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Macri sintió la grieta en carne propia: insultos y respaldos en Ituzaingó

Volvió al conurbano en modo padrino y se animó en distrito todista. De los pedidos de selfis, al oso del kiosquero y un “danos de comer con la que te robaste”.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) La interna en el Frente de Todos –de momento, contenida por necesidad y urgencia–, que contribuye a ampliar la inestabilidad económica, y la falta de un liderazgo único en Juntos por el Cambio le devolvieron la centralidad a Mauricio Macri, el expresidente que retomó las recorridas de campaña en el conurbano bonaerense mientras coquetea con la idea de buscar su segundo tiempo. Primero lo hizo en Lanús, La Plata y Vicente López, tres distritos donde manda el PRO, y este miércoles se animó a pisar terreno enemigo: Ituzaingó, municipio gobernado hace 27 años por el peronismo, le hizo sentir en carne propio la grieta que ayudó a construir. Recibió el respaldo de vecinos, quienes le pidieron selfis, pero también cosechó insultos. 

 

Si bien el exmandatario no confirmó si intentará regresar a la presidencia el próximo año, algo con lo que especulan varios de sus socios en JxC consultados por Letra P, en esta etapa preelectoral se muestra como el gran padrino, de quien todos buscan la bendición. Entre ellos, está el dirigente Gastón Di Castelnuevo, presidente de uno de los dos bloques que Juntos tiene en el Concejo Deliberante, quien busca destronar al barón Alberto Descalzo, a quien ya le ganó en las elecciones de 2021.   

 

La sorpresiva recorrida comenzó en el centro comercial de la calle Brandsen, en el que estuvieron el diputado nacional Hernán Lombardi y un grupo de referentes locales. En ese lugar aprovecharon para dialogar con los comerciantes, preocupados principalmente por la inseguridad y la inflación descontrolada, de la que su gobierno tampoco pudo escapar en cuatro años. 

 

 

Luego de eso, Macri se reunió con el grupo de colaboradores más cercanos a Di Castelnuovo en el local que montó en Olazabal al 900 poco tiempo después de que el por entonces presidente triunfara en las elecciones de 2015. Por último, ambos concurrieron a Lo Matias, en la calle Defilippi al 1200, una empresa de catering que está próxima a cumplir 30 años. El lugar era ideal: el dueño de la empresa fue víctima de un violento asalto hace algunos meses, hecho que recorrió los principales portales de noticia de la ciudad.

 

En uno de los tramos de su caminata, fue increpado de manera amable por un canillita, que le hizo sentir que no era bienvenido y le negó el saludo. “Yo no te doy la mano”, le dijo cruzado de brazos, mientras que la persona que registraba el momento con un celular lo increpó: “Danos de comer con la que te robaste”. Aun así, algunos de los que participaron de la comitiva amarilla intentaron bajarle el tono al desaire y remarcaron que fue el único momento tenso de la recorrida.

 

Bajo su estrategia de posicionarse como el gran elector del partido que fundó, el expresidente podría ser parte en los próximos días de una fotografía de unidad con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el candidato a gobernador bonaerense, Diego Santilli, sobre todo después de la interna que padecen por el enfrentamiento entre halcones y palomas. En paralelo, un sector de la mesa provincial del PRO también planea su propia cumbre de unidad, mientras otra intenta apurar definiciones electorales.

 

Martín Llaryora y Patricia Bullrich, con un pacto en seguridad. 
Federico Angelini y Mauricio Macri.

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