EL PREGUNTÓN

El Presidente aceleró el reloj y se lanzó a la reelección: ¿A por todo?

Al diario El País le había dicho que no estaba pensando en 2023. Después, en la tele española, anunció que "definitivamente" va a postularse. ¿Rompe?

Por la tarde, el diario El País de Madrid publicó una entrevista con Alberto Fernández. El Presidente mostraba la decisión de darle el debate a Cristina Kirchner, pero evitaba definiciones electorales sobre sí mismo. "No estoy pensando en 2023", se excusó y argumentó: "Falta mucho tiempo. En Argentina, el reloj corre de otro modo". Al parecer, era cierto: en España, donde inició su enésima gira europea, el reloj corrió más rápido y horas después, cuando caía la noche en Argentina, se conoció otra entrevista, esta vez en televisión, en la que no esquivó nada. "Definitivamente", respondió cuando le preguntaron si estaba decidido a buscar la reelección.

 

El entrevistador de TVE, el canal público español, le preguntó al Presidente si buscará un nuevo mandato en la Casa Rosada. "Sí, absolutamente. Con todas las fuerzas necesarias para que la Argentina se ponga de pie. Y la voy a poner de pie", respondió.

 

Sin embargo, al periodista no le resultó clara la respuesta, así que fue por la confirmación.

 

-¿Me está diciendo que sí?- repreguntó.

 

-Definitivamente- ratificó Fernández.

 

Como prueba de que la declaración no había sido un accidente, el Presidente fue por más, por la épica. "Si algo tenemos los peronistas es que no nos damos por vencidos", se golpeó el pecho y desplegó una amplia sonrisa.

 

A por todo

Efectivamente, el reloj corrió más rápido en España para Alberto Fernández. Las dos entrevistas que brindó este martes en Madrid dan cuenta de una decisión de pisar el acelerador y avanzar en una confrontación con CFK que, más allá de su convicción de no ceder ante las presiones y ratificar una y otra vez el rumbo del Gobierno y a su mesa de leales, había moderado con un discurso público marcado por la convocatoria a la unidad del Frente de Todos.

 

En las últimas horas, Fernández golpeó la mesa y decidió que ya era suficiente. Al diario El País le dijo: "No me preocupa el debate, me preocupa la obstrucción del Gobierno". No solo eso: marcó claramente diferencias con Cristina. "Hay cosas en las que no comparto su mirada", avisó.

 

¿El Presidente renunció a la paz o está sacando pecho para repeler las balas con dignidad y negociar desde un piso razonable de fortaleza?

 

¿Está decidido a hacer la Gran Néstor de 2005, cuando Kirchner rompió con Eduardo Duhalde, su mentor de 2003?

 

¿Va a romper formalmente el Frente de Todos, a contramano de la aspiración cristinista de "institucionalizarlo", el eufemismo que usan las huestes de CFK para camuflar la búsqueda del gobierno colegiado que rechaza el inquilino de la Casa Rosada?

 

¿Puede gobernar con el kirchnerismo definitivamente en contra si, a diferencia del patagónico, no se queda con la tropa de la madrina desheredada?

 

Malditas preguntas repetidas.

 

Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof. FOTO: Farid Dumat Kelzi / Red Boing.
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