CRISIS RADICAL

El plan 2023 que Lousteau cocina paso a paso

En agosto, Letra P anticipó su jugada: apostar a perdedor y construir perfil nacional. La ruptura del bloque en Diputados cierra la primera etapa del proyecto.

La ruptura del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) en la Cámara de Diputados es un eslabón más en una secuencia de jugadas que tributan al plan de construcción nacional que Martín Lousteau cobija debajo de su tupida mata de rulos. La movida anunciada este lunes por el legislador Emiliano Yacobitti, quien confirmó el nacimiento del espacio UCR-Evolución que presidirá el cordobés Rodrigo De Loredo, fue precedida por una riesgosa apuesta: empujar la renovación del radicalismo apostando a perdedor.

 

En distintos distritos, Lousteau jugó contra los aparatos y viejas estructuras partidarias. Lo hizo en Buenos Aires en marzo, al apoyar a Gustavo Posse  contra Maximiliano Abad  en la pelea por el Comité Provincia de la UCR. Repitió la estrategia en su reconciliación con  Facundo Manes (aliado de Abad), que enfrentó -y perdió- en las PASO a Diego Santilli y a gran parte del PRO y de la Coalición Cívica. En Córdoba, respaldó para Diputados a Rodrigo de Loredo y a Luis Juez para el Senado. De Loredo perdió la interna partidaria para presidir el Comité Córdoba. Sin embargo, aquella derrota, por pocos votos, Lousteau la contabilizó a favor de su construcción a largo plazo. Ya en ese entonces proyectaba una pila de bancas propias en el Congreso.

 

Afiliado al partido de Yrigoyen, Alem y Alfonsín recién en 2017, este año Lousteau volvió a acordar con su otrora adversario Horacio Rodríguez Larreta y en la Ciudad convenció al economista mediático Martín Tetaz, que se animó, dio el salto a la política y rápidamente se subió a la primera gira con parada en Córdoba. A cambio del riesgo que corría Tetaz, el senador negoció y le consiguió el segundo lugar en la lista del oficialismo de Juntos por el Cambio, que enfrentó en la interna a la nómina de  Ricardo López Murphy y a la boleta que reúne a una gran parte del radicalismo alfonsinista de Adolfo Rubinstein  y Jesús Rodríguez. Ya había intentado engrosar las filas de Evolución con la calidez de Débora Pérez Volpin, radical y periodista que dejó su profesión y falleció trágica y prematuramente. El riesgo fue bien pagado: Tetaz secundó a María Eugenia Vidal y este martes asumirá una banca en el Congreso.

 

En la Ciudad, selló su acuerdo con Rodríguez Larreta  de la mano de Yacobitti, que lo acompañó en algunos viajes y es uno de los principales operadores políticos del distrito. “Falta mucho”, decían tiempo atrás en todos esos entornos sobre 2023 mientras por primera vez Lousteau se mostraba en una actividad de campaña con la mudada Vidal. Él y ella, ¿pelearán por la jefatura de Gobierno de la Ciudad?  En Evolución, creen que es sincero el deseo de pelear la Presidencia que manifestó la exgobernadora de Buenos Aires en su libro y en varias entrevistas periodísticas. Lo mismo quiere Rodríguez Larreta. En la UCR hay varios posibles precandidatos, desde Gerardo Morales a Alfredo Cornejo, aunque nadie nunca descartó a Lousteau, que siempre dio pistas y con la movida de este lunes, algo de certeza.

 

Para diseñar su futuro, Lousteau necesita construir poder más allá de su imagen personal y política. Desde su banca en el Senado, fue una de las voces más fuertes de la oposición, desafiante frente a CFK y con poder paralelo en su bloque, lo que le ha generado algún malestar con la conducción que ejerce el radical formoseño Luis Naidenoff

 

El radicalismo se envalentonó con la aparición en escena de Manes, que ganó pese a la derrota frente a Santilli. Rodríguez Larreta es quien más tenía para perder, quien más arriesgaba. Lousteau, en cambio, parece haber ganado aun perdiendo. Así ocurrió en la interna por la presidencia tanto del comité bonaerense como del comité cordobés. Ganar hubiera sido una sorpresa que le hubiera dado un gran empujón. Cerca del empate, las dos derrotas renovaron su ambición y fortalecieron su convicción de ir por una renovación del centenario partido con el posicionamiento de nuevos dirigentes sub 40 en todo el país. En ese plan, el porteño confrontó con el espacio de Abad, el sucesor del exvicegobernador Daniel Salvador, y en Córdoba lo hizo y volvió a hacerlo contra dos históricos, Mario Negri  y Ramón Mestre. Negri además sería un competidor en la escena del Senado que seguramente a Lousteau le conviene evitar.

 

La dirigencia emergente a la que apuesta Lousteau está compuesta en gran parte por radicales de una generación que ocupó segundas líneas o no tuvo cargos en el gobierno macrista, que rompen con la saga de Salvador, Negri y Ernesto Sanz, expresidente del Comité Nacional y cofundador de Cambiemos junto a Mauricio Macri Elisa Carrió. La juventud radical y estudiantil son patas en las que se apoyan Lousteau y Evolución.

 

El debut cordobés de la fórmula de los Martines, así, en plural, no fue casual. Días después, Lousteau recorrió casi toda la Patagonia, desde La Pampa a Tierra del Fuego pasando por Neuquén, Río Negro y Santa Cruz. Luego viajó al norte del país.

 

A tres semanas de las primarias, el senador porteño llevó su prédica por la región central. A Córdoba le sumó Santa Fe, donde la pelea interna de Juntos por el Cambio enfrentó a cuatro boletas. Lousteau ya había pasado por territorio santafesino en la previa al cierre de listas para mostrarse con el exministro de Seguridad provincial Maximiliano Pullaro. “Somos parte de un proyecto mayor que tiene varias etapas, queremos disputar la senaduría para defender a los santafesinos en el Congreso; pero también queremos competir en cada municipio y comuna, en cada provincia para en 2023 ganarle al kirchnerismo y conducir el país con un proyecto mejor”, había blanqueado las intenciones del espacio en crecimiento el propio Pullaro.

 

La primera etapa del proyecto de Lousteau buscó consolidar a varios precandidatos para conformar un espacio propio en ambas cámaras del Congreso. Los nombres de Evolución que compitieron por una banca fueron más de una decena, entre quienes se contaron Omar Zeidan (Santa Cruz); Maximiliano Ybars (Tierra del Fuego); Mario de Rege (Río Negro); Marcelo Lugones (Santiago del Estero); Danya Tavela (Buenos Aires); De Loredo (Córdoba); Marcela Antola (Entre Ríos); Pullaro (Santa Fe); y Tetaz y Carla Carrizo en Capital.

 

Martín Menem y Karina Milei.
Aníbal Tortoriello vive un proceso interno en el PRO de Río Negro. Juan Martín quiere manejar el partido.

También te puede interesar