Acusó al fiscal Diego Luciani de haber contribuido al clima de violencia y pidió investigar la “pata política”. El ojo negro y la alusión al Alberto-gate.
CFK declaró en el juicio que investiga el ataque que sufrió en septiembre de 2022
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) declaró, por casi una hora, en el juicio por el atentado que sufrió en 2022. Ante el Tribunal Oral Federal N° 6, pidió investigar a los autores intelectuales y financistas del intento de magnicidio, apuntó contra los medios de comunicación y responsabilizó al fiscal Diego Luciani, quien impulsó su condena en la causa Vialidad, de haber contribuido al clima de violencia.
Este miércoles, la expresidenta enfrentó una audiencia decisiva, donde su testimonio fue crucial para esclarecer los hechos ocurridos la noche del 1 de septiembre de 2022, cuando fue apuntada con un arma a escasos centímetros de su cabeza. La jornada fue intensa. Cristina Kirchner se presentó en una instancia judicial que no solo busca condenar a los autores materiales del hecho, sino también trazar una línea entre la violencia política y la responsabilidad institucional.
La expresidenta aseveró que sufrió “violencia simbólica” en su “condición de mujer” y mostró tapas de diarios y revistas, entre ellas una donde un montaje la muestra con ojo morado. “El negocio de pegarle a Cristina (título del diario), hasta con un ojo negro y un curita, miren en qué contexto…tiene actualidad no? Todo se repite”, dijo en alusión a la ex primera dama Fabiola Yañez, quien denunció por violencia de género a Alberto Fernández, el expresidente que ella eligió para encabezar la boleta del Frente de Todos en las elecciones de 2019.
“Yo sufría estas agresiones en mi condición de mujer. Todos saben que no soy feminista, pero las feministas nunca creyeron que me estaban agrediendo por mi condición de mujer”, apuntó.
Cuando mostró una segunda tapa de revista, donde volvía a aparecer con un ojo negro, dijo: “A ningún hombre presidente, que los hubo, lo caricaturizaron de esa manera. Nunca, jamás”. Y agregó: “Nunca escuché que trataran a un presidente de machista y misógino, cuando muchos lo han sido y lo son”.
"La misoginia y el machismo no solo anida en los hombres", sentenció y aseguró que conoce "algunas compañeras que tienen una profunda misoginia o machismo".
"Hay una doble revictimización: primero, tengo que demostrar que quisieron matarme, ridículo; y después la invisibilización y que no estén acá los autores intelectuales", explicó la exvicepresidenta en Comodoro Py.
La expresidenta apuntó que "los hombres no se bancan que una mujer tenga razón o puedan rebatirle sus argumentos, salvo que sean mascotas del poder". "Nunca seré mascota del poder. No soy feminista, pero tampoco soy estúpida”, resaltó.
En cuanto a la investigación, consideró que la instrucción de la jueza María Eugenia Capuchetti, quien escuchó su declaración al día siguiente del atentado fue "un desastre total y absoluto”. En este sentido, aseguró que en el juicio faltan "los autores materiales y los financiadores" que, a su entender, "el poder judicial protegió y sigue protegiendo".
La exmandataria también apuntó contra el fiscal Diego Luciani, quien impulsó su condena en la causa Vialidad: “Contribuyó a la violencia política. Tuvo prime-time durante 22 días cuando acusó de corrupción, no a mí, al peronismo. Eso motivó manifestaciones en la puerta de mi casa que finalmente concluyó con el tiro fallido, con la bala que no salió”, dijo.
También recordó que durante el tratamiento en el Congreso del acuerdo con el FMI “marcaron” su despacho para atacarla y dijo que algunas personas iban a su casa para insultarla: “Había grupos que venían a mi casa y me insultaban. Las agresiones fueron peor después de la pandemia”.
En esta línea, rememoró la ausencia de repudio al atentado por parte de la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich que, al momento del magnicidio tentado, se erigía como jefa de la oposición: “Conociéndola como la conozco, desde que era muy joven, de ella no me extraña nada”.
Los jueces del Tribunal Oral Federal N° 6 tomaron todas las precauciones necesarias para garantizar que la audiencia transcurriera sin incidentes, conscientes del impacto que la declaración de CFK podía tener no solo en la opinión pública, sino también en el desarrollo del juicio.
El relato de Cristina Kirchner fue vital para comprender el contexto en el que se produjo el atentado. Su testimonio aportó detalles sobre los días previos al ataque y las amenazas que recibió. Hasta ahora, la defensa de los acusados intentó minimizar la gravedad del hecho, presentándolo como un acto aislado sin conexión con la dinámica política del país. Sin embargo, la expresidenta está decidida a demostrar que lo sucedido es el resultado de un "discurso de odio" promovido desde sectores del poder y amplificado por los medios de comunicación.
La investigación reveló la existencia de un grupo organizado con intenciones claras de atentar contra su vida. Las pruebas presentadas en el juicio, hasta ahora, mostraron cómo los acusados planificaron el ataque con minuciosidad, y cómo fallaron en su intento de ejecutar el crimen por un fallo en el arma.
El contexto en el que ocurrió el atentado es clave para entender la magnitud del hecho. Cristina Kirchner, una figura polarizante, denunció en varias oportunidades que, durante años, fue blanco de un discurso de odio que se intensificó en los meses previos al ataque.
Durante su declaración, hizo referencia al clima de hostilidad y a la responsabilidad que, en su opinión, tienen algunos actores políticos y mediáticos en la construcción de un ambiente propicio para la violencia. Su testimonio podría dar un giro al juicio, poniendo el foco en la necesidad de abordar el discurso de odio como un problema estructural que trasciende a los individuos acusados y que afecta a la democracia en su conjunto.
El desenlace de este juicio podría marcar un antes y un después en la historia reciente de Argentina. Si bien el ataque a Cristina Fernández de Kirchner fue un episodio aislado en términos de ejecución, su significado es profundo y está cargado de simbolismo. El juicio no solo busca establecer la responsabilidad penal de los acusados, sino también ofrecer una respuesta contundente a quienes creen que la violencia es una herramienta legítima en la disputa política.
La audiencia de este miércoles será recordada como uno de los momentos más significativos del juicio por el atentado a Cristina Fernández de Kirchner. Con su testimonio, la expresidenta no solo aportó información clave para esclarecer los hechos, sino que también tuvo la oportunidad de reflexionar sobre las consecuencias de la violencia política en Argentina.
El juicio comenzó el 26 de junio pasado en los tribunales federales de Comodoro Py y tiene como acusados a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Declararon los acusados Uliarte y Carrizo, integrantes de La Banda de los Copitos. Se despegaron del hecho y sumaron confusión al proceso.