La concejala construye con agenda propia y vínculo directo con la Casa Gris. Equilibrismo para sostener la unidad de la heterogénea bancada oficialista.
Adriana Molina, presidenta del Concejo Municipal de Santa Fe.
Adriana "Chuchi" Molina, actual presidenta del Concejo de Santa Fe habló de la posibilidad de expandir Unidos para Cambiar Santa Fe a nivel nacional.
La presidenta del Concejo de Santa Fe, Adriana "Chuchi" Molina, seguirá en su cargo el próximo año. Este miércoles se renuevan las autoridades del parlamento local y sus pares le reconocieron el equilibrio de debate que sostuvo, pero también la agenda de trabajo que impulsó, marcada por la cercanía con el gobernador Maximiliano Pullaro.
Molina, perteneciente al corralismo, fue una figura clave para mantener el equilibrio entre las distintas facciones del frente Unidos para Cambiar Santa Fe, alianza que integran tanto ella como el intendente Juan Pablo Poletti. Consolidó una agenda legislativa propia que incluyó debates sobre temas cruciales para la provincia, como la posición de la ciudad ante la hidrovía, la obra del puente Santa Fe-Santo Tomé y acuerdos con la mesa productiva provincial.
Molina aprovechó su línea directa con la Casa Gris para convocar a ministros provinciales como Gustavo Puccini de Producción, Enrique Estévez de Ambiente y Lisando Enrico de Obras Públicas. Fueron gestiones que, en ocasiones, le ganaron en visibilidad al Ejecutivo local.
En el ámbito político, sus pares le reconocen capacidad de negociación y un hábil manejo de acuerdos internos. Desde su rol como enlace político entre el Ejecutivo y el Legislativo, manejó tensiones que marcaron la gestión del Palacio de calle Salta con los parlamentarios y se posiciona como una figura clave para las elecciones intermedias del año próximo.
La alianza Unidos, con mayoría en el Concejo, el año próximo renueva cinco de sus once bancas. Entre ellas, la de la propia Molina, la del expresidente del Concejo Leandro González, la de Carlos Suárez, ambos de distintas tribus del radicalismo, y la de la socialista Laura Mondino.
Molina desplegó la cintura política que le dio estar al frente de la secretaria de Gobierno del exintendente José Corral, siendo una figura clave en su administración. Logró que se aprobaran, aun con modificaciones que impulsaba el propio oficialismo, los temas enviados por el intendente, pero además abrió el juego a una oposición que es minoritaria.
El próximo año, Molina enfrentará el desafío de mantener la cohesión dentro de un Concejo en pleno proceso de renovación y de ser una de las principales caras visibles de un frente político que aspira a consolidar su liderazgo en la ciudad capital, en un contexto político nacional que promete ser más ajustado con las provincias y municipios.