La privatización de las rutas nacionales con peaje, que el gobierno de Javier Milei anunció para mediados de diciembre, quedó paralizada y sin una fecha cierta de concreción. Esto sucede en un contexto de deterioro de la infraestructura vial, que ya acumula más de año de falta de inversiones en mantenimiento.
Fuentes empresariales y sindicales consultadas por Letra P atribuyeron a tres motivos la demora en la licitación de la Red Federal de Concesiones:
El llamado a licitación de las rutas con peaje fue presentada con estridencias a comienzos de octubre pasado. La privatización de CVSA contempla 13 unidades de negocios que totalizan 9.145 kilómetros de rutas y autopistas nacionales con peajes.
Privatización, en etapas
El proceso licitatorio diseñado por la administración mileísta preveía dos etapas. La primera convocatoria ya viene retrasada y engloba el Tramo Oriental de 617 kilómetros conformado por la autovía del Mercosur de las rutas naciones 12 y 14 y la Conexión Física Rosario-Victoria de 59 kilómetros, que une las provincias de Santa Fe y Entre Ríos.
La segunda instancia agendada, inicialmente para abril, abarcará las autopistas Ricchieri-Ezeiza-Cañuelas y otros diez tramos de las rutas nacionales con peaje principales que opera CVSA en 14 provincias.
Tal como contó Letra P, el esquema de licitación que armó la administración libertaria tiene cuatro aristas:
- Ausencia total de obras nuevas de ampliación de la red vial existente.
- Plazos contractuales sujetos a las propuestas de los oferentes.
- Aumentos de tarifas de hasta un 200% después del primer año de concesión.
- Más cabinas de cobro y ajustes automáticos de los peajes cada 90 días.
Interna menemista-larretista
Una de las cuestiones que traba la aprobación de los pliegos licitatorios es la interna que mantienen los responsables de Vialidad, Marcelo Campoy, quien responde a Lule Menem; y de CVSA, José Acevedo, exfuncionario larretista que ahora juega en equipo con el diputado Diego Santilli.
La posición de Vialidad es que sólo deben participar empresas constructoras que estén en regla y en condiciones de garantizar la ejecución de las obras.
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Las rutas argentinas de Javier Milei
Télam
En cambio, CVSA quieren abrir el juego a sociedades y fondos de inversiones que cumplan con las garantías exigidas y tercericen los trabajos al menor costo posible.
Mal estado de las rutas
Otro punto que obligó a revisar las condiciones licitatorias fue el mal estado de la autovía del Mercosur y del enlace Rosario-Victoria. Esto fue a raíz de las conclusiones sobre la calzada, la rugosidad y la deflectometría que realizaron en las últimas semanas los técnicos de Vialidad.
En las rutas nacionales 12 y 14 se detectó, además, “un gran número de fisuras en el pavimento flexible y en la cantidad de lozas de hormigón rotas que denotan una marcada falta de mantenimiento”.
La verificación determinó “valores de ahuellamientos muy altos, de hasta 60 milímetros, cinco veces más que el nivel de deterioro que es penalizado por las normas vigentes”.
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Las rutas argentinas de Javier Milei
En el caso de Rosario-Victoria, ni la base del puente ni los obenques presentan problemas de ahuellamientos; pero en las rutas de conexión se observaron ahuellamientos de 30 a 57 milímetros que afectan las condiciones de transitabilidad y seguridad.
Como el cuadro de situación resultó más grave de lo esperado, ahora las obras necesarias para reparar las calzadas serían más elevadas y demandarían un mayor aumento en los peajes para su repago.
Interés escaso de las nuevas concesiones
El tercer factor que incide en el avance de las nuevas concesiones viales es la predisposición escasa a meterse en el negocio que tendrían las constructoras grandes y medianas del ámbito local.
Los sondeos efectuados por el personal del sector arrojaron una gran mayoría de respuestas negativas basadas en la incertidumbre de la situación económica y el destrato que vienen recibiendo de Milei desde que llegó a la Casa Rosada.
“Todavía estamos esperando que terminen de pagar las obras terminadas en 2023 y que resuelvan que va a pasar con las que quedaron paralizadas el año pasado. Además, quién nos garantiza que cuando llegue el momento de ajustar los peajes no se van a frenar las autorizaciones o congelar las tarifas”, advirtió el dueño de una constructora que tuvo rutas concesionadas durante la era menemista y que ahora mira con desconfianza la movida privatizadora libertaria.