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Pese al blindaje de Larreta, brotan los secretos mal escondidos de D'Alessandro

Tras el escándalo de la cumbre en el lago de Lewis, revelan nuevos chats del ministro porteño: diplomacia porno con la Corte y licitaciones amañadas.

Horacio Rodríguez Larreta venía preocupado por el striptease del teléfono de su ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, aunque lo aliviaba que el conflicto por la coparticipación hubiera sacado ese tema vergonzante del primer plano. La tranquilidad le duró poco al jefe de Gobierno, quien en su momento compró la pueril explicación del funcionario sobre un presunto hackeo y falsificación de sus chats. Como se dice ahora, eligió creer, pero ya no tiene margen para no hacerse cargo del tema -hasta ahora, hizo lo contrario: el 5 de diciembre, su tropa parlamentaria bloqueó en la Legislatura local un pedido de juicio político contra el funcionario apuntado-. 

 

La divulgación de nuevos mensajes de texto reveló que D’Alessandro no sería solo un compañero de andanzas de jueces y fiscales con cargo al Grupo Clarín en Lago Escondido, con quienes complotaría para encubrir delitos de dádivas o algo más. Ahora surgen indicios de relaciones peligrosas.

 

Por un lado, el material filtrado indica que frecuentaba el restaurante El Secreto del hotel Four Seasons con su amigo Silvio Robles, mano derecha del juez supremo Horacio Rosatti. Los nombres de los lugares que visita el jefe de la seguridad de la Ciudad parecen ideados por un guionista poco talentoso, pero eso es lo de menos. Ambos –D’Alessandro y Robles– al parecer departían indebidamente sobre el curso de la causa por la coparticipación en el alto tribunal, así como sobre la que dirime la integración del Consejo de la Magistratura. En esos textos, el vocero de Rosatti parece sugerirle argumentos políticos y legales a su amigo y hasta cursos de acción sobre cuándo dar y cuándo no dar cuórum en el Congreso para tener en el futuro buena suerte en la propia Corte.

 

Otros chats mostrarían a D’Alessandro recibiendo pedidos de favores –y, todo indica, concediéndolos– para ahorrarle multas y aceitarle contratos a Marcelo Violante, quien maneja el negocio de las grúas en la Ciudad de Buenos Aires.

 

–Hola Marce, necesito si me podés hacer el favor de reforzar lo que hablaste con el fiscal por la violación de clausura. Nos quieren aplicar una multa en pesos. Eso no tengo problema… pero le quieren aplicar probation al presidente de mi empresa, y es un amigo. Se podrá solamente pagar la multa sin la probation?? Porque sino va a quedar el antecedente.

 

–Si, me acuerdo. Ya está para resolver. Yo hablo.

 

Letra P pide perdón por los errores de redacción y ortografía, así como por la pornografía de pésimo gusto que surge del intercambio: es el precio de serle fiel al original.

 

La procedencia de ese material, que obliga al uso del condicional, impediría su uso como prueba judicial, a no ser que D’Alessandro fuera sincero sobre la pureza de su accionar y aceptara entregar su móvil para que la Justicia lo examinara. Desde el primer escándalo, el de Lago Escondido, la sociedad espera sentada que pase algo de eso o que presente una renuncia que ya luce inevitable.

 

El gobierno nacional cree haber encontrado la pistola humeante de la corrupción en la administración porteña y, también, de la colusión entre la Ciudad y la Corte Suprema, que convertiría en algo más que una causalidad que sus fallos siempre resulten favorables al PRO y contrarios al peronismo.

 

El ministro de Justicia, Martín Soria, fue el vocero de la indignación oficial y seguramente será fustigado por la oposición por haberse hecho eco de información de origen espurio. En lo que a la opinión pública respecta, eso equivaldría a que alguien le reprochara a su pareja haber descubierto una infidelidad de años fisgoneando su teléfono. 

 

La desorientación de la ciudadanía que se interesa por estos asuntos no podría ser mayor. Algunos medios masivos –ágiles para divulgar otras escuchas o filtraciones ilegales– acaso tarden en advertir que allí hay información de interés público, lo que, de acuerdo con los estándares periodísticos internacionalmente aceptados, hace ampliamente publicable ese material. ¿Alguien se hará cargo de Lago Escondido y de El Secreto? ¿D’Alessandro –el jefe de una policía que anda en patrulleros sin patente y que manda a sus efectivos a pudrir manifestaciones pacíficas sin identificación– seguirá en su cargo como si nada o Rodríguez Larreta comprenderá que su ministro ya lo complica gravemente en un momento delicado de la precampaña electoral? Las bancadas del Frente de Todos embistieron en el Congreso, con fiereza, contra Rosatti, pero ¿qué... diantres se hace con la Corte?

 

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