Todos contra todos

Con el salario en la mano y Evita en el corazón: para Alberto, sinceramente

Sábado peronista con mensajes hacia la interna de Kirchner. Que la unidad vaya más allá del espanto. Es la economía y Cristina conducción, recordó Kicillof.

LOS TOLDOS (Corresponsalía Buenos Aires) Con las tensiones internas sobrevolando, el peronismo bonaerense tuvo un nuevo sábado de super acción en la cuna de Evita, Los Toldos. La postal ofreció los condimentos propios de una celebración ante un nuevo aniversario del natalicio de la abanderada de los humildes: liturgia a pleno, imágenes icónicas, merchandising variopinto, una Eva Perón de bronce que salió al balcón a saludar y hasta audios que encendían el fervor previo de la militancia que, minutos antes del mediodía, ya había comenzado a modificar la apacible rutina de esta localidad del noroeste bonaerense.

 

Tampoco podían faltar las reminiscencias, que regaron el mensaje de quienes fueron oradores del acto de cierre. La más emblemática, pero también la más revestida de carga política hacia la coyuntura, la expresó el gobernador Axel Kicillof, que dejó en claro que "para el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde hay una necesidad, hay un derecho y donde hay un derecho hay una obligación". Y marcó de inmediato: "Nadie se puede olvidar para qué ganamos las elecciones, las ganamos para hacer valer esos derechos".

 

Ni el mandatario bonaerense, ni el titular del PJ provincial, Máximo Kirchner, mencionaron a Alberto Fernández. Tampoco hizo falta: "A Néstor y a Cristina nunca les tembló la pera para defender a la gente", espetó MK para cerrar su discurso envueltos en el punto más encumbrado del aplausómetro durante un nuevo acto (el segundo en apenas una semana) donde la estructura del PJ acentúa sus movimientos y exhibe musculatura.

 

Bajo ese cielo, las alusiones sobre el rumbo de la economía que timonea Martín Guzmán estuvieron al orden del día, concretamente, en sintonía con lo explicitado por la vicepresidenta el día anterior. Por si hacía falta, también dejaron en claro los liderazgos políticos: "Nos conduce una mujer", expresó el gobernador en medio de una concurrencia que, al cantar la marcha peronista de cierre, montó las estrofas aggiornadas por la JP con las figuras de Néstor y Cristina Kirchner.

 

La diversidad de tribus que se plasmó frente a la Casa-Museo de Evita anotó una fuerte presencia del camporismo de la Cuarta sección, pero también del Movimiento Evita de Moreno -referenciado con la intendenta de ese distrito, Mariel Fernández- y del peronismo matancero de la vicegobernadora Verónica Magario y el jefe comunal Fernando Espinoza.

Fue la intendenta del Evita (el armado más cercano al Presidente) la única que mencionó a "Alberto", a secas; y, en clave de pacificación, instó: "De ninguna manera una diferencia nuestra le debe entregar el sillón a un liberal". En la misma línea fue Magario: "No vamos a permitir que vuelvan aquellos que atentan contra el pueblo". Pero la matancera habló de "salarios de miseria".

 

Con el reciente mensaje de CFK en Chaco de fondo, el titular del PJ provincial, Máximo Kirchner, volvió a enfocar críticamente en el escenario económico y en la necesidad de "subir los salarios", bajo una atmósfera en la que presentó recientemente un proyecto para adelantar a julio los aumentos pautados por el consejo del salario. "Necesitamos que nuestro pueblo recupere poder adquisitivo". Con esa premisa central, el diputado nacional envió gestos de apaciguamiento al "suscribir" con los mensajes pro-unidad de Magario y Fernández. "Vengo de una casa con mucho debate, si alguno se asusta con lo que ve ahora...", lanzó para descomprimir la virulencia de la interna a flor de piel y, al mismo tiempo, convocar a dar los debates políticos "de cara a la sociedad" e "integrándola".

 

También en su racconto histórico relativo a la figura de Evita, Kirchner recordó que tiempo atrás se filtró la "tendencia" de hablar de peronismo, de un lado, y "evitismo", del otro: "Van agregando 'ismos' que nos busquen dividir", espetó en un contexto donde el lugarteniente del subcomandante Máximo, el ministro bonaerense Andrés Larroque enfatizó días atrás que el albertismo no existe.

 

Que la unidad vaya más allá del espanto hacia la amenaza neoliberal fue un sello indeleble en varias voces presentes bajo el sol sabatino de Los Toldos. "Hay que reorientar el modelo económico. No es un problema de nombres o de ministros, sino de dónde vamos a poner la mirada. 
Ha llegado el momento de cambiar el rumbo del barco", recalcó a Letra P la jefa del bloque del FdT en el Senado bonaerense, Teresa García, en la previa de la actividad. Y sentenció: "El discurso de Cristina fue muy emblemático, porque habló del amor y la esperanza que la gente depositó en nosotros y no lo podemos violentar de ningún modo, aunque esto nos lleve puestos a nosotros mismos y tengamos discusiones que no sean del agrado de algunos. Las discusiones públicas son saludables, hay que hacerlo arriba de la mesa y de cara a la sociedad, cuando los intereses que se tocan son los de la gente".
 

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

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