LA DEUDA

Morales cree que Guzmán no tiene "nada para mostrar" y ponen la otra mejilla

Sin ocultar malestar por el naufragio de las gestiones, en el radicalismo le bajan el tono al desacuerdo. Creen que el Gobierno "desaprovechó otra oportunidad".

El naufragio de las negociaciones entre Gerardo Morales y Sergio Massa desnudó las dificultades que tienen el oficialismo y la principal oposición para transitar el tramo más crítico de la negociación del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Luego de una semana de intercambios y versiones cruzadas, no pudieron reunir a la primera línea de Juntos por el Cambio con el ministro Martín Guzmán. Cerca del gobernador jujeño y titular de la UCR niegan que la cancelación del encuentro lo perjudique como interlocutor con el Gobierno. En su lugar creen que Guzmán no accedió a la cita porque “no tiene nada nuevo para mostrar". 

 

En el Palacio de Hacienda atajan los dardos con otra lectura. Dicen que le aclararon dos premisas a sus interlocutores opositores: que Guzmán no iba a aportar algo diferente a la exposición que le ofreció a los gobernadores del peronismo hace diez días. Además, advirtieron que la locación elegida para la foto era el Ministerio de Economía y no el Congreso, como lo reclama la coalición opositora desde el inicio de las conversaciones.

 

En el Comité Nacional de la UCR, que Morales preside hace un mes, admiten que nunca cambió el pedido de realizar el encuentro en el Congreso. Insisten que, en un momento de la negociación, el oficialismo aceptó resignar la posibilidad de concretar la reunión en Economía. En la cartera que conduce Guzmán no toman ese guante y ratifican que nunca cambió de parecer sobre el lugar. Es una forma elegante de dejar en evidencia el rol de Massa. El titular de la Cámara baja aceptó hacerlo en el Congreso, pero no tuvo el respaldo de Guzmán. No es el primer desacuerdo entre ambos. La relación está cada vez más deteriorada y el tigrense no esconde sus críticas al ministro.  La última conocida son los cuestionamientos de Massa por la exposición que hizo ante los caciques peronistas. Deslizó que Guzmán dejó más dudas que certezas, pero el jefe del Palacio de Hacienda responde con acidez. Cree que Massa acepta la locación del Congreso como una forma de ganar protagonismo. 

 

El tironeo no pasó inadvertido para Morales. Este martes, cuando la negociación estaba por encallar, hubo dos manifestaciones que revelaron hasta donde dos de los socios de JxC estaban dispuestos a mantener la cita en pie. El jujeño nunca castigó a Massa durante el intercambio y cuando las chances comenzaron a diluirse lanzó la línea discursiva que fue repetida por los dirigentes del partido: “Guzmán no quiere dar cuenta del ajuste que pactó con el Fondo“.

 

Mientras el radicalismo lanzaba munición pesada contra Guzmán, en el despacho del alcalde porteño Horacio Rodriguez Larreta dispararon una última bengala y deslizaron que podría concretarse este martes a las 19.30 en el Congreso. Quedó como un último intento para mantener el encuentro en pie. En la UCR cuentan que Morales esta en Brasil y buscaba pasaje para el martes, al igual que los demás jefes parlamentarios opositores, como el radical Mario Negri, que había suspendido sus vacaciones. 

 

La posibilidad de este martes a las 19.30 cuajaba con el viaje a San Juan que Guzmán hará con el Presidente ese mismo día. La ventilación de esa posibilidad nunca salió de la UCR, sino del gobierno porteño. Así reflejó el involucramiento que tiene el jefe porteño con las negociaciones que mantiene su amigo Massa.

 

El viaje con el Presidente, como anticipó este portal, está en la agenda desde este fin de semana. La última alternativa que este martes mencionó el larretismo le permitía a Guzmán volar a San Juan y regresar a tiempo para la cita de las 19.30. La alternativa flotó poco menos de dos horas hasta que las mismas fuentes la cancelaron. 

 

En la UCR sospechan además que Guzmán eligió evitar la cita hasta esperar el resultado de la cumbre que tendrán este martes el canciller Santiago Cafiero con su par norteamericano Anthony Blinken en Washington. Pero no le suben el tono a la controversia. “Sería patético que nos mostraran lo mismo que le mostraron a los demás gobernadores”, confió un dirigente radical que reporta a Morales, aunque el oficialismo siempre les advirtió que el contenido sería similar. Más allá de las críticas y el sabor amargo por la foto que no fue, en la UCR aseguran que los puentes siguen en pie y que el encuentro se puede concretar en otro momento.

 

No queda mucho tiempo por delante hasta que se defina la negociación. Los radicales repudian las acusaciones de obstruccionismo que lanzan en el Frente de Todos.  “Sólo fue otro gesto de buena voluntad que el gobierno desaprovechó”, atajaron cerca de Morales y lanzaron una aclaración que también escucharon sus interlocutores oficialistas. “Nosotros no haremos lo que le hizo Domingo Cavallo a Raúl Alfonsín. Mingo fue a hablar con los bancos extranjeros para decirle que no le prestaran un solo dólar cuando (Carlos) Menem ya había sido electo presidente”, sentenció un memorioso radical para repasar la traumática transición posterior a las elecciones anticipadas del 14 de mayo de 1989. 

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

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