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Acuerdo con el FMI y ataque a Axel Kicillof, la receta de Javier Milei para salir de la criptocrisis

El Gobierno buscó recuperar la agenda y mostrar fortaleza, pero otra vez cometió errores no forzados. Puesta en escena triunfal y pocos anuncios.

La puesta en escena se arruinó por un escándalo inesperado.

Todo marchaba de acuerdo al plan. En su intento por volver a mostrar iniciativa, Milei buscó ocupar el centro de la escena con la elección del horario de su discurso. En lugar del mediodía tradicional, quiso hablar en el prime time televisivo de la noche. La cadena nacional mostró un despliegue inédito de seguridad, un uso inusual de autos y camionetas oficiales y una marcha imponente de granaderos.

En el Congreso, tuvo la cancha casi liberada. La mayoría de la oposición decidió pegar el faltazo y optó por dejar el hemiciclo semivacío. Fue una victoria para el oficialismo, que colmó palcos, el recinto y las gradas con dirigentes propios y militancia y así se dedicó a impostar fortaleza en medio de una crisis de magnitudes todavía desconocidas.

En una muestra de copamiento absoluto de la escena, el Presidente se envalentonó al gritar que el suyo es “el mejor gobierno de la historia” mientras alentó un aplauso estruendoso para su equipo de gobierno y hasta llegó a decir que Argentina pasó a ser “un hazmerreír a nivel global” a ser un protagonista inesperado de la escena global. Según dijo, producto de una “ambiciosa política económica y de posiciones férreas en política exterior”.

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La puesta fue triunfal, acorde al estilo presidencial, aunque del discurso quedó un solo anuncio rimbombante por destacar. “Dada la importancia estratégica que tiene este acuerdo para la Argentina, quiero anunciarles que en los próximos días le pediré al Congreso que apoya al Gobierno en este nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, dijo el mandatario.

El anuncio confirmó varios puntos importantes. En primer lugar, que hay un acuerdo inminente que implica el desembolso de fondos frescos por parte del FMI, con los que el Gobierno buscará “allanar el camino” para salir del cepo cambiario. El segundo punto es que Milei enviará el acuerdo al Congreso, una exigencia que puso el FMI y que, hasta ahora, la Casa Rosada resistía. Por último, el Presidente dijo que el acuerdo se pagará con “un mayor ajuste fiscal”. Es decir, implicará un recorte aún más brutal que el que hubo hasta ahora.

En la previa, el Presidente había dedicado varios minutos a enumerar los logros económicos de su primer año de gestión. Habló del superávit financiero, el “torniquete a la inflación monetaria”, la reducción del impuesto PAIS y el blanqueo de capitales “más exitoso de la historia”. Como ya lo había hecho en otras oportunidades, volvió a anunciar el fin de las retenciones para algún momento impreciso y la salida del cepo “para este año”.

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Luis Toto Caputo fue uno de los ministros más ovacionados de la Asamblea Legislativa.

Luis Toto Caputo fue uno de los ministros más ovacionados de la Asamblea Legislativa.

Aunque esta vez decidió no atacarlo directamente, Milei también hizo una alusión elíptica a Domingo Cavallo, al mencionar que la convertibilidad “era el programa de estabilización más exitoso hasta la fecha”, pero que ahora ese lugar lo ocupa el plan económico que lleva adelante su ministro Toto Caputo, a quien dedicó un momento de homenaje para que todo el recinto coreara su nombre. La ovación se extendió después a todos los integrantes del gabinete, a quienes el Presidente mencionó de manera individual mientras ignoraba de manera flagrante a la vicepresidenta Victoria Villarruel, que sonrió casi azorada frente a la escena sin aplaudir.

El recinto vibraba con cada remate jocoso del Presidente, que incluso se jugó una carta audaz al chicanear a la oposición con una alusión lateral al escándalo cripto. “Vengan ahora a hablar de estafa piramidal, dale”, dijo tras consignar que “en los últimos 25 años la política vía al Banco Central le robó a los argentinos 110.000 millones de dólares”.

Un minuto antes, Milei se había animado a disparar contra Clarín. “Con la pesificación asimétrica, ese chiste tan impulsado alegremente y bancado por Clarín, que después, bueno, tuvo su Ley de Medios para que no quebrara, ahí les robaron a los argentinos 30.000 millones de dólares”. Fue una declaración de guerra en medio de la tormenta.

La autocelebración oficialista llegó, incluso, cuando el Presidente anunció la apertura de la economía podría generar el quiebre de empresas. En tono jocoso, dijo que la protección de la industria porque genera puestos de trabajo “es una mentira infame”.

En ese contexto, hizo uno de sus anuncios más anhelados, que también necesitará de la aprobación del Congreso. “El primer paso en este sendero es la oportunidad histórica que tenemos para entablar un acuerdo comercial con Estados Unidos. Para aprovechar esta oportunidad histórica que se nos vuelve a presentar, es necesario estar dispuestos a flexibilizar o incluso, llegado el caso, a salir del Mercosur”, dijo.

Axel Kicillof, el enemigo perfecto

La enumeración de logros en materia de seguridad, que Milei atribuyó a su ministra Patricia Bullrich, le dieron el puntapié al Presidente para apuntar contra el gobernador Axel Kicillof, a quien ya eligió como su rival a vencer.

“Aprovecho para decirle al gobernador Kicillof que mientras siga sosteniendo que los delincuentes, los asesinos y los violadores son víctimas del sistema, en línea con el wokismo jurídico de (Raúl) Zaffaroni, no solo no tenemos nada para conversar, sino que además quiero decirle que jamás resolverá el gravísimo problema de inseguridad de la provincia”, dijo. Luego volvió a invitarlo a “correrse del camino”, es decir, insistió en pedirle que renuncie.

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A su izquierda escuchaban los gobernadores que decidieron asistir a la Asamblea Legislativa, Ignacio Torres (Chubut), Claudio Poggi (San Luis), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y el jefe de la Ciudad, Jorge Macri. La transmisión oficial no permitió ver sus reacciones ante el ataque del Presidente a su colega.

Como parte de su plan para luchar contra la inseguridad, Milei repitió una fórmula conocida: propuso bajar la edad de imputabilidad y agravar las penas. Nada nuevo bajo el sol.

Una demostración de poder

“Hay un golpe de timón ajustando cuerdas del poder”, le había dicho a Letra P un libertario con llegada a Karina Milei unas horas antes del discurso. En esa jugada se inscribía la movida del Presidente para nombrar a dos jueces de la Corte Suprema por decreto, horas antes de la Asamblea Legislativa.

Este sábado, mostró esa decisión en cadena nacional. Como es tradición, a la derecha del Presidente se ubicaron los jueces de la Corte. Inmediatamente al lado se sentó el presidente del tribunal, Horacio Rosatti, seguido por Carlos Rozenkrantz, un sonriente Ricardo Lorenzetti y la flamante incorporación, Manuel García Mansilla. Nombrado en comisión, el jurista hizo buena letra y fue el primero en ocupar su silla.

Con el juramento de Ariel Lijo todavía en espera, Milei redobló la apuesta. Anunció su intención de “avanzar en el envío de los pliegos de todos los cargos vacantes de la Justicia Federal, incluidos el procurador general, el defensor general, el defensor del pueblo, todos los juzgados federales, todas las fiscalías y todos los defensores públicos que hoy faltan designar”. Una señal más de que acelera en las curvas y en la peor de las crisis, cuando el mundo habla de la criptoestafa en la que estuvo involucrado, decidió empezar a ejecutar el plan para colonizar la Justicia, el poder del Estado que todavía no maneja y que le dio algunos disgustos en su primer año y medio de gobierno.

El escándalo de Santiago Caputo aguó los planes

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Santiago Caputo increpa a Facundo Manes.

Santiago Caputo increpa a Facundo Manes.

El discurso también tuvo pasajes destinados a marcar agenda y generar hashtags, como suele hacer el Presidente. “El Frente para la Victoria o Unión por la Plata o no sé cómo se llaman ahora”, dijo Milei para referirse al bloque de Unión por la Patria, ausente en el recinto. Acto seguido, aseguró que “la economía no para de crecer y los keynesianos no pueden parar de llorar”.

Sin embargo, el ocurrente mote de “Unión por la Plata” casi no prendió. Quedó opacado por el escándalo que se desencadenó a partir del cruce que el Presidente mantuvo con el diputado Facundo Manes, que logró sacar a Milei de su eje al recordarle en pleno discurso su protagonismo en la criptoestafa, que tiene repercusión mundial. El episodio siguió con un tenso cruce entre Manes y el asesor estrella Santiago Caputo que desnaturalizó toda la puesta en escena.

Si en la previo el Gobierno había diseñado un plan para volver a hegemonizar la agenda con anuncios propios y mostrar fortaleza hacia afuera, otra vez un grave error propio desvió el camino y desmoronó el relato oficial. Las restricciones al trabajo de la prensa que diseñó Karina Milei y las presuntas amenazas de Caputo a un diputado nacional acapararon todos los flashes.

Javier Milei en el Congreso: paquete de reformas.
Santiago Caputo vs. Facundo Manes.

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