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NEGOCIO MUNDIAL

Dólares en fuga a Qatar: agosto fue récord con una salida de 758 millones

El ritmo del turismo al exterior recuperó los niveles de mediados de 2018 y las divisas se van más allá del Mundial.

El año del Mundial de Fútbol despertó pasiones y, también, a los dólares. A la par del movimiento concéntrico del turismo a Qatar, argentinas y argentinos comenzaron a armar valijas para salir del país con destinos múltiples a un ritmo que no se observaba desde mediados de 2018. La fiebre de los vuelos al exterior superó, en cantidad, a las personas que viajan al Mundial y activó las alarmas del Gobierno, que custodiaba las divisas estadounidenses en medio de la sangría que afectaba a la producción nacional.

Según un informe de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) que citan en el Ministerio de Turismo y Deportes, la demanda de entradas para ver a la Selección Argentina en los partidos de fase de grupo superó las 63.000 localidades, pero, de esa cifra, se estima que 50.000 corresponde a argentinos y argentinas que van a alentar a la Albiceleste y el resto, a hinchas que se movilizan para ver al ídolo Lionel Messi y al fenómeno de la Scaloneta.

Sin embargo, de esa porción de connacionales que pisarán tierras qataríes, apenas 15.000 partirán desde suelo argentino. Ese cálculo, que el Gobierno no tiene cerrado porque ninguna de sus dependencias lo confeccionó, según confesaron fuentes de distintos ministerios consultadas por Letra P, es ínfimo en relación con la fuga de dólares que se experimentó desde junio pasado, con pico en agosto, cuando coincidía con el grueso de las compras de pasajes y paquetes turísticos para estar en Qatar desde el 20 de noviembre.

Un argentino que estará en ese país para ver a la Argentina gastará, al menos, 6.000 dólares entre pasajes en avión, estadía, gastos de comida y entrada a un partido. Esa base se incrementa en 3.600 dólares si compra el abono completo para los tres partidos de grupo, pero también hay que sumarle los costos de la vida diaria.

Ahora, a medida que avanza la competencia, todo se encarece hasta llegar al punto máximo: el partido por el tercer puesto y la gran final tienen un piso de 6.700 dólares y un máximo de 34.300 dólares, según la FIFA.

La pasión se anticipó al dólar Qatar

Alertado por una demanda extraordinaria de divisas para turismo emisivo, el ministro de Economía, Sergio Massa, apuró el operativo “dólar Qatar” para encarecer aún más las salidas del país y fortificar al cepo de viajantes al exterior. Con disminución de las restricciones por la pandemia, desde enero de este año el piso de dólares utilizados para viajes, pasajes y otros pagos con tarjetas de crédito otorgadas en la Argentina trepó a los 414 millones y volvió casi al ritmo pre-Covid de diciembre de 2019.

Según el informe estadístico del sector externo que elabora el Banco Central, al que accedió Letra P, la sangría mantuvo una curva ascendente y llegó a su techo en julio y agosto, con 758 millones de dólares emitidos, y recién en septiembre aflojó, pero sólo en 22 millones de dólares. Fue entonces cuando Massa anunció el encarecimiento de los viajes al exterior, asociados con la fuga de dólares que los argentinos y las argentinas usarían en el contexto de la disputa deportiva. Sin embargo, el Gobierno sabe que la sangría no responde al Mundial, sino a la posibilidad de hacer turismo con dólares baratos del BCRA.

“Las compras con tarjetas para ir al Mundial ya estaban todas realizadas cuando se implementó el dólar Qatar, por lo que la decisión buscaba frenar el uso indiscriminado de dólares que tenían el beneficio de las devoluciones en concepto de adelanto del pago del Impuesto a las Ganancias”, sostuvo una fuente del equipo económico. Esa afirmación dejó claro que la movida no buscó desalentar el viaje para alentar a la Selección, sino el turismo emisivo, a contramano de los beneficios que el Gobierno imprime para los destinos nacionales con el programa Pre Viaje, en sus distintas versiones.

El fenómeno mundial nace casi el día posterior al cierre de la última edición. Hinchas de Argentina que estarán presentes en la Copa del Mundo señalaron que compraron pasajes, entradas y estadía con “mucho tiempo de anticipación”. Incluso, conformaron una suerte de fondos de inversión, donde ahorraban dinero y los ponían “a trabajar” en el mundo financiero, de modo de tener cubierto el efecto inflación y disponer su uso exclusivamente para el Mundial. “Armamos un fondo el Mundial pasado y con eso vamos pagando”, le contó a este medio Andrés, un joven de 32 años que estará en Qatar desde este fin de semana.

Aun a sabiendas de que el grueso de los dólares que se utilizará en el Mundial está liquidado, la Administración Federal de Ingreso Públicos (AFIP) anunció que la medida entró en vigencia, pero con poder retroactivo. Eso quiere decir que los gastos en el exterior con tarjetas de crédito emitidas en la Argentina después del 13 de octubre tendrán un recargo extra del 25% sobre el tradicional dólar tarjeta para los consumos realizados en moneda extranjera superiores a los 300 dólares/mes. Así, el dólar Qatar se convirtió en el tipo de cambio más caro del país, por encima del blue y de los financieros.

La incógnita ahora es si, para saldar los gastos de las tarjetas de crédito, las personas usuarias se volcarán al mercado paralelo o buscarán acceder al MEP para achicar el costo de la nueva carga impositiva. De ser así, podría generarse un efecto indeseado: agigantar la brecha cambiaria, que había abandonado la tensión gracias al ingreso extraordinario de divisas que dejó la liquidación de soja en septiembre.

Esa jugada de Massa despejó dudas de devaluación inmediata y permitió mejores condiciones financieras diarias. Aunque la preocupación por la pérdida de divisas se mantuvo y durante noviembre el BCRA mantiene un ritmo de ventas que preocupa al plantel de Economía, ya que se acerca a niveles récords, en un año con fuerte salida por importaciones.

Fuentes de la AFIP destacaron que la entrada en vigencia del dólar Qatar ya cumplió su objetivo: redujo a la mitad los gastos con tarjetas en el exterior. Hasta el 13 de octubre pasado, el ritmo de gastos diarios había trepado a los 40 millones de dólares diarios. Después de que se implementó la reglamentación 5272, se precipitó a los 20 millones y, según fuentes del equipo económico, en la actualidad el uso del pago con esa modalidad tocó el mínimo histórico.

Las restricciones al turismo emisivo, acelerado por el efecto Mundial, llegaron para contraponer la crisis de las importaciones de insumos y bienes de capital que sufren las industrias nacionales. El mundo empresario había alertado que, ante la posibilidad cierta de parates en la producción por la falta de dólares para pagar las compras en el exterior, utilizar divisas en gastos suntuosos o turísticos chocaba contra el plan de industrialización planteado por el propio gobierno.

Más allá de la implementación de la medida y su éxito parcial, las demoras que se impusieron ante la implementación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) llegaron a las fábricas, que ya funcionan a media máquina. Con un verano para atravesar y un marzo con efectos de sequía en el campo que pueden afectar las liquidaciones del agro, el dólar Qatar parece encaminarse a ser el nuevo tipo de cambio que llegó para quedarse.

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