MÓNICA FEIN

“La pérdida de Lifschitz nos causó un gran dolor, a otros les apuró los tiempos”

La exintendenta de Rosario y presidenta del PS busca una banca en el Congreso. Dice que las conducciones del espacio progresista no se definen en esta elección.

Ve el tablero de ajedrez y sonríe. Mónica Fein, presidenta del PS a nivel nacional y exintendenta de Rosario por partida doble, no duda: levanta la reina y simula un jaque mate. El rey puede ser el gobernador Omar Perotti o Pablo Javkin, quien la sucedió en la conducción del municipio y que integra el espacio con el que disputa la interna el 12 de septiembre. O pueden ser ambos, pero se lo guarda. Su nombre encabeza la lista para la Cámara baja en dupla con Clara García, la esposa del ya fallecido Miguel Lifschitz, que lidera la nómina para la Cámara alta.

 

En diálogo con Letra P, cuenta que disfruta de estar nuevamente en campaña y que disputar un cargo legislativo nacional permite pensar las políticas públicas en términos macro, a diferencia de la gestión local donde los reclamos de los vecinos son a flor de piel y las respuestas deben ser urgentes. Dice que el FAP va a salir fortalecido de las PASO pero hace jugada preventiva y dispara mensajes a sus contrincantes: “Definir liderazgos es un proceso complejo, que tiene que ver con muchos aspectos, no solo con el resultado electoral”.

 

-¿Qué tiene su lista para ganar la interna?

 

-La experiencia de gestión del Frente Progresista, tanto en la provincia como en muchas ciudades, como Rosario en mi caso. Tenemos la coherencia de haber estado siempre en el Frente Progresista, de haber acompañado a Hermes (Binner), Antonio (Bonfatti) y Miguel (Lifschitz) y la convicción de que nuestra experiencia nos va a permitir defender a la provincia en lo que realmente necesita. Cuando uno gobierna, aprende también a identificar los problemas y las soluciones.

 

-¿Estas elecciones ponen en juego la conducción del FAP?

 

-No, la gente no elige liderazgos. Lo que está en juego es el futuro político de Santa Fe, donde el Frente Progresista debe ser protagonista para el 2023 y que hoy debe reafirmar su camino. Los liderazgos no se definen en una elección.

 

-¿Pero es una discusión pendiente? ¿En qué momento se decide?

 

-La conducción es un proceso de construcción en el tiempo, se define en un proceso de confianza, de construcción política, obviamente de ganar elecciones, pero también de convocar, de dialogar. Posiblemente esa discusión se de en el 2023, a partir también de un acuerdo de gobernabilidad. Pero no es en esta elección, aunque haya algunos que crean que sí y por eso hicieron determinadas estrategias.

 

Foto: Manuel Testi


-¿Piensa en Javkin cuando dice esto?

 

-Posiblemente Pablo haya creído que ese era el desafío. Nosotros creemos que no, pero es legítimo. Definir liderazgos es un proceso más complejo, más largo, que tiene que ver con muchos aspectos, no solo con el resultado electoral.

 

-¿Por qué cree que apura esa decisión en una elección intermedia, en un primer mandato?

 

-La pérdida de Miguel generó en cada uno de nuestros sectores políticos, miradas y cambios. A nosotros nos generó un gran dolor y la necesidad de reacomodarnos como partido y también en nuestro lugar en el Frente. A otros les apuró los tiempos, con una idea de creer que los liderazgos se definían ahora.

 

 -Como presidenta nacional del PS, ¿ganar significa revalidar ese mando?

 

-Significa revalorar los gobiernos de Hermes, de Antonio, de Miguel. Como socialistas gobernamos la ciudad de Rosario, la provincia de Santa Fe y obviamente representamos eso. No lo hicimos solos, sino con otros integrantes del Frente, por lo tanto no nos lo adjudicamos solo el socialismo, pero claramente el socialismo hizo las mayores transformaciones en Santa Fe y creo que eso es lo que queremos revalidar.

 

-¿Se puede escapar a la lógica binaria en estas elecciones y plantar el mensaje de la tercera vía?

 

-En Santa Fe claramente sí. Ojalá en el país también, porque la grieta nos llevó hasta donde estamos, con siete de cada diez niños pobres, con 10 años sin crecimiento y generaciones sin trabajo. La grieta no benefició a los argentinos, quizá sea un debate que lleva toda la atención, pero la mayoría de los argentinos está en otros temas: en cómo conseguir trabajo, cómo llegar a fin de mes, cómo garantizar un futuro mejor para sus hijos. Nos hizo daño a los argentinos y Santa Fe, gracias a nuestros gobiernos, demostró que no solo somos una opción política, sino de transformación, de gobierno y uno lo ve recorriendo la provincia cuando ve centros de salud, hospitales, muchísimos caminos, ve pueblos pequeños que tuvieron importantes inversiones para equilibrar el desarrollo y fue hecho con seriedad, con honestidad, con mucha mirada estratégica a largo plazo y la ciudadanía nos da la opción. Así que vamos a tener un lugar muy importante en Santa Fe, que va a demostrar, también al país, que es posible construir política sin pensar que lo único que existe es la grieta.

 

-UCR Neo y el javkinismo sostienen que después de estas elecciones hay que volver a insistir en el frente de frentes.

 

 -Creo en los proyectos con un programa común con una serie de coincidencias básicas y con una mirada común sobre el rol del Estado, del sector privado, del desarrollo productivo con sustentabilidad. Tanto Hermes como Antonio y Miguel tenían un plan estratégico en la mano, una mirada a largo plazo. No creo en acuerdos electorales para ganar. Eso hizo Perotti y al año implotó. Hoy no tiene gobierno, no tiene gestión, no tiene diálogo con el Senado, en su confrontación política con la vicegobernadora se está jugando todo su tiempo y su capital, mientras la gente está pidiendo otra cosa. No tiene convocatoria de la oposición. Sumar para ganar, puede ganar cualquiera. Gobernar es otra cosa y nosotros queremos gobernar para transformar la realidad, así que bienvenidos todos los que quieran sumarse al Frente Progresista.

 

Martín Lousteau y Maximiliano PUllaro durante el proceso electoral.
Federico Angelini y Mauricio Macri.

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