PROYECCIÓN '23

Con cotillón liberal, Bullrich le tiende una mano al ala herida del PRO cordobés

Cierra un acto con halcones para contener a quienes reprochan su preferencia por Juez. La estrategia del senador para desmarcarse del dedazo nacional macrista.

 

La lista de quienes tomarán la palabra es potente: economistas como el diputado PRO Luciano Laspina Fausto Spotorno, Diana Mondino y Francisco Gismondi; el exsenador Federico Pinedo; el analista internacional Luis Rosales y la jurista María Eugenia Talerico; los también diputados nacionales amarillos Waldo Wolff, Fernando Iglesias  y Omar de Marchi; y el legislador porteño Roberto García Moritán son algunos de los nombres que puso en circulación la diputada cordobesa y anfitriona, Laura Rodríguez Machado, y que se completa con el hombre que Bullrich imagina en la pulseada bonaerense contra Diego Santilli, el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel.

 

Reducir semejante despliegue a la pesca del voto liberal en Córdoba es inocente. En las elecciones legislativas pasadas, las dos listas que decían ser las patrocinadas por Milei, pero desconocidas por él, apenas alcanzaron (juntas) el 3% de los votos positivos. La ausencia de aspirantes provinciales que la gente identifique explica la escasa penetración de una tendencia que, a nivel nacional, sorprende por la expectativa que genera. Es evidente, entonces, que Bullrich no está interesada en utilizar su reconocimiento nacional, o los buenos números en los sondeos provinciales, para pescar ese voto que se le puede escapar a Juntos por el Cambio (JxC), producto de la debilidad de los partidos liberales cordobeses.

 

Los objetivos de la “comandante” son más ambiciosos. Bullrich está dispuesta a explotar lo que sembró el expresidente Mauricio Macri en Córdoba y ella cosechó en las pasadas elecciones legislativas con el triunfo de la dupla que amadrinó y arrasó en las urnas, Luis Juez y Rodrigo de Loredo.

 

La exministra de Seguridad envía desde esa Córdoba amarilla un mensaje a su rival en la interna PRO por la candidatura presidencial, Horacio Rodríguez Larreta. Comienza a muscular el territorio con un despliegue de cuadros técnicos y políticos para diferenciarse de un alcalde porteño que aún no consigue jefe de campaña, según se encargan de recordar en las líneas patricias.

 

Febrero. Bullrich con Juez y De Loredo, en su anterior visita a Córdoba.

Ya en el terreno de la micropolítica, esta visita de Bullrich a Córdoba promete marcar una nueva tendencia en el trato que cultiva con sus conmilitones. Nadie olvidará la cara de la dirigencia amarilla que la acompañó en su última visita de febrero cuando dijo a medios locales que “no era necesario” que un hombre o mujer del PRO encabezara una lista en el distrito en 2023. Ratificar su preferencia por Juez le trajo muchos problemas puertas adentro del espacio. La línea macrista del partido -integrada por el exministro de Turismo Gustavo Santos; la diputada Soher El Sukaria y el legislador provincial Darío Capitani- admite en público que el “límite” es el senador quien, para colmo, trató de corruptos a las figuras de JxC que promovieron la ley de juego online en la Legislatura provincial.

 

Queda claro que el macrismo no se encolumnará detrás del líder del Frente Cívico, hasta ahora el mejor posicionado para aprovechar los grises de la renovación peronista y disputar con chances la sucesión de Juan Schiaretti. Con todo, Bullrich no puede presentarse como la presidenta de una parte del PRO y darse el lujo de descartar dirigentes en el marco de un armado nacional.

 

Aquí es donde el escurridizo Juez le da la oportunidad a Bullrich de retomar el diálogo con la línea que responde a Macri en Córdoba y trabajar preventivamente en un escenario de ruptura local en 2023. “Si Bullrich fue la mariscala de la atomización en las primarias, ¿por qué no lo haría de nuevo?”, lanzan en el ala macrista, aún con heridas. Con la excusa del encuentro liberal, la exfuncionaria de Cambiemos dedicará tiempo de calidad con el PRO cordobés. Incluso, la única actividad comunicada fue el desayuno de trabajo de este domingo con todos los núcleos amarillos.

 

La gran pregunta que se hacían en los reductos cambiemitas de esta capital era si Bullrich y Juez agitarían la interna de la entente con alguna foto o encuentro. La organización del evento liberal confió que Juez y De Loredo estaban invitados por formalidad al cierre de este sábado a las 20, en la explanada del Hotel ACA, pero admitieron que no había en agenda un encuentro privado con el senador y remarcaron que la dirigencia del PRO tendría prioridad para dialogar con Bullrich.

 

La mesa chica de Juez informó lo mismo y buscó poner hielo a esta sociedad política que tantos revuelos armó. A Letra P confiaron la nueva estrategia del exembajador ecuatoriano: “no es necesario tomar decisiones anticipadas”, reflexionan. ¿Qué significa? En primer lugar, que si hay foto entre el exintendente y la jefa PRO no se explotará políticamente. En segundo lugar, y más importante, es que Juez se servirá de la estrategia del peronismo que lidera Schiaretti para revisar sus vínculos con los popes de JxC.

 

Hacemos por Córdoba diferiría los comicios provinciales de los nacionales para diferenciarse al extremo de la Casa Rosada y trabajar el apoyo del electorado cordobés para el candidato de la renovación del PJ, por ahora, Martín Llaryora. En este escenario, Juez no tiene necesidad de pegarse a Bullrich, a Larreta o al propio Macri. La jugada que confirmaron en exclusiva a este portal ya se sospechaba cuando Juez no se fue del recinto con el bloque PRO el 1 de marzo en la apertura de sesiones en el Congreso.

 

“Juez no asumirá compromisos. De abril a las elecciones nacionales habrá tiempo suficiente para romper, componer o reconstruir”, rematan voces autorizadas del Frente Cívico de Córdoba y que presentan una nueva cara de su jefe en la pulseada nacional.

 

La jugada es clara: Juez quiere testear el nivel de compromiso de la cúpula de JxC con su candidatura provincial.

 

Alex Wahnish, el rabino de Javier Milei. 
Pullaro, el ministro Cococcioni y la secretaria de Asuntos Penitenciarios. Con más de 1.800 celulares incautados en requisas en las unidades penitenciarias santafesinas.   

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