Tras haber pasado 51 días en la cárcel, Sergio Urribarri reapareció en público. El exgobernador recuperó su libertad y lo primero que hizo fue organizar un “encuentro militante” en Concordia. La convocatoria desorientó a la dirigencia del peronismo, que le clavó el visto. En soledad, espera reunir a cientos de personas que llegarán desde distintas partes de Entre Ríos.
En el entorno de Urribarri le bajan el precio al evento del sábado e insisten en que no se trata de un acto. La definen “una mateada”. Más allá del nombre, la convocatoria revolvió la herida de un peronismo disperso que todavía no logra encontrar la brújula de la reorganización. Sin liderazgos, “anárquico” como lo definió un dirigente ante Letra P, el espacio se vio sorprendido ante la iniciativa de quien gobernó durante ocho años la provincia y hoy enfrenta una causa judicial con condena -no firme- de ocho años de prisión. “El Pato” podría reunir a más de mil personas en el Club San Martin para mostrar que todavía es dueño del fervor popular.
La convocatoria de Sergio Urribarri, un mensaje de doble capa
Entre la dirigencia del peronismo reina el desconcierto. Algunos aseguran que se mandó solo y que en la organización están involucrados únicamente el exgobernador y su hijo Mauro. Letra P consultó a distintas voces de la dirigencia que reconocieron incertidumbre sobre el alcance de la convocatoria. “Se debe querer sentir querido”, resumió un dirigente de Concordia. Un excandidato en 2023 fue más allá y apuntó al daño interno que podría generar. “Al peronismo no le hace bien”, aseguró. “No entiendo qué es lo que quiere”, confesó otro dirigente, jefe comunal de una localidad.
En la oposición se frotan las manos. Entienden que la movida del exembajador en Israel y Chipre los beneficia, porque expone la fragilidad interna de la principal oposición en la provincia. Hay peronistas que también lo ven así: un peronismo desordenado, que no logra encauzar su rol en la legislatura y muchos menos -al menos todavía- en el armado de este año.
Sobre los motivos del encuentro de mañana, hay quienes descartan cualquier intención de posicionamiento de Urribarri. Aseguran que es solo “para mojarle la oreja” a la dirigencia y para mandarle un mensaje a la Justicia. Esta última hipótesis surgió de un colaborador del gobierno provincial. Urribarri espera la resolución de la Corte Suprema y, según esa lógica, no es lo mismo condenar a un expolítico en el olvido que a uno rodeado del “fervor popular”. El Pato quiere mostrar que todavía tiene con qué. En el oficialismo reconocen en off que Urribarri todavía goza de buenas mediciones en la opinión pública, se animan a arriesgar que roza, como la expresidenta Cristina Fernández, entre un 20 y 30% de aprobación en su imagen.
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Sergio Urribarri fue el primer gobernador en recibir a Néstor Kirchner en Entre Ríos.
¿Una candidatura dentro o fuera del peronismo?
La posibilidad de una candidatura de Urribarri es verdaderamente lejana de acuerdo con el clima electoral actual. Nada se lo impediría, salvo la sanción de Ficha Limpia a nivel nacional. Si eso sucede, la situación de Urribarri sería la misma que la de Cristina. Cuando el exfuncionario fue detenido, en noviembre pasado, la dirigencia entrerriana se mantuvo cautelosa ante cualquier demostración de respaldo público. Urribarri se mueve en su círculo íntimo y recostado en su hijo Mauro.
El argumento oficial de la convocatoria del sábado dice que el exgobernador quiere “abrazarse con la militancia”. En el video que publicó el lunes contó que desde que salió de la cárcel, el 8 de enero, se la pasó contestando mensajes de compañeros. “Cada vez que iba a contestar uno se sumaban nuevos y no pude contestar todos”, dijo. Allí anunció el encuentro de este sábado 22 a las 11 en el Club San Martín de Concordia, un lugar habitué del peronismo local. “Para poder estrecharlos personalmente en un fuerte abrazo por todo el acompañamiento en los tiempos de crisis y para hablar de lo que hablamos siempre, un poco de gestión, política, y desafíos”, anticipó.
En el video no abrió el juego y solo mencionó a “unos compañeros que tuvieron un encuentro hace cosa de un mes en Paraná”. En ese contexto nombró a Juan Javier García, Tomás Luján y Javier Orduna. Este último es hijo Hernán Darío, exintendente de Concordia y muy cercano al kirchnerismo. “El Vasco” estuvo al frente del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable y mantiene contactos activos en la política local. Según supo Letra P, su hijo presentará en breve su propia agrupación peronista PAR, que pretende reunir a las juventudes dentro del espacio que conduce la departamental local. Tenía el acto planeado para el sábado, pero ante la aparición pública de Urribarri lo pospuso.
En declaraciones que reproduce Página Política, el exgobernador anticipó que no habrá dirigencia que lo acompañe y que el acto será “muy transversal”. “Se trata de conversar sobre los desafíos que tenemos como sociedad, no los míos personalmente. Es un momento muy especial para no dar otros adjetivos calificativos. Se trata de escucharnos”, insistió.
El paso por la cárcel de Entre Ríos
El exmandatario ingresó a prisión el 19 de noviembre, por decisión de la Cámara de Casación Penal que sostuvo que podría fugarse antes de que la Corte Suprema de Justicia revisara la sentencia, que no está firme, que lo condenó a 8 años de cárcel por negociaciones incompatibles con la función pública y peculado. La detención no fue para computar esa pena, sino exclusivamente de manera “preventiva” ante el presunto peligro de fuga.
La defensa del exmandatario insistió en la incongruencia de detener a Urribarri cuando este ya se encontraba cumpliendo la prisión domiciliaria en su casa de Concordia, respetando las indicaciones de la justicia. Esa misma condición de libertad es la que recuperó hace un mes y la que le permite organizar el acto en su ciudad. Cumple una “prisión con restricciones”.
De los videos en redes al encuentro popular
El 20 de enero fue la primera vez que publicó un video hablando a la militancia. Durante 17 minutos habló de su proceso judicial y sostuvo que estuvo detenido ilegalmente. Cuestionó las decisiones de la justicia entrerriana y dijo que lo condenaron "como un criminal, y sin ninguna prueba". A lo largo de la grabación, afirmó que “no hay leyes ni jurisprudencia que pueda justificar tan larga pesadilla”.
Esa fue la primera vez que anticipó que seguirá “batallando para mostrar que no fueron delito, sino acciones de gestión en el marco del gobierno más exitoso de nuestra provincia”. “Sin ninguna prueba, me condenaron como un criminal. Más allá de lo jurídico, se abrió una puerta muy peligrosa porque se condenó aspiraciones políticas de un dirigente”, sostuvo. “No quiero que un funcionario tenga miedo de firmar un expediente, no quiero que nadie tenga miedo de gestionar”, advirtió hace un mes.