TRANSPORTE & LOGÍSTICA

Colectivos del AMBA: cómo hacer 250 viajes a la Luna pagando 10% del boleto

Unas 18.000 unidades recorren esa distancia al mes. El Estado banca casi todo el costo de esos 141 millones de pasajes. Un cóctel salado de tarifas y subsidios.

Los colectivos de la región metropolitana del AMBA recorren por mes un total de 100 millones de kilómetros, equivalentes a 250 viajes a la Luna. Conforman un sistema integrado por 156 empresas operadoras de servicios de corta y media distancia que da trabajo a unas 55.000 personas. El 45% de sus costos operativos está destinado a los salarios de choferes y personal administrativo y la recaudación por la venta de boletos apenas alcanza a cubrir el 11% del valor real de cada viaje.

 

En medio de la nueva embestida de las provincias para que la Nación aumente los subsidios a las empresas del interior y la pulseada abierta con la administración de porteña Horacio Rodríguez Larreta para definir quién afronta la mayor parte de las ayudas económicas a las líneas porteñas, un trabajo de investigación del Instituto del Transporte de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) puso sobre el tapete los principales números y aristas económicas que rodean al servicio de colectivos del AMBA.

 

Bajo el título “El precio del boleto”, los investigadores Alejandro Sicra y Felipe González analizaron la realidad del sector y destacaron que “movilizar un colectivo cuesta, en promedio, algo menos de un millón de pesos por mes. Para mover todos los colectivos que circulan en el AMBA se necesitaban a fines del año pasado cerca de $17 mil millones mensuales”.

 

Hasta 2002, el costo del sistema se cubría exclusivamente con la recaudación por venta de boletos; es decir, que los usuarios pagaban la tarifa técnica. A partir de allí aparecen los subsidios y el Estado decide hacerse cargo de una parte del costo, desvinculando al precio del boleto -también llamado tarifa comercial- de la tarifa técnica. A mediados de los ‘90, con un Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) se podían adquirir 333 boletos al mes. Para 2006, esa cantidad se duplicó y alcanzó el máximo en 2012, cuando superó los 1800 boletos mensuales. Luego de múltiples vaivenes, hoy estamos en 1660 boletos con una tarifa a cargo del público que solo cubre el 11% del total de los costos del servicio.

 

El trabajo del Instituto del Transporte de la UNSAM detalló que en la región del AMBA existen 156 operadoras, entre pequeñas empresas que brindan unos pocos servicios y grandes grupos que cuentan con cientos o incluso miles de unidades. El parque total de colectivos asciende aproximadamente a 18.300 unidades, el plantel laboral abarca algo más de 55.000 personas empleadas y la prestación de los servicios implica por mes un consumo de 45 millones de litros de gasoil.

 

Costos bajo la lupa

 Al analizar los parámetros más significativos que intervienen en los costos del sector, el informe destacó tres cuestiones. En primer lugar, el cálculo de los costos operativos incluye las cantidades y precios de cada uno de los componentes necesarios para que una empresa funcione. En total se consideran 23 rubros. Los salarios, el combustible y la compra y mantenimiento de los vehículos representan más del 80% de los costos totales.

 

La porción restante está conformada por el beneficio empresario, los seguros y otros conceptos diversos, como el pago de impuestos y tasas o los gastos administrativos.

 

Este cálculo se va actualizando con cierta periodicidad, aunque en un contexto de alta volatilidad de precios se genera una constante diferencia entre los costos reconocidos y los reales. A menudo la primera víctima de ese desfasaje es el ciclo de renovación de unidades. Es lo que ha sucedido en los últimos años generando una pérdida de calidad del servicio producto del envejecimiento de la flota que hoy es un 25% más antigua que hace cinco años.

 

En tercer término, señala que el costo total del sistema rondaba, según los números de fines de 2021, los $ 17 mil millones mensuales. Si dividimos ese monto por los 141 millones de boletos vendidos en junio de 2021, el resultado da $120 por pasajero. Esto se conoce como tarifa técnica -o tarifa media sin compensación- y nos indica cuánto debería pagar cada persona para que el sistema se financie, íntegramente, con la venta de boletos.

 

Boletos y descuentos

En cuanto a la relación entre tarifas y subsidios y los descuentos adicionales que tienen casi el 50% de quienes usan el servicio en el AMBA, el trabajo de los técnicos de la UNSAM resaltó que en los ocho años previos a la pandemia, la recaudación por venta de boletos cubrió, en promedio, un tercio de los costos. Sin embargo, desde marzo de 2020 y hasta junio de 2021, lo pagado por los usuarios representó apenas el 11% de los costos reales.

 

A la vez, el boleto actual cuesta entre $18 y $23, pero hay un descuento del 50% al 75% si se trata de una o más combinaciones realizadas en un lapso de dos horas (“Red SUBE”). Además, hay un grupo beneficiario de la llamada “tarifa social” que tiene un descuento adicional del 55%. A eso se agrega que pueden viajar gratis tanto las personas con discapacidad como los estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario de instituciones públicas o privadas con aportes del Estado.

 

De los 141 millones de viajes realizados en junio de 2021, aproximadamente la mitad fueron tarifas “comunes”, mientras que el resto contó con algún tipo de descuento particular.

 

En lo que respecta a un eventual recorte de subsidios –uno de los puntos que forman parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)–, el trabajo de la UNSAM aporta dos datos contundentes. En primer lugar, advierte que la eliminación de subsidios para quienes pagan las tarifas comunes implicaría una suba en los boletos superior al 500%. En segundo lugar, resalta que la aplicación de esa medida le podría reportar al Estado un ahorro muy significativo, porque los desembolsos destinados al AMBA bajarían en un 53%.

 

Martín Menem y Karina Milei.
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