CONFLICTO DE PELÍCULA

Salas de cine vs. Amazon: “Argentina, 1985” en medio del fuego cruzado

La plataforma distribuye el film y redujo el tiempo exclusivo en pantalla grande en favor del streaming. Exhibidoras en pie de guerra. Impacto en la taquilla.

El estreno de Argentina, 1985, la esperada película sobre el Juicio a las Juntas militares, llega en medio de un conflicto entre grandes jugadores del mercado audiovisual ampliado. La decisión de Amazon Prime Video de reducir de 45 a 21 días la ventana de exclusividad para la pantalla grande generó la reacción de las exhibidoras: Hoyts, Cinemark, Showcase y Cinépolis, no la estrenarán en sus complejos. Así, según las productoras, la película se verá en apenas unas 200 pantallas de las 978 existentes en el país, distribuidas en 331 cines, de acuerdo con el Sistema de Información Cultural de la Argentina (SINCA). El nuevo escenario expone que las disputas no se dan solo en el streaming.

 

La película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani promete ser el estreno del año. Recorrió los festivales internacionales de prestigio y augura (o ¿auguraba?) alto impacto de taquilla; pero esto está en duda ya que a partir del 29 de septiembre se exhibirá en un número reducido de salas. Habrá que ver qué hacen las audiencias y las exhibidoras a partir de la tercera semana.

 

Producida por La Unión de los Ríos (fundada por Santiago Mitre, Alejandro Fadel, Martín Mauregui y Agustina Llambí Campbell), Kenya Films (de la que son socios Ricardo y Chino Darín) e Infinity Hill (Axel Kuschevatzky y socias) la película se encamina a ser el acontecimiento del año para el cine nacional. Por el tema y el elenco, pero también por quién y cómo la distribuye.

 

La plataforma de servicios audiovisuales global Amazon Prime Video, de capitales extranjeros, se inserta en el cine y se ubica en el eslabón sensible de la cadena productiva: la distribución. Además, impone condiciones con la mirada puesta en su negocio central del consumo hogareño; sector en el que disputa con Netflix el dominio del mercado local. 

 

El dilema radica específicamente en el tiempo de exclusividad durante el que la película podrá verse solamente en pantallas grandes, que pasa del mes y medio vigente a las escasas tres semanas impuestas para este film; y que generó una disputa entre exhibidores y plataformas. 

 

En este marco, la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica (CAIC) lamentó que “una disputa de ventanas de exhibición, en un momento en que el mundo de la exhibición cinematográfica está en crisis, impida a muchos argentinos y argentinas acceder a la mayor cantidad de salas cinematográficas de todo el país para colmarlas y volver a contactar de manera presencial con nuestro cine y nuestra historia.” Solicitó, además, a los complejos multipantallas que revisaran su decisión y reclamó la intervención del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

 

Dados los cambios que se dan en las formas de producir, distribuir y consumir audiovisual, acelerados por la pandemia, el cine ha reducido el tiempo de espera entre los estrenos en salas y plataformas. Con todo, incluso en estos tiempos, hasta el gigante global Disney (productora y distribuidora de cine y series, pero también dueña de una plataforma audiovisual) espera al menos 45 días. Así lo hizo con su reciente éxito Buzz Lightyear (2022). Ahora Amazon cambia la regla.

 

El cine tiene históricamente una cadena de valor con eslabones reconocibles: productoras, distribuidoras y exhibidoras. Con el avance tecnológico se fueron acumulando y/o reemplazando las ventanas de exhibición. Hoy conviven la sala, las plataformas, las distintas opciones que ofrece internet y la televisión. En este esquema, el sector de las plataformas integra a productoras (que pueden ser las mismas que para el cine o la TV) y exhibidores; pero siempre dependen de un tercer jugador: el proveedor de servicios de internet. 

 

En los últimos años (y acelerado por la tecnología, la pandemia y el aislamiento social a nivel mundial) creció el consumo hogareño de estos bienes y servicios culturales tanto como la concentración vertical: las plataformas se convirtieron en productoras (Netflix Originals) y las productoras en plataformas (Disney+, Paramount Plus, HBO GO). Además de capturar cada vez más parte de la renta que genera el sector y del tiempo de atención de las audiencias, en su expansión hacia el cine quienes juegan (como Amazon ahora) imponen condiciones al mercado y habilitan conflictos como el que se viene.

 

Que Argentina, 1985 se estrene en dos de cada 10 salas y llegue pronto al consumo hogareño podría afectar también la esperanza de que se recupere la taquilla de cine nacional; que viene mal desde el cierre total por la pandemia y no logra recuperarse por completo. De acuerdo a los datos del INCAA, en 2021 se vendieron 14.328.000 entradas. Esto implicó un crecimiento relevante respecto del año de la pandemia; pero no logra ni siquiera llegar a la mitad de los más de 48 millones de tickets vendidos en 2019, el último año sin Covid. 

 

Si el film nacional que era candidato a ser el más taquillero del año pasa por tan pocas salas, además, aportará poco al fondo de fomento; ese que el Senado mantiene pendiente de aprobar tras su paso por la Cámara de Diputados. Entre otras cuestiones, esto expone la necesidad de revisar las políticas para el sector audiovisual ante la expansión de la concentración de estrenos en plataformas, de propiedad cruzada en la cadena de valor, más allá de que se termine por aprobar la extensión del fondo de fomento a la cultura en Argentina.

 

También te puede interesar