La ciudad '23

La frágil coalición del PJ porteño camina hacia un choque inevitable

El FdT se debate entre Lammens, Marziotta y Santoro para soñar con gobernar la cuna del PRO. Celos y acusaciones cruzadas.

Tres nombres tiene en carpeta el Frente de Todos para tratar de arrebatarle la conducción de la Ciudad de Buenos Aires al PRO en 2023: el ministro de Turismo, Matías Lammens; la diputada Gisela Marziotta y el diputado Leandro Santoro, una tríada de dirigentes que deberán construir su camino al calor de la interna que atraviesa, en su propia escala, la coalición que es opositora en territorio porteño. 

 

A diferencia del escenario 2021, en el que existió un principio de acuerdo para definir las listas legislativas, la dirigencia del espacio anticipa discusiones, rosca al por mayor y una interna inevitable por otro trío. El senador camporista Mariano Recalde, el jefe de de asesores presidencial, Juan Manuel Olmos, y el sindicalista y dueño de un multimedios Víctor Santa María conforman la mesa chica del PJ porteño. Los tres apuestan a jugar cartas distintas. Alberto Fernández, además, no dejará de mirar lo que suceda con su pago chico y descuentan que, como lo hizo en las últimas elecciones, intentará dejar su marca a la hora de definir postulaciones.

 

En 2019, el jefe de Estado eligió a su actual funcionario, Lammens, como postulante a Uspallata 3160. Fue una apuesta que, si bien no consiguió el resultado esperado, logró 35 puntos en un distrito adverso para el peronismo, pintado de amarillo desde hace 15 años. La perfomance no fue despreciable y envalentona al ministro a buscar una revancha el próximo año, un deseo que no oculta del todo: según pudo saber este medio, el funcionario mantiene expectativas a la par de distintos equipos técnicos activos que trabajan en temas de la Ciudad, con Manuel Socías, su legislador de confianza, a la cabeza. No obstante, su entorno recita: "2023 está lejos y hoy Matías está concentrado en la gestión".

 

Precisamente, añaden en ese círculo de confianza, Lammens confía en construir su candidatura en base a gestión, enumerando lo que consideran "logros" a lo largo de este tiempo, como el PreViaje, la última temporada de verano récord y el programa Clubes en Obra. "Es un ministro muy reconocido por su tarea; la idea es seguir en ese camino", venden fuentes de la cartera de Turismo y Deportes. 

 

El vocal de la comisión directiva de San Lorenzo tiene algunos puntos en contra, no menores. Uno, es que no goza de la simpatía de La Cámpora, que le factura algunas declaraciones en contra de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner en sus tiempos de campaña electoral y su poco vínculo con dirigentes porteños en los dos últimos años. De hecho, son contadas las reuniones que mantuvo con legisladores del FdT y las actividades que desarrolló en el territorio que aspira a gobernar.

 

La compleja situación del club de Boedo también entra en juego. Lammens fue vicepresidente hasta hace días, poco después de la renuncia de Marcelo Tinelli en medio de una crisis desatada por el estado económico y deportivo de la entidad. Las marchas pidiendo elecciones se tornaron constantes y hasta hubo una manifestación en su distribuidora de vinos

 

El otro punto en contra para definir su candidatura es que está enfrentado con Santa María, una de las cabezas del peronismo versión Ciudad. Fuentes del entorno del hombre fuerte del Suterh graficaron ante Letra P que la pelea “es personal”, con un rencor que nunca terminó de diluirse y que, a esta altura, por la escala del conflicto, sería imposible de revertir en pos de un acuerdo. 

 

Cerca de Lammens retrucan que, a lo largo de los últimos meses, el sindicalista se encargó de utilizar sus medios para cuestionar su gestión, con críticas al programa Previaje y a la contratación de oficinas del ministerio. La tensión sobrepasó todos los límites. “Algunos piensan que extorsionando, apretando a través de los medios, uno se puede asustar. No es mi caso”, llegó a disparar el ministro en público.

 

Un dirigente del peronismo porteño, al tanto de las conversaciones que fluyen para soñar con la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta, indicó que Santa María intentó que Marziotta fuera la candidata a jefa de Gobierno porteño en 2019, un rótulo que no consiguió pero se quedó con el segundo puesto de la fórmula, como aspirante a vicejefa, un binomio que estuvo cargado de tensión. Tampoco pudo lograr que liderara la lista de postulantes a la Cámara baja el año pasado. Apostando a que la tercera sea la vencida, ahora tratará de que la periodista se convierta en la candidata en 2023, sin el ministro de Turismo de por medio. 

 

En esta danza de nombres, un sector del FdT pide la consideración de Santoro, diputado nacional y amigo personal de Fernández que viene de sufrir la paradoja de la fractura de su agrupación, Los Irrompibles, como adelantó Letra P. En privado, el legislador evita hablar del escenario y de una probable candidatura, algo que su entorno no descarta. Tiene margen: aceptó liderar la boleta para la Cámara de Diputados de la Nación en 2021 y cosechó casi 25 puntos. 

 

Otro dato que remarcan cerca del radical: pese a posiciones encontradas que tuvo con La Cámpora por el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la relación que sostiene con la agrupación de Máximo Kirchner “es excelente”, al igual que con Santa María. Si fuera cierto, sería un plus que le jugaría a favor si decidiera jugar por el premio mayor de la contienda porteña.

 

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