La automotriz alemana Mercedes Benz transfirió la planta de La Matanza y la comercialización de sus vehículos premium a un grupo inversor nacional que encabeza el banquero y empresario de seguros, concesionarios y petróleo Pablo Peralta y que tiene como caras visibles a Daniel Herrero, quien fue ceo de Toyota, y al exministro macrista Alfonso Prat Gay.
Mientras el holding adquiriente no informó el monto de la operación, analistas del sector entienden que Mercedes Benz podría haber “pagado para irse”.
Por ahora, la transferencia garantiza la continuidad laboral de cerca de 1.800 trabajadores, una plantilla que se viene achicando con retiros voluntarios. “Habría que ver cuánto le pagaron a Peralta. La planta de Virrey del Pino no vale nada desde el punto de vista productivo, hace años que no ponen un mango”, enfatizó a Letra P un economista especializado en el sector automotriz.
Hubo una disputa por quién se quedaba con la planta. Mirgor, la empresa autopartista de Nicolás Caputo, mostró interés y también lo hizo el Grupo Corven de Leandro Iraola, pero ganó Peralta.
Un ex directivo de Toyota al frente
“Fingimos demencia y no hay cifras de la operación”, dijo Daniel Herrero, el presidente de Prestige Auto, la empresa que pertenece a Open Cars que integra Grupo ST de Peralta. Herrero tiene mucho prestigio en el sector automotriz. Fue el ceo de Toyota Argentina en 2013, cuando la planta de Zárate recibió US$ 800 millones y amplió la producción de la pickup Hilux. En él está puesta la expectativa de generar una estrategia que genere sobrevida en la planta.
Daniel Herrero, IDEA
Daniel Herrero es el elegido por Pablo Peralta para comandar la gestión de la planta ex Mercedes Benz en La Matanza
Lo acompaña en el manejo de las finanzas de Alfonso Prat Gay, la nueva empresa el ex ministro de Economía del gobierno de Mauricio Macri. Además, el ceo del Grupo ST tiene otra experta del sector automotriz: Isela Costantini, ex presidenta de General Motors Argentina y primera presidenta de la gestión macrista en Aerolíneas Argentinas.
Prestige Auto se hará cargo, a partir de junio, de la continuidad de la fabricación de la Sprinter hasta 2030. Un último baile después de 27 años desde que comenzó a fabricarse en Argentina. Anunciaron que van a producir 15.000 vehículos por año (tienen capacidad para fabricar el doble), el 80% se exporta a países del Mercosur y una versión a Estados Unidos. También está el desafío de incorporar la fabricación de unidades con caja de cambios automática. Sería una nueva inversión en pleno declino.
El final de la Sprinter también golpea a los autopartistas que le proveen piezas, aunque el contenido local "es bajo", según fuentes del autopartismo, que también muestran preocupación por la radicación de cualquier otro proyecto en Virrey del Pino, porque “todas las piezas van a ser chinas”.
De La Matanza a Polonia
La casa matriz de Mercedes Benz en Alemania definió discontinuar la Sprinter con motor de combustión y realizó una nueva inversión en Polonia, donde va a fabricar la Sprinter con motorización eléctrica. Se queda en el país, Mercedes-Benz Camiones y Buses que está trasladando su producción a Zárate, en la provincia de Buenos Aires.
“La Sprinter con motor a combustión estaba muerta y ni Argentina ni el mercado regional alcanzan para instalar una planta de ensamblado de vans eléctricas. Tampoco les hubiera servido el contenido de piezas locales para aprovechar la baja de aranceles del Mercosur”, explicó a Letra P el especialista del sector automotriz.
“Vamos a proteger las fuentes de trabajo, el grupo inversor está totalmente convencido del futuro de la industria automotriz en Argentina”, dijo Herrero y detalló que "es una industria que genera el 13% de las exportaciones de Argentina". Herrero defiende la industria automotriz radicada en el país: "Nos ahorra US$15.000 millones, que es lo que nos costaría importar todos los autos de nuestro mercado". Casi a contramano del rumbo económico y productivo que definió el gobierno de Javier Milei.
Herrero aseguró que están buscando proyectos productivos complementarios al de Mercedes para garantizar el trabajo en la planta.
“Si consiguen algún socio oriental podrán ensamblar vehículos de baja escala que no requieren plantas muy complejas o hacer del predio un parque industrial o de logística”, vaticinó el asesor del sector. En cambio, un empresario con vasta experiencia en el sector automotriz, le dijo a este medio que “tienen cero chances de fabricar marcas chinas en la planta de Virrey del Pino”.
Peralta apoyó a Alberto Fernández y quedó mencionado en la causa seguros
Peralta es el titular del Grupo ST. En 2002, fundó el Banco de Servicios y Transacciones (BST), la fintech Directo y el fondo de inversión MEGAQM. Es un jugador consolidado en el mundo de los seguros, compró MetLife Argentina y Prudential Seguros Argentina. Tiene inversiones en energías renovables, real estate y comercio automotor, con proyectos en Argentina, Uruguay y Estados Unidos.
Peralta, de bajo perfil, tuvo una serie de apariciones durante la presidencia de Alberto Fernández: en el momento de la firma de la renegociación de la deuda externa hizo público su apoyo al entonces ministro de Economía Martín Guzmán.
Luego quedó mencionado en la causa que investiga los intermediarios de contratos de seguros para organismos estatales y, por último, volvió a surgir su nombre después que se ventilase un audio privado de Fernández en plena discusión con su ex Fabiola Yañez, donde el expresidente hablaba con desprecio de una directora de cine de nombre Sandra, que es justamente Sandra Viviana Rojas, esposa de Peralta.