El Gobierno le adjudicó a una tecnológica de ese país la compra de escáneres por más de 11 millones de dólares en un área clave para la seguridad.
Javier Milei y Xi Jinping, en Río de Janeiro.
El gobierno de Javier Milei le adjudicó una licitación millonaria para la seguridad en frontera a una compañía estatal china.
El revival de las "relaciones carnales" con Estados Unidos de los noventa y los viajes urgentes para mostrarse con Donald Trump, no le impiden a Javier Milei hacer concesiones a China, en medio de los tambores de guerra comercial global que el republicano promete hacer sonar. Incluso, el gobierno libertario permite el ingreso del gigante asiático en áreas de máximo interés para Washington, como la seguridad de las fronteras.
La necesidad tiene cara de hereje dice el dicho popular que bien podría marcar también el compás de búsqueda de equilibrio al que recurrió la administración de La Libertad Avanza para desandar el camino que -desde la campaña electoral con un Milei que prometía no hacer negocios con "comunistas" - lo había alejado de la República Popular China.
En un frágil equilibrio, el Presidente no desea desdibujar el rol de aliado automático de Estados Unidos y del liberalismo en la región. No es un camino sencillo, al contrario, cada movimiento suele retumbar en la caja de resonancia de la relación con las potencias enfrentadas en el mundo comercial.
Ante este escenario, este martes, el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, autorizó la adjudicación de una licitación millonaria para la compra de seis escáneres de última generación destinados a fortalecer el control de las fronteras secas o pluviales del país, un área especialmente sensible para la lucha contra el contrabando y el narcotráfico, financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo.
Fue el mismo día en el que Milei mantuvo su primera bilateral con Xi Jinping, el presidente chino, en medio de la cumbre del G20 en Río de Janeiro.
A través de la Unidad Ejecutora de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), a cargo de María Eugenia Rodríguez, se realizó una compulsa para adquirir seis escáneres para "el control puertos, pasos fronterizos, zonas francas y terminales aeroportuarias". Con tres empresas oferentes, la funcionaria designada por un decreto de Milei y Toto Caputo en enero, se inclinó por Nuctech Company, una empresa estatal china especializada en el desarrollo de tecnología para la seguridad fronteriza.
La compañía asiática aplicó y ganó en los tres renglones de la licitación, por lo que será la proveedora de todo el paquete tecnológico requerido que consta de "un escáner grande de contenedores" que estará destinado de manera permanente al puerto de Puerto Madryn y otros dos para contenedores que no tendrán una ubicación fija, sino que serán utilizados en centros aduaneros de diferentes puntos del país.
La compra se complementa con "tres escáneres de inspección de bultos grandes", similares a los que se utilizan en los aeropuertos argentinos para realizar controles sanitarios, pero que no tendrán, a priori, un destino determinado.
El monto total de adjudicación es de 11.510.592 dólares, que incluye impuestos internos y los gastos asociados a la importación de los bienes. Ironía del destino, los fondos fueron aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un organismo multilateral en el que tiene un peso determinante el gobierno de Estados Unidos.
La empresa china se impuso en la compulsa en la que compitió con una compañía proveedora de tecnología norteamericana y una de origen brasileño. La primera es HK System, una empresa radicada en Argentina, dedicada a importar equipamiento de Rapiscan, una compañía estadounidense especializada en detectores de metales y máquinas de rayos X para el control de equipaje y carga en aeropuertos.
La segunda se trata de VMI Security, una compañía del grupo brasileño Prime, que se dedica también a la fabricación y desarrollo de tecnología de rayos X que había ofertado en sólo dos de los ítems de la licitación.