En medio de una guerra interna sin cuartel que se libra en el seno del peronismo bonaerense, Axel Kicillof retomó al filo del fin de año sus tradicionales mateadas en plazas, un símbolo de la campaña que lo depositó en la gobernación bonaerense, para decir que el bastón es suyo. Ante un auditorio en La Plata que cantaba “Axel presidente”, prometió ponerse al frente en 2025 del armado de un frente electoral para competir contra Javier Milei en las próximas elecciones legislativas.
Edel otro lado no sólo esta la Casa Rosada, también un sector que agita el malestar de Cristina Fernández de Kirchner que reclama la lapicera para las próximas legislativas. El gobernador decidió ignorar en su discurso la discusión interna que en las últimas horas tuvo picos de tensión con el naufragio del Presupuesto en la Legislatura y el cruce con el intendente camporista de Lanús, Julián Álvarez. En cambio, mirando a 2027, eligió confrontar con el Presidente y colgarse el rótulo de jefe político del peronismo.
El bastón es mío
Sobre el cierre de su discurso, el gobernador dijo que fue a decir: “El año que viene tenemos que construir un frente inmenso, y yo que tengo la responsabilidad de conducir el gobierno de a provincia tengo la obligación de ponerme al hombro la construcción de un frente político espacio que represente una alternativa para el futuro”, lanzó, para después comprometerse a recorrer “plaza por plaza, barrio por barrio y pueblo por pueblo”, como en 2019.
Minutos antes la militancia que se había congregado en la plaza Malvinas Argentinas había cantado “Axel Presidente”. Esta vez, Kicillof no pidió que cambiaran de hit, sino que acompañó con risas. Se está escribiendo la nueva canción, como esbozó antes de que el cristinismo le dejara de hablar.
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Acto de Kicillof en La Plata.
Aunque no hizo una sola referencia directa a la interna, el mensaje del mandatario tuvo como destinatario al peronismo en su conjunto. El eje de la disputa es por la conducción y Kicillof se plantó: “Tengo la responsabilidad de conducir”. CFK preside el PJ nacional y Máximo Kirchner, el bonaerense, en los papeles.
En el inicio de su discurso, Kicillof apuntó que la convocatoria fue “improvisada y veloz” y que el objetivo era “compartir, reflexionar y mirarnos entre todos” para “juntar fuerza para el año que viene que es un año de elecciones”. “Esta completamente prohibido bajar los brazos, quedarse en casa, pensar que esto que pasa hoy en Argentina va a durar para siempre, también creer que esto lo va resolver otro en otro lado, lo tenemos que resolver nosotros con la militancia y la organización”, acotó.
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Mi enemigo: Javier Milei
Durante el resto de su alocución, Kicillof ignoró por completo la interna peronista y apuntó directamente contra Milei. Confrontó al libertario con números: reprochó “la fiesta que quiso instalar el Gobierno” al cumplirse un año de su asunción y dijo que mientras “la City y la timba están de fiesta, en los barrios no llegan a fin de mes”.
Recordó que en la última elección, La Libertad Avanza perdió en territorio bonaerense en las PASO, la elección general y en el ballotage. Por eso, le pidió a la militancia mostrar que en la provincia “donde Milei quita, el gobierno de la provincia aparece”.
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Acto de Kicillof en La Plata.
“Nuestra tarea es organizar a todos los sectores que sufren y son víctimas de las políticas de Milei, darles voz, sumarlos”, afirmó para luego lanzar un mensaje directo al Presidente: “Milei, el topo ese que tenés se queda afuera de la provincia”.
Kicillof estuvo acompañado por gran parte del gabinete bonaerense, los intendentes Julio Alak (La Plata), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso), además de otros dirigentes como el titular de SUTEBA, Roberto Baradel y la exministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.