La gobernadora María Eugenia Vidal afila su estrategia de campaña en el sprint final hacia las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo domingo. Llega a esa instancia con datos desalentadores que la muestran entre cuatro y seis puntos debajo de su adversario del Frente de Todos, Axel Kicillof. Con una batería de medidas finamente direccionadas, busca atenuar la derrota para quedar con vida de cara a las generales del 23 de octubre: en la usina de campaña vidalista consideran que hasta cuatro puntos es una diferencia remontable. Para lograrlo, apuestan a la segmentación del electorado.
En las últimas semanas y con mayor intensidad en estos días, se definió la agenda proselitista de la mandataria de acuerdo a los segmentos de ciudadanos a los que se quiere llegar de manera directa. Esta tarea va acompañada por una difusión en redes donde se profundizó no solo la difusión de acuerdo a sectores sociales, territorios, grupos por edades, por género, sino, además, en mayores particularidades como los intereses, el comportamiento, el consumo, las preferencias, las actividades, etc. También se irradió la publicidad de la gestión, con Vidal como protagonista, de la página institucional de la provincia hacia la personal de la gobernadora, que tuvo un mayor caudal y difusión.
La actual situación es muy diferente a la de 2015, cuando entre las PASO y las generales la mandataria logró crecer casi 10 puntos. En aquella oportunidad, en las primarias sacó 29,9% y luego trepó a 39,42%. A contramano, su principal adversario, la Alianza Frente para la Victoria, decreció entre una y otra elección: de 40,4% pasó a 35,28%. En el comando de campaña de Vidal saben que es imposible repetir esos guarismos, sobre todo teniendo en cuenta que, esta vez, su principal opositor va unificado, sin interna.
ESCENA. El viernes pasado, la gobernadora comandó un acto en La Plata donde se invitó de forma exclusiva a docentes, directivos de escuelas y figuras del ambiente educativo. Los invitados surgieron en mayor medida de las mesas de educación distrital que organizó durante todo el año el titular de Educación, Gabriel Sánchez Zinny. Y en los discursos se apuntó sin distracciones a la gestión y los planes de Cambiemos para el área. Vidal volvió a pedirles disculpas por las demoras en la resolución de las paritarias, además de agradecerles y poner a los educadores como protagonistas del cambio.
Fue un ejemplo concreto de los actos con electorado segmentado que la usina PRO puso en marcha para llegar directo al votante que se quiere reconquistar.
Lo mismo sucederá este martes por la tarde en Escobar, cuando la mandataria comande un acto con los jóvenes PRO de La Generación. Buscará estimular a los integrantes de esta agrupación, de alcance nacional y que tiene como presidenta a la ultra vidalista Noelia Ruiz, quienes son parte activa de la campaña con su tarea de difusión, timbreo y fiscalización.
El miércoles la mandataria visitará un club en Quilmes. Será el turno de los jubilados, sector que apostó fuerte a Cambiemos en 2015 pero que con el correr de los años se mostró más crítico a la actual gestión de gobierno. Apelando a su carisma, Vidal intentará empatizar con el sector para recapturar esos votos.
Finalmente, el jueves participará del cierre formal de la campaña junto al presidente Mauricio Macri en un acto que se desarrollará en el Centro Asturiano de Vicente López. En todo este proceso, Vidal continuará con sus apariciones mediáticas, cuya agenda se inició dos semanas atrás y que tendrá un último refuerzo en estos días.
En paralelo, los ministros y candidatos bonaerenses continuarán hasta el último minuto previo a la veda electoral respondiendo desde sus cuentas personales en redes a cualquiera de las críticas planteadas de forma pública por los postulantes del peronismo.