CÍRCULO ROJO

Estados Unidos quiere jugar todos los partidos en Argentina

Con el embajador Stanley como ariete, fogonea el clima de negocios a varias puntas. Energía y alimentos, las vedettes. Equilibrismo para surfear la interna.

El embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley, mostró que el gobierno de Joe Biden puso en la cancha de las relaciones diplomáticas con nuestro país una cintura política que le permita esquivar el clima de rivalidad electoral que se vivirá durante todo el año próximo y, a la vez, no quedar entrampado en las internas en las que se bambolea el Frente de Todos. En el Foro empresario Argentina-Estados Unidos, que se realizó este jueves en el Palacio San Martín, el alfil de la Casa Blanca mostró la importancia que recuperó la economía argentina para los negocios estadounidenses y dejó claro que mantiene vínculo con los tres sectores del oficialismo. No faltó allí, sin embargo, el reclamo de reglas claras y estables para “ser creíbles” a la luz de las inversiones, porque los negocios son a mediano y largo plazo y superan los mandatos presidenciales.

 

Stanley participó de la apertura del foro, junto al canciller argentino y anfitrión, Santiago Cafiero, y distendió la formalidad diplomática con elogios hacia la performance de la selección de fútbol en el Mundial de Qatar. Con todo, también alertó por un posible cruce de Argentina con Estados Unidos en cuartos de final: “me voy a tener que ir a Brasil ese fin de semana”, bromeó. Esa fue la antesala de un discurso en donde dejó claro que las condiciones mundiales, con guerra y Covid de por medio, revalorizaron la función de los países que tienen condiciones naturales para sortear los conflictos alimentarios y energéticos que demandará el mundo.

 

“Tienen un gran embajador en Estados Unidos. Estuve en dos oportunidades con él en Washington, cuando acompañé al ministro Sergio Massa y antes cuando viajamos con el ministro Wado de Pedro y los gobernadores”, destacó Stanley. Esas menciones, que podrían ser caprichosas, no parecieron ser casuales. Tanto Jorge Argüello, el embajador aludido, como Cafiero, a quien agradeció por abrir el Palacio San Martín para recibir a la cámara de comercio de EE.UU, Amcham, responden al poder del presidente Alberto Fernández. El jefe del palacio de Hacienda es un posible candidato presidencial y el ministro del Interior no solo representa a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino que incluso es mencionado como integrante de una fórmula con Massa.

 

Bajo el lema “Repensando las cadenas de valor”, los gobiernos de ambos países abrieron la puerta para lograr inversiones en el país que permitan el desarrollo local, pero con presencia de empresas norteamericanas en los dos sectores clave del mundo actual: los alimentos y la energía. Hay algunos focos que pueden ser llave para la llegada de dólares al país y que impliquen seguridad de abastecimiento para un mundo demandante: el gas de Vaca Muerta y el potencial que podría extraerse de las exploraciones off shore; el litio del norte argentino, como base de la electromovilidad; y el desarrollo tecnológico para los negocios agroindustriales.

 

Hubo un antecedente que allanó el clima, cuando se actualizó el plan de trabajo para la exportación de fruta a los Estados Unidos, que contempla arándanos, cerezas, peras, manzanas, duraznos y nectarines. “Hoy llegó el primer embarque a Miami y los consumidores ya encuentran en las góndolas esas frutas”, dijo Stanley. El Gobierno considera que ese “logro se enmarca en una relación comercial sólida y estratégica, siempre con posibilidades de expandirse y diversificarse”. Un dato clave: Estados Unidos es el primer inversor extranjero directo en nuestro país.

 

El rol en la producción mundial es central, porque la regionalización de las cadenas de valor globales redefine el lugar que ocupará el país: más cerca de la primarización o del valor agregado. “Hay una gran posibilidad para la Argentina y para Estados Unidos de poder integrar estas cadenas de suministro justas y seguras. Queremos un modelo de desarrollo con justicia social. A la hora que se empieza a dar este debate, América latina y el Caribe y específicamente la Argentina tienen que tener un rol y sentarse en la mesa discutiendo qué eslabón de la cadena queremos ser. Si solo vamos a ser un eslabón de materias primas, sabemos que no es ese un modelo que contenga a los 47 millones de argentinos. Necesitamos que en ese eslabón podamos incorporar ciencia, tecnología y agregarle valor. Tenemos que buscar también la equidad territorial como fundamento para avanzar de modo equilibrado y balanceado en todo el territorio nacional. Estos son los desafíos que tenemos por delante”, sostuvo Cafiero.

 

Sin embargo, no son todas rosas. En ese mismo cónclave, en donde el funcionariado de la Cancillería ejerció la moderación del foro, se escucharon algunos reclamos. Por caso, la gerenta general en Argentina y vicepresidenta para Sudamérica de Excelerate Energy, Gabriela Aguilar, exigió “credibilidad” para que arriben al país las inversiones energéticas. “Tenemos que ser creíbles como país, porque en la historia hubo acuerdos que no se cumplieron. Actualmente hay contratos solamente estacionales. Por eso tenemos que generar las condiciones, tanto técnicas como legales y regulatorias, que permitan potenciar la llegada de inversiones. Hay que aprovechar que la Argentina está libre de conflictos bélicos y raciales, cosa que es muy importante a nivel global”, concluyó.

 

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