación del servicio, el relevamiento del ENRE consignó que "se verifica una tendencia permanente de posponer inversiones y subejecutar los planes de obras, en especial en Alta Tensión (AT) y Media Tensión (MT)” y que la empresa "no tiene la capacidad disponible en las instalaciones que permitan afrontar la prestación del servicio en condiciones normales. Aún con inversiones cuantiosas, la vastedad de las instalaciones que requieren intervención y el plazo de ejecución de las mismas, dejan inerme a las personas usuarias frente a la fragilidad del sistema que ha perdido confiabilidad y seguridad”.
En la lista de los desvíos y omisiones que condicionan la prestación del servicio, la auditoría puso al descubierto la existencia de:
- Una alta ocupación de instalaciones en alta y media tensión y sus respectivos vínculos que denotan fragilidad sistémica para atender los picos de demanda en determinadas zonas de la concesión de modo reiterado.
- Una obsolescencia de instalaciones críticas que otorga fragilidad a las prestaciones y encarece la operación y el mantenimiento tanto correctivo como preventivo.
- La falta de capacidad para la atención de reclamos de usuarios y escasez de cuadrillas para atender reclamos en baja y media tensión.
- Interrupciones prolongadas o reiteradas muy superiores a los parámetros admitidos por el contrato de concesión.
Falta de inversión, clave del megaapagón
Para el ex director del ENRE y fundador del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO), Marcos Rebasa, el motivo principal del apagón "hay buscarlo en la falta constante de inversiones de los accionistas de Edesur”.
“Resulta altamente preocupante la ausencia de mantenimiento y la falta de renovación de transformadores y líneas de alta y media tensión que se ven afectadas cada vez que sube la demanda en los días de calor intenso”, puntualizó.
Rebasa destacó que “pese a que cambió su decisión de retirarse del país tras la llegada de Milei, el grupo Enel en ningún momento presentó un plan de inversiones concreto para corregir la crítica situación de la empresa y evitar los grandes cortes de suministro”.