LETRA P EN SAN PABLO

En el último debate, Bolsonaro y Lula abrazaron sus votos y la grieta

Un viernes callejero que olvidó el último cara a cara. Un presidente rabioso, decidido y fuerte. Un retador tranquilo y parsimonioso. El efecto Viagra.

SAN PABLO (Enviado especial) El ballotage que protagonizarán este domingo el presidente Jair Bolsonaro y el candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, será la elección más importante de los últimos 40 años, pero, en la noche de este viernes, las calles de esta ciudad no lo perciben. A pocos minutos de que el último debate presidencial comience en los estudios de la red O Globo, simpatizantes en bicicleta del viejo líder sindical irrumpen a los gritos. Mientras tanto, los televisores de los bares pasan un partido de la segunda categoría del fútbol nacional. 

 

Fiel al estilo de su campaña, el primer tema que propuso para debatir el expresidente fue el de la economía. Como contó Letra P, en su equipo sostienen que sus antecedentes como jefe de Estado y la actual crisis que golpea al oficialismo son favorables a su candidatura. La discusión pasó por el poder de compra de la clase trabajadora y el retraso del salario mínimo con relación a la inflación, que es la más alta de los últimos 30 años. “Quédate aquí, Luiz Inácio”, le dijo Bolsonaro a su oponente mientras lo invitaba a su lado para escuchar los argumentos que tenía, a lo que el exisindicalista respondió: “No quiero estar cerca tuyo”. 

 

También bajo el guión de su campaña, Bolsonaro repitió la estrategia que busca presentar la elección del domingo como una batalla entre David y Goliat. “Tuve una pandemia por delante, todo el mundo sufrió las consecuencias del covid”, dijo para escapar de las críticas económicas y buscó levantar su candidatura: “El sistema está contra mí, incluso las grandes cadenas de televisión”. Al igual que en el anterior debate, el jefe de Estado llegó acompañado por el juez que encarceló a Lula, su exministro de Justicia Sergio Moro. La foto buscó atar el voto de la clase media que rechaza al PT por las causas de corrupción que pesan en su contra, uno de los puntos sobre los que machacó el jefe de Estado.

 

Durante las casi dos horas que duró el mano a mano, los dos candidatos le hablaron a sus núcleos duros y esquivaron sus respectivas polémicas para evitar errores no forzados. Esta ecuación es de suma cero. Si bien no se equivocaron grueso y no deberán pagar las posibles consecuencias de lo que eso hubiera significado, tampoco lograron seducir el voto de los sectores indecisos, que llega, según distintas encuestas, al 10%. Durante sus presentaciones, Bolsonaro se mostró más fuerte y decidido, pero, por momentos, las revoluciones lo llevaron a mostrarse rabioso. Por su parte, Lula apareció más calmo que en otros debates, con un mayor control del tiempo y en modo zen: cerró la mayoría de los bloques pidiéndole perdón al pueblo por el presidente que tiene el país. 

 

En el segmento elegido para debatir la pandemia de covid-19, el candidato opositor le reprochó al oficialista su política sanitaria y su retraso en incentivar la vacuna, lo que le costó la vida, aseguró, a 300 mil personas. “Algún día vas a pagar por eso”, le disparó. El jefe de Estado se defendió con su estrategia conocida: la responsabilidad fue de los gobiernos estaduales y la vacuna se compró tan rápido como se pudo. “Si estás vacunado, dame las gracias”, le dijo. Cuando Lula le preguntó por la compra de 35 mil dosis de viagra por parte de las Fuerzas Armadas, el mandatario se quedó sin armadura. “Se usan para un tratamiento de la próstata”, balbuceó para intentar justificar una causa que investiga la justicia federal. 

 

Los bloques restantes, dedicados a la defensa de la constitución y la salud, también fueron utilizados para reafirmar la polarización a la que apuestan ambos candidatos. “Lula defiende la invasión de tierras”, dijo el presidente, mientras que su oponente lo acusó de “amenazar todos los días a los ministros de la Corte Suprema”. “Sos el líder de una organización criminosa”, reiteró Bolsonaro, quien llamó “abortista” al líder del PT cuatro veces. Como relató Letra P, la religión tiene una influencia muy fuerte en estos comicios y la interrupción voluntaria del embarazo se volvió una importante disputa que obligó a Lula manifestar su rechazo público

 

En su discurso final, el candidato del PT reiteró su mensaje de agradecimiento y aseguró que bajo su presidencia “Brasil funcionaba”. “Podemos reconstruir este país, depende del voto de ustedes este domingo”, cerró. “No elegimos al próximo presidente, elegimos el futuro de nuestra nación”, remató Bolsonaro. Con un refuerzo de la polarización, los dos candidatos se retiraron de los estudios de televisión y comenzaron la espera final de los resultados. 

 

Florencia Klipauka, diputada de La Libertad Avanza. Abandonó el bloque de Miguel Ángel Pichetto. 
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