Tras el martes incierto para los activos argentinos, este miércoles los mercados repuntaron. El tropezón en las pizarras es parte de una sensación generalizada de inversionistas que ya no compran la ilusión financiera que el presidente Javier Milei buscó mostrar desde su llegada a la Casa Rosada.
"La percepción es que Milei está en modo electoral", sintetizó una fuente de un fondo extranjero consultada por Letra P.
Si bien la opinión en Wall Street sigue "constructiva", la noción es que Argentina perdió el reflector y que el Gobierno no está ocupado en las reformas estructurales que formaron parte de la campaña y del discurso oficial del primer año de gestión.
Este miércoles se recuperaron las pizarras, tras la jornada anterior en la que los ADRs perdieron hasta 8,5%, las acciones en la Bolsa porteña llegaron a una merma del 7%, los bonos soberanos cayeron casi 2% y el riesgo país volvió a superar los 710 puntos básicos.
El año pasado el índice Merval avanzó un 127% en dólares y algunas empresas tuvieron ganancias extraordinarias en la Bolsa.
Argentina pierde brillo en las pizarras
En 2025 no tiene el mismo brillo. Es común que suceda luego de una suba tan grande y que, como dijo el ministro de Economía Toto Caputo, haya toma de ganancias. Pero tanto en la City porteña como en Nueva York repasan una serie de factores que provocan que el paisaje que pintó la administración libertaria para esta altura de su gestión, pierda algunos colores y este tipo de comportamiento de los mercados vuelva a repetirse.
Uno de los más importantes es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "El Gobierno está en una posición de no hacer modificaciones en el esquema cambiario que hacen que las negociaciones con el Fondo no sean tan constructivas", señaló Pedro Siaba Serrate, director de Portfolio Personal de Inversiones (PPI).
Semanas atrás un informe de Bank of America estimó que el organismo internacional desembolsaría entre u$s5.000 y u$s10.000 millones y que el acuerdo estaría firmado en marzo, con un plazo de cuatro años y un pedido específico de flexibilización del tipo de cambio (lo que implicaría una devaluación en las condiciones de reservas internacionales actuales).
Tanto Milei como Caputo negaron que una depreciación abrupta del peso estuviera en la agenda de la administración libertaria.
Sin el cumplimiento de esta exigencia del FMI, el runrún económico es que la negociación está en stand by y que la entidad entonces otorgaría un acuerdo "puente" que sirva para pagar los intereses de este año y reprogramar vencimientos con otros organismos internacionales.
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Javier Milei con la titular del FMI
Presidencia
Un programa con menos espectacularidad del que el Gobierno intentó adelantar en sus declaraciones y fotos con Kristalina Georgieva.
Javier Milei en "modo electoral"
Tras el verano, los mercados también empiezan a mirar al Congreso y la cercanía de las elecciones legislativas. Es decir: el vuelo político que "entorpece" los grandes cambios que hacía ilusionar a inversionistas.
"Federico Sturzenegger saca muchas cosas, pero la decisión de postponer aumentos tarifarios contribuye a la imagen de que las reformas críticas avanzan muy lentamente (privatizaciones, regulación sistema eléctrico y gas, seguridad social, laboral, etc.)", explicó una fuente financiera desde Wall Street.
Atraso cambiario y contexto internacional
La discusión del atraso cambiario también mete ruido. "Nadie ve el atraso como un punto de inminente ruptura o crisis. Pero todos creen que es un problema a resolver y algunos expresan preocupación de que dicha solución pueda tardar mucho tiempo", indicó una fuente del microcentro porteño.
El contexto internacional tampoco ayuda. "En Ecuador, la izquierda forzó un ballotage y son mas o menos los mismos fondos los que cubren Argentina", planteó Siaba Serrate.
"Otro factor es el dato de inflación de EE.UU. por encima de lo esperado. Por lo que el rebote de este miércoles es representativo, pese al contexto. Parte de este movimiento tenía que ver con la situación de inversores que están balanceando, aunque no hay grandes catalizadores positivos en el corto plazo. No cabría esperar una reducción extraordinaria en el riesgo país", pronosticó.