CÍRCULO SANTA FE

Te firmo que llueve

Massa les dio la reunión que pedían las entidades rurales por la sequía. Pisó la pelota y calmó ánimos en la zona núcleo. Medidas, las que se puedan. Y llovió.

ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) “Lo resolvemos con la lapicera”, aseguró el ministro de Economía, Sergio Massa, luego de recibir a la Mesa de Enlace, que llegó rabiosa a la reunión -que pide desde hace un mes- para encontrar soluciones a la sequía que marchita al campo, sobre todo en la zona núcleo santafesina. Le agregó un esquema de trabajo de “no más de cinco días” y una ventana de tiempo, tal como hizo con el dólar soja, para implementar el salvavidas. Así, los ánimos se alinearon y, al parecer, los planetas también porque comenzó a llover. 

 

 

El ministro de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo, viajó al norte santafesino con un cheque enorme y de libre disponibilidad para el gobernador Omar Perotti. "Estos 1.300 millones de pesos son de discrecionalidad para que el gobierno provincial los asigne de la manera que mejor lo entienda", soltó el entrerriano. Perotti lo endosará. 

 

Se verá si toda la ayuda disponible alcanza y si calma a las entidades rurales que sostienen que en algunos lugares de Santa Fe la situación va al quebranto. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) volvió a proyectar números negativos y más recortes en la producción. Eso es menos plata en las economías regionales y, claro, menos divisas para el Gobierno. Ahí está el verdadero problema de Massa: lo que ya se perdió, la soja que no creció. 

 

"Si uno de los grandes motores de la economía tiene problemas, hay que repararlos para que ese motor funcione". Uno de los pistones principales de ese motor, las cerealeras que se encuentran en Santa Fe, no ha protagonizado los reclamos por la sequía. Entienden que la afectación directa corresponde al productor que ni siquiera puede sembrar en algunos casos, y los paliativos van allí. 

 

La Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) fue uno de los primeros en advertir los efectos económicos de la sequía, de hecho, según supo Letra P, lo hablaron con Massa a mediados de diciembre y pidieron poner el foco en la ayuda al sector primario. La industria aceitera cerró un año exitoso en exportaciones y liquidación, y mucho tuvo que ver el dólar soja que afinó con el ministro Massa. Parece que no es hora de zapatear. Quizás lo sea cuando la sequía eleve el precio de la tonelada por la poca mercadería y aumente la capacidad ociosa portuaria. 

 

 

Las entidades rurales se toparon con una mesa de trabajo encabezada por Massa, tal como pedían desde hace más de un mes. El ministro intenta seducir y mostrar una cara amistosa al campo, algo que no se veía por parte del peronismo, o al menos, no se vendía bien. “Las iniciativas que tome el Gobierno tendrán la participación en la discusión de las distintas entidades de productores", endulzó.

 

Incluso, envió un mensaje para que no se agite la situación y los ruralistas, al menos los de posiciones más duras, no salgan con un martes trece con alguna acción directa. "Con una declaración altisonante no resolvemos el problema de los productores, lo resolvemos con lapicera y trabajo serio", advirtió. Por ahora trata de contener el foco político. 

 

Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una de las de posición dura, reconoció públicamente las promesas de las medidas. Claro, conviene con semejante presión de las bases productivas, sobre todo las santafesinas.

 

Igualmente, la Sociedad Rural Argentina (SRA) no se contuvo y le llevó unos números al ministro. En el análisis, calcularon que con lo que les transfirió a las cerealeras por el dólar soja podrían bajar a la mitad las retenciones. Las medidas que se barajan son diferentes: créditos, exenciones impositivas, oxígeno fiscal, etc. Nada de retocar retenciones. 

 

Lo que Massa intentó mostrar es predisposición y posibilidades reales. Después habrá tiempo para resultados, parece. "Hay cosas que vamos a poder resolver y otras que no", se atajó el ministro de Economía. Más crudo fue el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren: “Decretos para que llueva todavía no podemos hacer”. Pero la casualidad o la racha del ministro hizo que lloviera con ganas en toda la zona núcleo después de la reunión. 

 

Pullaro, el ministro Cococcioni y la secretaria de Asuntos Penitenciarios. Con más de 1.800 celulares incautados en requisas en las unidades penitenciarias santafesinas.   
El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona e Ignacio Yacobucci, nuevo titular de la UIF.

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