ECONOMÍA 2022

Reactivación y brecha, límites a la acumulación de reservas prometida al FMI

La posición del Banco Central solo mejora por los aportes del organismo. La soja vuela, pero las importaciones se llevan el rédito. Dudas que crecen.

El acuerdo para refinanciar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) establece como una de sus principales exigencias la acumulación de reservas en el Banco Central de la República Argentina (BCRA), objetivo que permitiría, de sostenerse en el tiempo, anclar las expectativas de devaluación del tipo de cambio oficial y las de inflación y, a la vez, comenzar a generar condiciones para el repago de esos compromisos y los también repactados con los tenedores privados. Sin embargo, el inicio de la temporada alta de las exportaciones de soja no está mostrando resultados a la altura de las expectativas, lo que enciende nuevas luces amarillas para la economía.

 

De acuerdo con el registro oficial del BCRA, el 25 de marzo se integraron al patrimonio de la autoridad monetaria los fondos girados por el FMI en concepto del primer desembolso del acuerdo de Facilidades Extendidas, que, en el inicio, cubre los vencimientos que debe afrontar la Argentina y deja un excedente para, justamente, mejorar la posición externa del país. El neto que se sumó entonces fue de 6.264 millones de dólares, lo que hizo que el valor bruto de las reservas saltara a 43.321 millones. Eso le permitió a Martín Guzmán señalar que, al menos en ese ítem, el Gobierno cumplirá en la primera revisión que harán los técnicos del organismo. Más adelante, habrá que transpirar para mantenerse en partido.

 

El match obliga. "No se prevé ningún salto en el tipo de cambio, sino que la política cambiaria seguirá en la línea del objetivo de acumulación de reservas internacionales para favorecer la resiliencia en el frente externo y para estabilizar las expectativas. Se plantea una meta de crecimiento de las reservas para 2022 de, al menos, 5.800 millones de dólares", indica el texto firmado con el organismo.

 

Sin embargo, desde el 25 de marzo, más que crecer, esos recursos declinaron levemente.

 

El último miércoles, antes del fin de semana largo por Semana Santa, finalizaron en 43.302 millones de dólares.

 

Fuente: Banco Central.

Con independencia de que el año permita cumplir la meta poco exigente en la materia acordada con el Fondo, la tendencia preocupa en la medida en que la actual campaña está dada por superprecios en la soja, bien superiores a los 600 dólares por tonelada. Asimismo porque el Central comenzó a validar, en base a lo prometido al FMI, una actualización del tipo de cambio oficial más en línea con la inflación, lo que debería constituir un incentivo para que productores y acopiadores liquiden sus existencias. Por último, porque la tendencia del dólar oficial ha superado con creces en las últimas semanas el desempeño de los paralelos.

 

Fuente: Rava Bursátil.

 

Claudio Caprarulo, director ejecutivo de la consultora Analytica, le dijo a Letra P que "la meta de acumulación de 5.800 millones de dólares de acumulación de reservas netas se va a cumplir. Entre otras cosas, va a haber un saldo positivo entre lo que desembolsa el propio Fondo y lo que habrá que pagarle".

 

"Y a eso hay que sumar el resto de los aportes de los otros organismos multilaterales", completo.

 

De acuerdo con el economista, la causa de las dificultades del Central para juntar divisas –algo crucial para el país más allá del acuerdo de Facilidades Extendidas– responde al crecimiento de las importaciones, muy superior al de las exportaciones –51,7% a 34,9% interanual a febrero–, y que en marzo superaron el récord histórico del mes precedente.

 

Fuente: INDEC.

Como números son números, en el BCRA comparten el diagnóstico. El crecimiento fuerte de las compras externas –algo que no es ninguna novedad en el contexto del rebote económico en curso– impide capturar lo que dejan ventas robustas.

 

A esto se remiten algunas de las críticas del cristinismo hacia el titular de la autoridad monetaria, Miguel Ángel Pesce, y a Guzmán. Según papers que llegan a manos de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, urge aplicar una administración más severa del comercio exterior, que destine las escasas reservas disponibles a las importaciones que se consideren esenciales para el crecimiento de la economía.

 

"La recuperación del nivel de actividad demanda más compras de bienes del exterior", explicó Caprarulo, a la vez que recordó que "mientras haya brecha cambiaria (N. del R.: entre los tipos de cambio paralelos y el oficial) siempre va a existir el incentivo a importar más allá de lo que se necesita". Esto último se da incluso cuando los tipos de cambio paralelos han cedido en las últimas semanas y la brecha se ha achicado al 60%, limitando las expectativas de megadevaluación.

 

No todo, encima, se refiere a la importación de bienes finales o de insumos necesarios para una industria dependiente. "Las compras de servicios al exterior también está creciendo, entre otras cosas por la recuperación de viajes al exterior", recordó.

 

"El deficit de servicios fue de 1.300 millones de dólares en el primer bimestre, 900 millones más que en igual período del año pasado. Por caso, aumentó 600 millones el déficit de gastos con tarjeta y turismo", ilustró el especialista de Analytica.

 

"La energía tampoco juega a favor: mientras las exportaciones aumentaron 150 millones de dólares en los dos primeros meses del año, las importaciones lo hicieron en 830 millones. Esa tendencia que se va a profundizar en los próximos meses", vaticinó.

 

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