BALI (Enviada especial) La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó al presidente Alberto Fernández luego de que el mandatario sufriera una descompensación antes de ingresar al plenario de líderes del G20, donde debía dar un discurso sobre seguridad alimentaria y energética.
El llamado ocurrió tras el episodio que padeció Fernández producto de una gastritis erosiva que generó un sangrado y una consecuente "baja de la presión".
La última vez que el jefe de Estado y la vice habían dialogado fue el 2 de septiembre, un día después del intento de asesinato que sufrió la vicepresidenta en la puerta de su casa en el Recoleta. El contacto se produjo en medio de la fuerte interna que atraviesa el Frente de Todos (FdT) de cara a las elecciones del próximo año. Hasta el momento, ninguna de las dos principales figuras de la coalición gobernante descartó presentar su candidatura en 2023.
En el hotel Meliá, el Presidente dialogó con un grupo de periodistas que cubre la gira y dio detalles de su estado de salud: “Tuve esta mañana una descompensación, producto de una gastritis erosiva que generó un sangrado que generó una baja de la presión importante. Para verificar exactamente el nivel de sangrado nos trasladamos a un hospital de Bali al solo efecto de hacer una endoscopía”.
El primer mandatario había llegado sin complicaciones al Centro de Convenciones de Bali a las 9.15 y recibió la bienvenida oficial en el Hotel The Apurva Kempinski -donde se desarrolla la Cumbre-, saludó a su par de Indonesia, Joko Widodo, e ingresó dispuesto a participar de la sesión plenaria. Sin embargo, poco antes se descompensó.