FASE M

El gabinete sin territorio del superministro territorial

Massa armó equipo de técnicos. No usó su tropa con votos ni la que responde a Kirchner. El PJ bonaerense, out. El sueño del candidato presidencial de consenso.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Acomodar la economía para darle sobrevida al Frente de Todos y, consecuentemente, instalarse definitivamente como la mejor opción del oficialismo para 2023. Para dar el primer paso en sus objetivos, Sergio Massa armó un gabinete de cuadros técnicos carente de territorialidad, un ecosistema con el que cree poder sacar al país de la espiral inflacionaria. Así y con la excepción de dos dirigentes de su equipo que salieron del territorio pero no mueven el amperímetro, la cuota fuerte de territorialidad la aporta el propio ministro, con su tropa.

 

Con la llegada de la salteña Flavia Royón, alfil del gobernador Gustavo Sáenz, a la Secretaría de Energía en reemplazo del filokirchnerista Darío Martínez, Súper-Massa termina de quedarse con todo el poder. El último movimiento, anunciado este domingo, incluye la salida de Federico Basualdo, el hombre de Cristina Fernández de Kirchner al que Martín Guzmán no pudo echar.

 

Hay dos excepciones que confirman la regla del gabinete sin territorialidad: el intendente en uso de licencia de Escobar, Ariel Sujarchuk, y el exjefe comunal de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, aunque el aporte en aquel sentido es demasiado pequeño como para considerarse.

 

Sujarchuk abandonó el Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable para asumir el cargo de secretario de Economía del Conocimiento. Había abandonado el distrito en diciembre de 2021, tras presionar al Gobierno con una posible ruptura con el Frente de Todos. Bahillo fue intendente de Gualeguaychú entre 2007 y 2015; luego fue electo diputado provincial en Entre Ríos y finalmente desembarcó en el ministerio de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de esa provincia. Fue nombrado secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca.

 

El equipo técnico de Massa lo integran Gabriel Rubinstein (secretario de Programación Económica); Raúl Rigo (secretario de Hacienda); José Ignacio de Mendiguren (secretario de Producción); Eduardo Setti (secretario de Finanzas); Matías Tombolini (secretario de Comercio); Daniel Marx (comité para el Desarrollo del Mercado de Capitales); Jorge Solmi (Unidad de Coordinación Federal Operativa), y Jorge Domper (Tesorería General de la Nación). Las segundas líneas mantienen son del mismo perfil.

 

Son todos funcionarios clave para la captación de dólares, en la pretendida y necesaria búsqueda de liquidez para las reservas del Banco Central, la confianza del Círculo Rojo y la hiperactividad en la comunicación de la gestión. Además de poca territorialidad, el gabinete de Massa tiene pocas mujeres, algo que enojó a la titular de Aysa y esposa del ministro, Malena Galmarini, y tras lo cual llegó Royón.

 

La escasa presencia de dirigentes con anclaje territorial en el gabinete tal vez se deba a que la cuota necesaria la aporta el propio Massa, un caso atípico por ser un dirigente con construcción política propia que toma las riendas de la economía. Ascendió en su carrera política desde Tigre, donde fue electo intendente por primera vez en 2011.

 

Massa construyó su volumen político a través del territorio. El Frente Renovador tiene una decena de intendentes, un importante grupo de legisladores y legisladoras con construcción territorial, concejales y concejalas en la gran mayoría de los distritos de Buenos Aires. El ministro de Transporte, Alexis Guerrera, uno de sus hombres de mayor confianza, fue intendente de General Pinto, en el interior bonaerense. Su par bonaerense, Jorge D’Onofrio, saló al Gabinete de Axel Kicillof desde la Legislatura.

 

Ese perfil de político territorial que tiene Massa combinado con el manejo de la economía y todas las reparticiones satélites conducidas por técnicos lo posicionan -si tiene éxito- mejor que nunca para su verdadero proyecto: ser el candidato de consenso del peronismo para pelear por la presidencia.

 

La sociedad con Máximo Kirchner fue, desde el amanecer mismo de la coalición que diseñó CFK, puntal central no solo del crecimiento del Massa sino, también, del del líder de La Cámpora, quien, a través de su relación con el intendentismo, logró quedarse con el PJ bonaerense. La confección de listas para las elecciones legislativas estuvo a cargo de ambos. Resulta probable que la no inclusión de tropa pejotista en Economía haya sido, también, parte de un acuerdo.

 

La falta de dirigentes en la primera línea del gabinete económico que tengan cercanía en el contacto cotidiano con la gente es algo que remarcó en las últimas horas en privado el Movimiento Evita. Según pudo conocer Letra P, desde la organización conducida por Emilio Pérsico se propuso crear en el ámbito del Ministerio de Economía una Secretaría de Economía Popular conducida por ellos, “para aportar la pata territorial que al gabinete de Massa le falta”, dicen. Sin embargo, la idea no fue aceptada.

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

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