JUNTOS EN EL BARRO

En Córdoba, la UCR empioja la interna de JxC para definir candidaturas

La alianza local se desmarca de la presión de Buenos Aires, descarta encuestas y afina el reglamento, pero choca con las desconfianzas de De Loredo con Juez.

CÓRDOBA (Corresponsalía) Con la ansiedad que provoca la dilación de un trámite engorroso, pero sin el apuro que destila la decisión tomada por la mesa nacional de la alianza para ordenar la definición de las candidaturas, los partidos que orbitan en la vaporosa versión cordobesa de Juntos por el Cambio (JxC) siguen su propio método para la construcción de un reglamento que defina su participación en los comicios provinciales del año próximo.

 

Aún con el cansancio de marchas y contramarchas, las cuales adjudican a mezquindades, desconfianzas e internismo, los referentes de cada fuerza que se sientan en las rondas de negociación siguen manejándose con un proyecto que definen como enteramente propio y exento de las presiones que desde la ciudad de Buenos Aires se realizan para las provincias que, como Córdoba, no implementan Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

 

Connotando orgullo, destacan dos aspectos del compilado de normas que esperan aprobar en los próximos días. Por un lado, subrayan que priorizarán elecciones internas como método para definir candidaturas en caso de no existir un consenso. Es decir, no se apelará a encuestas como primera instancia, según había determinado la mesa nacional este lunes.

 

Por otra parte, aseguran que buena parte del trabajo realizado es usado como ejemplo en otras jurisdicciones donde tampoco existen las primarias para comicios provinciales. “Lo de Buenos Aires es presión política, no cambia nada en Córdoba. Jurídicamente estamos haciendo lo que hay que hacer”, expresa una voz del PRO.

 

“Es el mismo reglamento que a nivel nacional. De hecho, usan el modelo cordobés. Lo del lunes no fue una metida de pecho. Más bien fue un hecho político, pero no para JxC, sino para mostrarle al peronismo que nos estamos armando para ganarle”, amplía el operador amarillo.

 

Internismo

El resonante triunfo de JxC en Marcos Juárez pareció reimpulsar el acuerdo por la letra que definirá las reglas de juego. Los redactores (todos varones) aseguraron que en el curso de esta semana todas las partes dejarían constancia de su aprobación. Sin embargo, la situación parece haberse empantanado nuevamente. En la previa a otro encuentro de quienes representan a los tres socios provinciales mayoritarios (PRO, UCR y Frente Cívico), el Comité Central del radicalismo difundió a través de los medios locales un borrador de su propia propuesta que contiene algunas diferencias respecto del texto que el PRO y el Frente Cívico daban “por bueno” y sobre el que esperaban avanzar con mayor celeridad.

 

“Presentamos nuestra propia versión, que toma cosas de la que aprobamos en 2019 y las modificaciones de 2021, con binomios para garantizar el cupo femenino y cruces entre fuerzas para las listas. Además, ponemos fecha tentativa para la convocatoria a las internas”, explica una voz radical que participa de las negociaciones.

 

La misma propuesta supedita la confección del reglamento a la conformación formal de JxC para las elecciones de 2023. “Sin reglamento, la alianza se sostiene solo por buena voluntad. Hay que consolidarla, firmarla”, añade la fuente.

 

En el PRO consideran sorpresiva la difusión de un boceto con modificaciones. “Teníamos todo acordado. Habíamos logrado que cada referente depusiera intereses particulares, pero el radicalismo apareció con propuestas nuevas. Algunas cuestiones son lógicas, otras abstractas. En 2019 firmamos la alianza y a las semanas nos rompimos. Por eso necesitamos que todos se comprometan con el reglamento”, analiza un operador del partido creado por Macri.

 

La misma voz vincula la movida radical a variables cruzadas. Por un lado, la emergencia de la endémica interna del centenario partido. Por otro, un intento por dilatar los tiempos, subterfugio de una especulación electoral. Apunta, con menos enojo que comprensión, a Rodrigo de Loredo, el precandidato a la gobernación que en las últimas semanas ha comenzado a actuar como tal, aún sin confirmación oficial.

 

“Seguramente Rodrigo pidió más por desconfianza hacia Juez. También por recelo hacia las autoridades del partido. Por eso quiere tener mayor participación en la Junta Electoral, pero eso es un tema de ellos, nos arrastran a su interna”, sintetiza.

 

En el Frente Cívico prefieren hablar de un impasse. “Quedamos en estudiar lo que trajeron los radicales y luego consensuar. Queremos ver bien la idea de binomios, las fechas de la interna y la propuesta de una encuesta no vinculante. Son puntos claves para el armado de una lista”, precisa el comensal de la “mesa chica”.

 

Como su par del PRO, el referente juecista observa la recreación de las pujas detrás de las modificaciones planteadas por los boinablanca. “El radicalismo proyecta su interna sobre la alianza. El internismo es la enfermedad de la UCR y la pagamos todos”, sintetiza.

 

Una coincidencia entorna la voluntad de quienes encarnan las negociaciones: las diferencias no son insalvables. “Trataremos de superar la cuestión negociando”, dice uno. “No son cuestiones sustanciales”, admite otro. “Vamos a tomar todos los cafés que sean necesarios”, concluye el restante.

 

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