PERONISMO PARA ARMAR

¿Nos quedará Daniel?

En medio de la estampida de presidenciables, en el Frente de Todos ya se preguntan si al menos Scioli querrá ser candidato.

El peronismo, la fuerza política que, en sus 77 años de historia, se ha caracterizado por su vocación de poder, no tiene quién se le anime a la carrera presidencial 2023. Ante tan insólita inapetencia, en el Frente de Todos se preguntan: ¿Nos quedará Daniel, al menos?

 

Creer o reventar, al menos hasta el cierre de esta nota, la coalición panperonista no tenía candidato.

 

Alberto Fernández, presidente en ejercicio con derecho jurídico a postularse para un nuevo mandato, dijo que sí, pero después dijo que no. Ni Mauricio Macri, hacedor del primer tiempo trágico 2015-2019, se animó a tanto renunciamiento.

 

En los últimos días, el jefe del Estado ensayó algunos pataleos. Designó sin consultar a nadie a las reemplazantes de dos ministros y una ministra y en el cierre de IDEA, en Mar del Plata, le dijo a la platea premium del Círculo Rojo que lo escuchaba que él no pide coimas -el señor Alfa metería después el dedo en esa llaga- ni espía. O sea, que no es Cristina ni Mauricio; que es mejor que las dos figuras estelares de la grieta. ¿Que no lo den por vencido? Sin embargo, a estas alturas de un gobierno fallido, con la inflación y la pobreza volando y con su gabinete en estampida preventiva, el sueño de la reelección parece tener destino inevitable de pesadilla si al mandatario se le ocurriera insistir en hacerlo realidad.

 

Sergio Massa decidió convertirse en calabaza antes de las 12. El plan era que le dieran todo el power para proyectarse como un rayo a la carrera por la presidencia, pero, una vez que lo tuvo, el ambicioso hincha de Tigre cambió el 3 por el 7 y salió a vender que el proyecto quedaba congelado hasta el siguiente turno electoral. El horno, vio, no está para bollos.

 

Ahora, contó Gabriela Pepe este domingo, el superministro corre contra el tiempo. Marcó mayo en el calendario del año que viene. Para esa fecha, el gráfico de la inflación tiene que ser una flecha descendente. Si no, estima, no hay chance. La aspiración tiene bemoles: para llegar a mayo deberá atravesar los meses calientes del primer trimestre: los precios suelen ponerse picantes en marzo, sobre todo.

 

El Frente de Todos parecía tener candidata. Como viene contando Letra P, el clamor por CFK 2023 venía ganando volumen y temperatura. En la plaza del 17-O aparecieron carteles y se escucharon cánticos que pedían el regreso de la dos veces presidenta al ruedo electoral; figuras relevantes del universo K alentaron explícitamente una candidatura de la vice para volver a la Casa Rosada y el viernes -ayer nomás-, en un acto de La Cámpora santafesina, la hinchada también coreó "Cristina Presidenta".

 

Sin embargo, este lunes a la mañana, el hijo de la vice, Máximo, diputado y jefe del PJ bonaerense, le tiró un balde de cubitos a la hinchada de su madre y al operativo Volveremos que la propia tropa camporista venía calentando. “Yo creo que Cristina no va a ser candidata”, sorprendió. Pffff. ¿Y ahora?

 

¿Daniel está?

En 2015, el entonces gobernador bonaerense Scioli se quedó con la sangre en el ojo: perdió el ballotage contra Macri por un punto y medio. Desde entonces, no ha podido calmar una insoportable sed de revancha.

 

La salida tumultuosa de Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo le abrió una ventana de oportunidad. El embajador Scioli volvió de Brasilia para hacerse cargo de esa cartera con el traje de candidato puesto, pero la fe y la esperanza le duraron un suspiro. La salida más tumultuosa todavía de Martín Guzmán disparó una crisis que se llevó puesta a Silvina Batakis en 24 días y el huracán Massa lo depositó de nuevo, sin escalas, en la capital brasileña.

 

Allá, en Brasil, pero en San Pablo, Lucio Garriga Olmo, que cubría para Letra P la primera vuelta de las presidenciales de ese país, le preguntó si mantenía en pie su proyecto de revancha. Cauto -más que nunca desde que tuvo que guardar violín en bolsa-, el exvicepresidente la tiró afuera: “Ahora estoy enfocado en mi trabajo de embajador”.

 

“¿No nos quedará Daniel?”, se preguntan en el Frente de Todos. Scioli siempre está, pero ahora pone condiciones. Para volver, debería volver a lo grande. Jefe de Gabinete. Con Massa de superministro en funciones, esos términos parecen de cumplimiento imposible. Los vecinos de Tigre arrastran una pica de muchos años. Encima, la conferencia de prensa que dieron cuando el Pichichi estaba de salida: Massa yéndose -dos besos mediante- y Scioli hablando solo.

 

Insólito: el peronismo no tiene candidato. Tampoco candidata. ¿Daniel está? A esta altura del deterioro del gobierno del Frente de Todos, ni la insoportable sed de revancha de Scioli parecería alcanzar. ¿Scioli el ignífugo, el rey de la fe y la esperanza, estaría dispuesto a lanzarse a una misión suicida?

 

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El intendente de Santa Fe Juan Pablo Poletti.

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