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MEDIOS Y PODER

Los varones, dueños y protagonistas

Los medios están lejos de la diversidad de voces. Las comunicadoras, bajo ataque y subrepresentadas.

Que faltan mujeres en espacios de decisión se dijo muchas veces y, casi todas esas veces, los cañones apuntan al Poder Ejecutivo, al Poder Judicial, a representantes del sector privado y, eventualmente, a los sindicatos, con la convicción de que son quienes definen los destinos del país. Poco se habla de los medios de comunicación, quizá porque serían ellos los encargados de denunciar la desigualdad en su interior. La subrepresentación de mujeres –ni que hablar de personas travestis o trans- es brutal en el periodismo: de acuerdo con una investigación reciente del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), con el apoyo de Google News Initiative, sólo en el 14% de los medios del país las posiciones jerárquicas están ocupadas por mujeres, por debajo de la Justicia Federal, donde el 31% de los altos cargos está ocupado por mujeres. Este diagnóstico se da en un contexto en el que las mujeres representan el 64% de quienes cursan carreras de comunicación y periodismo, mientras sólo ocupan el 34% del personal en las redacciones.

Según el informe de FOPEA, las directoras encabezan 354 de las 2.464 organizaciones relevadas. En los medios, igual que en otras empresas que requieren dedicación full-time, las mujeres tienen el techo de cristal muy cerca del piso pegajoso. Aunque el estudio no abarca a todos los principales medios masivos con base en la Ciudad de Buenos Aires, es un gran indicador de lo que ocurre en el periodismo nacional en este sentido. De hecho, según los autores de la investigación, las barreras para las mujeres son parejas en todo el país.

El liderazgo de las mujeres tiene aun menos espacio en los medios impresos. Apenas 26 de las 354 organizaciones que lideran son diarios. Lo novedoso, en todo caso, es que los medios digitales ofrecen más posibilidades de crecimiento: del total de medios dirigidos por mujeres, 221 son portales digitales.

La brecha no se cierra

El 6º Proyecto Global de Monitoreo de Medios (GMMP, por sus siglas en ingles), una iniciativa mundial de investigación e incidencia que analiza con perspectiva de género las noticias y el periodismo, coordinado por la organización WACC cada cinco años desde 1995, estima que, sin acciones afirmativas, se necesitarán al menos 67 años más para cerrar la brecha promedio de igualdad de género en los medios de comunicación tradicionales en todo el mundo.

El último reporte, realizado en 2020, relevó 116 países, incluida la Argentina. En total, se hizo un seguimiento de 30.172 noticias publicadas en periódicos, emitidas por radio y televisión y difundidas en sitios web de noticias y a través de tuits de medios en 2.251 medios de comunicación.

En término globales, entre 2015 y 2020, la aguja avanzó un punto hasta el 25 por ciento en la proporción de temas y fuentes que son mujeres. La mejora de un solo punto es la primera desde 2010 y es más visible en los medios radiales y televisivos. En la Argentina, aunque la brecha se achicó en la mayoría de los medios, en la radio todavía las mujeres están muy lejos de la paridad: son solamente un 35%.

También es grande la desigualdad en términos de fuentes de noticias, ya que representan menos del 30% en la mayor parte de los temas monitoreados, inclusive los relacionados con el COVID-19: aparecen mayoritariamente como testigos oculares, contando una experiencia personal o dando una opinión popular. Como expertas, en cambio, apenas en un 21 por ciento de los casos. Si se diferencia por medio, las mujeres, como fuentes de noticias, llegan a un 28% en televisión y sólo 18% en los diarios. Los portales de noticias incluyen a las mujeres sólo en el 23% de las notas publicadas y son escritas en un 18% por mujeres.

En los medios argentinos, las noticias vinculadas a la igualdad de género prácticamente no tienen espacio, puntualiza el informe de WACC: son un 3% del total, aunque, cuando se trata de temas como acoso sexual y violación, llegan al 29%. Otro dato relevante en este sentido indica que las las mujeres siguen apareciendo vinculadas a su estado civil o estatus familiar en un 22% de los casos, contra un 4% de los varones.

Para Sandra Chaher, directora de Comunicación para Igualdad, la organización argentina a cargo del monitoreo, “es extremadamente preocupante en la medida en que los medios de comunicación son coconstructores de sentido junto con muchísimos otros actores sociales y políticos. Argentina es un país con un histórico movimiento feminista que cada año reúne miles de mujeres en encuentros de debate de una potencia inusitada; acá se gestó el #NiUnaMenos -hoy, referencia regional y mundial- y se aprobaron políticas de comunicación y géneros pioneras en la región”. En este contexto, expresa Chaher, “la invisibilización de las mujeres en los contenidos periodísticos debe ser entendida como una forma de resistencia y sexismo anclada específicamente en los medios de comunicación”.

Violencia en línea

La invisibilización y la falta de igualdad de oportunidades son solo algunas de las violencias que experimentan las mujeres periodistas. Distintos estudios recientes revelan que la violencia de género ejercida en las redes sociales afecta especialmente a las periodistas y a mujeres que expresan sus ideas políticas en esos espacios y que ese hostigamiento provoca daño físico, emocional, autocensura y abandono de la profesión, entre otras consecuencias.

Los reportes 2021 sobre violencia en línea a mujeres periodistas o que trabajan en medios de comunicación realizados por Unesco junto al Centro Internacional para Periodistas (ICFJ), por la Federación Internacional de Periodistas, por Reporteros sin Fronteras y por la International Women’s Media Foundation concluyen que las consecuencias de la violencia en línea contra comunicadoras va en desmedro del sistema democrático.

El de Unesco e ICFJ, que compiló entrevistas a 901 periodistas de 125 países –Argentina, entre ellos- indica que “los principales perpetradores de la violencia online son trolls anónimos y actores políticos" y que los ataques "no son aislados, sino sistemáticos y orquestados".

Otro trabajo en el mismo sentido, el de la International Women's Media Foundation y Troll-Busters, sostiene que "son las periodistas las que reciben, en promedio, tres veces más comentarios inapropiados o insultantes que sus colegas hombres en redes sociales" y que "esa violencia tiene efectos disuasorios, ya que genera autocensura y vergüenza".

La situación de desigualdad en la gran mayoría de los medios de comunicación no dista en nada de lo que ocurre en los distintos sectores de la sociedad. La diversidad de fuentes, protagonistas y voces todavía es un horizonte lejano. La demanda es la misma: la participación de las mujeres y personas lgbttq+ en la toma de decisiones y la transversalización de la perspectiva de género en todos los espacios no solo es un derecho, sino una oportunidad para mejorar la calidad del periodismo y de la democracia.

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