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El PJ de Fernández, con CFK y el espíritu del Frente de Todos menos Massa

Están todos los sectores del partido -no de la coalición- con la novedad del cristinismo. El pero de Schiaretti, repliegue de intendentes y el rol de Insfrán.

Con sillas para el albertismo, los gobernadores, los gremios, las organizaciones sociales y la inclusión del cristinismo dentro de la estructura partidaria, la lista que encabeza el presidente Alberto Fernández en la interna del Partido Justicialista (PJ) logró consolidar, con equilibrios, la representación de todos los sectores del peronismo que forman parte del Frente de Todos y marca el camino para el cierre de la nómina de candidatos para las elecciones legislativas de medio término.

 

A tono con la idea del Presidente de armar una lista “federal”, entre los primeros lugares de la nómina aparecen todos los gobernadores o vice que forman parte del PJ, a excepción del Juan Schiaretti y Alberto Rodríguez Saá. El cordobés declinó la invitación que le hizo llegar el Presidente para sumarse al partido y volvió a marcar distancia personal aunque envió en su lugar al titular del PJ de Córdoba, el diputado Oscar González. En tono más beligerante, el puntano rechazó todas las ofertas de unidad y decidió presentar su propia lista, que está bajo análisis de la Junta Electoral. Los integrantes del cuerpo ya hicieron trascender que la presentación de Rodríguez Saá tiene varios defectos de forma y tiene pocas chances de ser oficializada.

 

Las demás provincias pusieron lo suyo. El gobernador de Tucumán, Juan Manzur, se quedó con la vicepresidencia cuarta, debajo de Analía Rach Quiroga, vicegobernadora de Chaco y enviada de Jorge Capitanich. Más abajo figuran Alicia Kirchner (Santa Cruz) -única mujer entre los gobernadores-, Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Raúl Jalil (Catamarca) y Sergio Ziliotto (La Pampa).

 

La lógica de distribución se selló en Olivos, en una mesa que armó Fernández integrada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y en la que intervino también, por pedido del Presidente, el ministro de Defensa, Agustín Rossi. En el armado se buscó integrar en los 75 lugares titulares a dos representantes por provincia gobernada por el peronismo -en general, un hombre y una mujer- y a 15 dirigentes gremiales. Los 12 lugares restantes se repartieron de manera equilibrada según el peso electoral de la provincia y de cada agrupación. Casi todo quedó para la provincia de Buenos Aires.

 

Por orden del Presidente, y con acuerdo con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que talló en la designación de los vicepresidentes, Cafiero, De Pedro y Rossi figuran en los primeros lugares de la nómina de consejeros, en ese orden. El jefe de asesores, Juan Manuel Olmos, que también participó de las conversaciones, quedará como apoderado de la lista de Fernández. Rossi y la futura vicepresidenta del partido, Cristina Álvarez Rodríguez, funcionan como eslabones entre el cristinismo y el liderazgo de Fernández. 

 

Más relegados quedaron los intendentes de la provincia de Buenos Aires, que pierden casilleros con respecto a la integración del Consejo actual, que preside el sanjuanino José Luis Gioja, y que se armó en 2016, después de la derrota electoral de Daniel Scioli, con casi nula participación del sector kirchnerista. En la lista “Unidad y Federalismo”, los jefes distritales se quedaron con los lugares de Gustavo Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), entre los titulares, mientras que Mariano Cascallares (Almirante Brown) pasó a integrar la nómina de los suplentes.

 

En tanto, La Matanza conserva las dos sillas de la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente Fernando Espinoza, y el ministro Jorge Ferraresi, de licencia en Avellaneda, consiguió un lugar en el Consejo, que ocupará su esposa, la exdiputada Magdalena Sierra.

 

El grupo de los intendentes fue uno de los que alzó la voz en el cierre de la nómina, el fin de semana en Olivos, por temor a que lo sucedido en la disputa del PJ nacional sea una muestra de lo que ocurrirá con las listas de las próximas elecciones. “Máximo (Kirchner) los compensará en el PJ bonaerense seguramente”, le dijo a Letra P uno de los dirigentes que participó de las negociaciones junto al Presidente.

 

Para sorpresa de varios integrantes de la lista, Kirchner no intentó acaparar la lista con dirigentes de La Cámpora, que se concentra en su estrategia de avance sobre los PJ provinciales. Por la agrupación, en la lista que acompaña al Presidente figuran la titular de la Anses, Fernanda Raverta, la pampeana María Luz Alonso, y el senador rionegrino Martín Doñate. De parte de Cristina, De Pedro pidió en las negociaciones por la vicepresidencia para Axel Kicillof y un lugar para el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni.

 

El Presidente se aseguró varias sillas para su círculo de confianza. Ubicó en los primeros lugares a Cafiero y sumó varios dirigentes peronistas de la Ciudad, su distrito: el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, el diputado Eduardo Valdés, Kelly Olmos y el sindicalista Víctor Santa María. Además, le reservó un lugar al senador por Córdoba Carlos Caserio -distanciado de Schiaretti-, y puso al cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, en el primer lugar reservado para el sindicalismo. Los gremios hicieron aportes desde todos los sectores, la CGT, la CTA y el moyanismo.

 

Las organizaciones sociales, por su parte, se quedaron con un lugar entre los titulares, que ocupa el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando Navarro, del Movimiento Evita, mientras que, por decisión propia pese a múltiples invitaciones, Sergio Massa, mantuvo a los suyos fuera de la estructura del PJ y aferrados al Frente Renovador. Por último, con acuerdo de Fernández y Cristina, la mesa que cerró los acuerdos de la lista coincidió en que eventualmente volverá a promover al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, como presidente del Congreso Nacional del partido, que será convocado por el nuevo Consejo, una vez que se consagre la lista ganadora, el 21 de marzo.  

 

“Es equilibrado y, salvo Sergio, estamos todos. Fortalece el liderazgo del Presidente y marca espíritu de unidad”, apunta un ministro de diálogo fluido con Fernández. En la Casa Rosada entienden que el armado de la nómina partidaria marca el primer termómetro de lo que será el cierre de listas para las elecciones de medio término y que construirá las diferentes patas que forman la mesa del Frente de Todos, el Presidente, Cristina, el territorio, encarnado en gobernadores, y Massa. “El peso relativo de cada pata será según lo sugiera la lógica de cada distrito”, agrega.

 

El Congreso Nacional del PJ se realizó en simultáneo al del Frente Renovador.
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