ELECCIONES 2023

Cuatro claves y dos desafíos del peronismo en la Tercera sección

Un batallón de intendentes consolidados intentará municipalizar la elección. Bastión K vs. ausencia de La Jefa en la boleta. El pasado triunfante que condena.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Histórico bastión peronista de los millones de votos, desde donde se apalancan las elecciones bonaerenses y las nacionales, la Tercera sección se presenta en 2023 como un desafío particular para el Frente de Todos (FdT). Va a las urnas con dos armas clave: un batallón de intendentes con mil batallas en el lomo –quienes, además, deben defender su pago chico– y la certeza de que en la región anida el voto oficialista. Pero, además de a Juntos, deberá enfrentar a otros dos rivales: el fantasma de la ausencia de Cristina Fernández en la boleta y la vara altísima que dejó en 2019, cuando consiguió seis de las nueve senadurías que se ponen en juego ahora, el piso del que parte en la carrera por poblar la Legislatura bonaerense. Esas son las cuatro claves de una contienda que se prevé dura.

 

La populosa Tercera sección es la más grande de las ocho en las que está dividida Buenos Aires. Tiene 4.836.237 personas habilitadas para votar, según los datos de la Junta Electoral bonaerense para la elección de 2021. De los diecinueve partidos que la componen, catorce están gobernados por el peronismo. La oposición comanda los restantes cinco, de los cuales el más grande es Lanús.

 

Ese batallón de intendentes peronistas –dos mujeres– estará al frente de la campaña. Saben cómo hacerlo y están urgidos por la necesidad de lograr la reelección. Los votos que consigan para sí servirán, además, para empujar en la contienda bonaerense, donde hasta el momento el candidato es Axel Kicillof. Jefes comunales contaron a Letra P que la estrategia será municipalizar la elección, tomando distancia de la nacional para quedar a salvo de la mala reputación de la administración central; también de la bonaerense, aunque en menor medida.

 

Los intendentes se jactan de tener “entre diez y quince puntos más de imagen positiva” que el gobernador y el presidente Alberto Fernández. Buscan traccionar votos de abajo para arriba, con mucha presencia en el territorio y gestión.

 

La dirigencia sabe que el conurbano sur es terreno fértil para buscar los votos que necesita el peronismo. Desde el regreso de la democracia, jamás perdió una elección. En 2013, entre la Alianza Frente para la Victoria de CFK y el Frente Renovador de Sergio Massa, el peronismo se quedó con más del 80% de los votos. En las generales del año pasado, cuando Juntos ganó la provincia por mínimo margen, el FdT ganó por más de trece puntos de distancia.

 

El problema para el oficialismo es que también es la región donde más pega el voto K. Siempre peronista, desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada el kirchnerismo se adueñó de una buena porción del electorado en las grandes barriadas, por lo que la ausencia de CFK en la boleta podría golpear a una coalición maltrecha por las peleas internas. Desde hace días se alzan las voces del camporismo y aliados contra la “proscripción” denunciada por la vicepresidenta; muchos sueñan con revertir el NO de la Jefa.

 

El otro gran desafío de la dirigencia en esta sección es no perder drásticamente contra sí mismo. Es que en la elección de 2019 el FdT le sacó treinta puntos de diferencia a Juntos (59/29) y obtuvo seis de las nueve bancas que se ponen en juego en la sección, por lo que para no perder representantes en un Senado que hoy está empatado debería al menos igualar sus propios resultados, algo poco probable con el desgaste que sufrió la coalición de gobierno en estos años entre reyertas internas y la pandemia que alteró sus planes.

 

Con todo, la Tercera es, de las cuatro secciones donde se eligen representantes para la Cámara alta, la más atractiva para el peronismo: el panorama luce mucho peor en la Segunda, Cuarta y Octava, más esquivas al voto peronista.

 

Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof firman un convenio de ayuda mutua en materia de seguridad.
Marcelo Lewandowski junto a Silvina Frana quien iba a ocupar la vicepresidencia del peronismo de Santa Fe.

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