A tres semanas para el cierre de listas, la tropa de Maximiliano Pullaro en Rosario aún no define cuál será su hoja de ruta en la disputa por el Concejo. En plena construcción de su espacio, mantienen todas las opciones sobre la mesa y esperan una señal del gobernador para tomar una decisión.
Para el pullarismo, la elección de ediles en Rosario es todo un desafío. No solo porque será la primera que encaren como flamante conducción del Comité Departamental de la UCR, sino también porque hay cierta sensación de responsabilidad de estar representando al gobernador, que asumen más allá de la decisión del hughense de mostrarse como líder de Unidos y no de un solo sector, lo que seguramente lo llevará a tener pocos o nulos gestos públicos para con sus adláteres rosarinos.
El menú de opciones del pullarismo
A la espera de esa señal, los operadores de Evolución dejan abiertas todas las puertas. No escapan a la realidad de la falta de figuras rutilantes que afecta a todo Unidos para Cambiar Santa Fe en la ciudad electoralmente más importante de la provincia, por lo que saben que encabezar una lista es una opción difícil. Sin embargo, reconocen que pueden tener todas las opciones sobre la mesa porque a cualquiera le interesa cerrar con el espacio del gobernador. Más aún si, como intentarán, el representante del sector es Damián Pullaro.
Cuentan que mantuvieron conversaciones con el PRO que responde a Gisela Scaglia, que todo indica que llevará a Anita Martinez como candidata a concejala y les ofreció el segundo lugar. También mantienen un buen vínculo con Arriba Rosario, el eje que componen Pablo Javkin y el radicalismo de María Eugenia Schmuck y Franco Bartolacci. En ese caso, un acuerdo tensionaría el vínculo que el pullarismo tiene con Federico Lifschitz, uno de los dirigentes con los que más sintonía hay. Otro que tiene acceso privilegiado es Walter Ghione, con quien arman en todo el departamento.
¿Lista propia? No está descartado, pero no es la opción más probable. Si bien seduce la posibilidad de instalar una figura propia, cortarse solo es un riesgo porque, así como no habría que compartir el crédito de la victoria, tampoco habría con quien repartir los costos de una derrota. Además, surge otra vez la cuestión de la falta de nombres propios de peso que destaquen.
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Damián, hermano de Maximiliano Pullaro, con uno de sus aliados más cercanos, Federico Lifschitz.
Los nombres de Maximiliano Pullaro
Como ya contó Letra P, Damián Pullaro fue sondeado y tiene ganas de ser el candidato del espacio. Evolución lo llevará como primer nombre a sabiendas de que, en cualquier momento, puede aparecer un pedido desde el despacho más importante de la Casa Gris para que desista de la iniciativa para no quedar como “casta”. Dos dirigentes que aseguran haber hablado con Pullaro aseguran que no vislumbraron la intención de bajar a su hermano, pero sí la de aclarar que Damián “toma sus propias decisiones” y no es ni será su candidato exclusivo.
Es cierto también que el apellido pesa, y que escindir a Damián de su hermano es casi imposible para el resto de Unidos. En ese sentido, un escenario de unidad de toda la coalición sería más propicio para la primera experiencia electoral del más grande de los Pullaro, ya que habría una sola lista y sería obvio que es la que apoya el gobernador. En principio, no pasará del plano de la hipótesis: en la Casa Gris ya habilitaron una gran interna en Rosario para darle volumen político desde abajo a la elección de convencionales constituyentes, la batalla más importante para Unidos.
Encontrar otra figura que conforme a los distintos sectores que conforman Evolución no es sencillo. Nolasco Salazar, director de IAPOS, es un nombre que podría reunir los requisitos, al igual que el director de Emprendedores santafesino, Santiago Sauco. José Goity, ministro de Educación, y Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información en el Ministerio de Seguridad, son nombres que siempre suenan pero que lucen difíciles de concretar por sus determinantes roles en el gabinete provincial.
El escenario en Rosario
El diagnóstico que hace el pullarismo de la elección que se avecina en Rosario es complejo. Es común a Unidos la convicción de que La Libertad Avanza orilla los cuarenta puntos y que será difícil arrebatarle el primer lugar, lo que repercute en un armado complejo si se quieren renovar las ocho bancas que se ponen en juego. Además, está fresco el susto que Juan Monteverde le pegó a Pablo Javkin en 2023, por lo que en Evolución ponderan como clave el mandato de trabajar juntos para que la primera elección de Unidos como oficialismo en Rosario no sea una catástrofe.