Con respaldo judicial y apoyo de la FIFA, se muda a Ezeiza y se desliga de la órbita nacional. Amago de intervención y blindaje Messi. El negocio de la pelota.
Axel Kicillof junto al titular de la AFA (izq) y el presidente de la Conmebol (der).
Después de meses de tensión con el gobierno de Javier Milei, la Asociación de Fútbol Argentino ( AFA) formalizó el pedido de cambio de domicilio al predio que posee en Ezeiza y pasará a estar bajo la órbita del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
El pedido se presentó ante la Dirección Provincial de Personas Jurídicas de la Provincia de Buenos Aires después de que se conociera el fallo de la sala D de la Cámara Civil que convalidó la asamblea del 17 de octubre, cuando se definió la reelección de Claudio Chiqui Tapia.
El fallo declaró nula la resolución 793/2024 emitida por la Inspección General de Justicia (IGJ) que había invalidado la asamblea por pedido del Club Atlético Talleres, que conduce el dirigente Andrés Fassi, muy cercano a Milei y opositor a Tapia.
En la sentencia del 15 de noviembre, los jueces Gabriel Rolleri y Maximiliano Caia señalaron que “no puede dudarse de la eficacia del acto asambleario celebrado en el lugar, fecha y hora convocada, porque las mociones del orden del día fueron votadas por unanimidad, incluso por el club denunciante”.
Además, la Cámara le marcó la cancha a la IGJ al decir que si bien las asociaciones civiles requieren autorización para funcionar y se encuentran sujetas a su contralor permanente, el organismo de control “no puede interferir en la vida interna de la entidad”.
El 16 de octubre, el titular de la IGJ, Daniel Vitolo, había advertido que el Ministerio de Justicia analizaba la posibilidad de intervenir la AFA si la entidad insistía en la celebración de la Asamblea impugnada.
La pelea tiene como trasfondo la insistencia del Gobierno para que la AFA le abra la puerta a las sociedades anónimas deportivas (SAD), algo que la entidad resiste. Milei intentó primero vía DNU, insistió en su pelea judicial y luego quiso obligar a la AFA a modificar su estatuto a partir de una resolución de la IGJ. En todos los intentos chocó con la Justicia.
En paralelo, la AFA elevó una consulta jurídica a la FIFA y la Conmebol a fin de establecer si las normas del Ejecutivo podían resultar violatorias de su independencia. En los dos casos, la entidad que preside Tapia consiguió respaldo internacional. Luego, jugó la carta de la advertencia que indica que, de concretarse una intervención política en la AFA, la FIFA y la Conmebol podrían marginar a la Selección argentina y a todos los equipos nacionales de sus competencias. Eso generó alarma en el Gobierno, que no quiere pagar el costo político de tener un conflicto con la Selección de Lionel Messi. Por eso congeló la embestida.
Como publicó en julio Letra P, en medio de la pelea, la AFA había definido la mudanza de su domicilio legal de la calle Viamonte hacia el predio de Ezeiza. Eso le permitía a la entidad salir de la órbita de la IGJ para pasar a depender de la Dirección de Personas Jurídicas de la provincia de Buenos Aires, donde tiene un vínculo fluido con Kicillof. Los papeles ya se presentaron y solo resta la notificación formal.
En ese marcos de acuerdos, Tapia se mostró el jueves junto a Kicillof y el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, en el estadio único Diego Armando Maradona, en La Plata, donde hablaron de la posibilidad de celebrar partidos de la Selección argentina.