El 24M volvió a movilizar este lunes a una multitud que reclamó memoria, verdad y justicia al cumplirse 49 años del golpe de Estado de 1976 y rechazó las consignas negacionistas del gobierno de Javier Milei, que volvió a enviar un mensaje provocador en vísperas del aniversario.
La histórica unidad de los organismos de Derechos Humanos, que marcharon juntos por primera vez en casi 20 años, dejó su imagen más emotiva con el ingreso de Madres y Abuelas a la Plaza de Mayo bajo una ovación, pasadas las 16, bajo una leve garúa. La postal de unidad contrastó con la que dejó la oposición, en especial el peronismo, que marchó cada cual por su lado. El dato más destacado volvió a ser la división del PJ, que se movilizó en varias columnas separadas que nunca confluyeron.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/jmilei/status/1904184463690485929?s=46&partner=&hide_thread=false
La previa anticipaba que así sería y la implosión del bloque en la Legislatura bonaerense, que tensó al máximo la cuerda entre Axel Kicillof y La Cámpora, hacía presagiar que ni el 24M lograría olvidar la interna justicialista por unas horas. Y así fue.
Por Avenida de Mayo, Diagonal Norte y Diagonal Sur, una multitud integrada por familias autoconvocadas, militancia, agrupaciones políticas, sindicales, estudiantiles y de derechos humano desbordó la plaza y aplaudió el documento unificado que Estela de Carlotto y otros referentes leyeron arriba del escenario. El texto cargó contra el gobierno libertario y contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, exigió juicio y castigo a los genocidas y la descalcificación de archivos.
Un mensaje contra el gobierno de Javier Milei
“Basta de negacionismo y apologismo del genocidio perpetrado perpetrado por el gobierno nacional, armado y orquestado por Villarruel”, fue una de las frases más aplaudidas del documento. Arriba del escenario no había ninguna figura de la dirigencia política. “Estamos en la plaza para decirle a Milei que la memoria es nuestra herramienta”, fue otra de las menciones al Presidente desde el micrófono.
Sin incidentes y casi sin fuerzas de seguridad presentes, ya que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había avisado que no aplicaría el protocolo antipiquetes, la convocatoria del 24M volvió a tener el mismo carácter transversal y bandera anti-Milei del año pasado. Una enorme pancarta con las caras del Presidente, la vicepresidenta y el genocida Jorge Videla, los tres juntos, fue colgada temprano en el Cabildo por agrupaciones de la izquierda trotskista y se convirtió en una suerte de telón de fondo de la marcha. El rostro de Bullrich tampoco faltó.
Las imágenes que asociaban a Milei con la dictadura se mezclaron en la multitud con carteles caseros con fotos en blancos y negro de desaparecidos y desaparecidas y los pañuelos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, otro emblema del 24M.
Con media plaza vallada para que la multitud no se acerca a menos de 100 metros de la Casa Rosada, las columnas mantuvieron el habitual diagrama de ingreso y ubicación: los organismos de Derechos Humanos tuvieron la ubicación en el escenario y el ingreso por Avenida de Mayo, en una fila que mostró juntos a Madres, Abuelas, HIJOS y las agrupaciones de familiares de desaparecidos.
El PJ, separado
La política cumplió con los rituales tradicional de los 24M, cada uno por su lado. La Cámpora, como viene haciendo hace muchos años, caminó 13 kilómetros desde la ex-ESMA hasta la Plaza de Mayo. La columna entró por Diagonal Norte pasadas las 15.30 después de caminar más de cuatro horas, con Máximo Kirchner y Wado de Pedro a la cabeza.
Adelante, en la esquina de la Catedral, se ubicaron las agrupaciones de los distintos sectores de la izquierda. Entre las columnas del MST y el PO, entre otros, la consignas más repetidas eran las que pedían echar al gobierno de Milei con la lucha popular.
También como viene haciendo en los últimos años, Kicillof encabezó una especie de caravana que partió desde la sede de la Casa de Madres y recorrió algunas cuadras arriba de un colectivo, para después sumarse a la columna de la Provincia de Buenos Aires, que había concentrado en Avenida de Mayo.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/CFKArgentina/status/1904275295647228243&partner=&hide_thread=false
Una presencia muy importante de militancia kicillofista copó en la marcha, donde también hubo una columna del Movimiento Derecho al Futuro, la agrupación axelista, encabezada por el ministro Augusto Costa, junto a la de La Patria es el Otro, de Andrés Larroque, que se apostaron en la esquina de Bolívar e Hipólito Yrigoyen.
“Mientras el gobierno nacional difunde un video que no es digno de ser un documento oficial, hay una multitud que no responde a las provocaciones. Venimos a exigir memoria, verdad y justicia”, dijo Kicillof en un breve encuentro con la prensa. El gobernador se refería al mensaje difundido por la Casa Rosada en la que, una vez más, volvía a poner en duda la cifra de 30 mil desaparecidos, esta vez con un pesudodocumental narrado por Agustín Laje.
La atomización del peronismo también sumó al massismo, que armó su propia columna encabezada por Malena Galmarini y el diputado nacional Diego Giuliano. No estuvo en la plaza Sergio Massa, pero compartió a través de sus redes sociales un video con la postura oficial del Frente Renovador, con críticas a la postura del gobierno de Milei sobre la dictadura.
La CGT, por su parte, también se movilizó y formó una de las columnas más numerosas, que se desplegó varias cuadras sobre Diagonal Sur, y que mostró parte del poder de convocatoria de la central en la previa al paro general del próximo 10 de abril. Al frente, se mostraron los secretarios generales Héctor Daer y Octavio Argüello, junto a Julio Piumato, de Judiciales, y el titular de la UTEP, Alejandro Gramajo.
Todas las tribus del PJ estuvieron en la misma plaza, pero cada una sin molestar a la otra.