La Jefa cuestiona el alineamiento con los gobernadores y el dialoguismo con Milei. En las provincias se quejan del "centralismo camporista". Quintela, al ring.
CFK ya tiene un debut con polémica en la conducción nacional del PJ.
Luego de que la reunión del Consejo Nacional decidió la intervención del PJ en Salta y Misiones, las cúpulas distritales de ambas provincias salieron al cruce de la iniciativa y apuntaron directamente a Cristina Fernández de Kirchner, que este lunes tuvo su debut como autoridad partidaria y, puntualmente, a La Cámpora.
Incluso antes de asumir al frente del PJ, la expresidenta había sido muy crítica con referentes que, a pesar de haber ingresado a la cámara baja desde las boletas del Frente de Todos y Unión por la Patria, unieron fuerzas en Innovación Federal, uno de los espacios con los que los gobernadores mantienen viva su relación con Javier Milei.
En rigor, los cuestionamientos son por el mayor apego de peronistas de Misiones y Salta a los proyectos provincialistas que encabezan Carlos Rovira y Gustavo Sáenz. Este último llegó a decir, en medio de la interna trunca que enfrentó a la dos veces presidenta con Ricardo Quintela, que el de CFK era “un ciclo terminado”.
El tipo de movimientos que cuestiona la flamante conducción nacional va incluso más allá de la relación con la Casa Rosada. Oscar Parrilli, ladero histórico de CFK, cuestionó esta semana la existencia de los provincialismos que “solamente se miran el ombligo a sí mismo como provincia” y enumeró al cordobesismo, a las experiencias de Neuquén y Río Negro y a las que encabezan Sáenz y Rovira.
En Salta, la decisión del Consejo Nacional del PJ fue recibida con cierta sorpresa. Si bien reconocen las diferencias de la conducción local con la nacional, advierten que no se esperaban una intervención.
En un comunicado que lleva la firma de casi un centenar de legisladores provinciales, intendentes y referentes territoriales, advierten que el partido “está política e institucionalmente sólido y ordenado en todo aspecto”, razón por la cual denuncian que la intervención es “claramente ilegal y arbitraria”.
Apuntando contra “el centralismo” y “el sectarismo” con el que identifican a la flamante conducción nacional, desde Salta ya avisaron que acudirán a la Justicia para evitar la intervención que se dictó ad referéndum del Congreso Nacional del partido, que deberá ratificarla. “El peronismo salteño no se doblegará ante este ataque centralista y arbitrario”, advierten.
“Ahora es Salta y Misiones, mañana serán otros los que serán atacados por no querer doblegarse a las decisiones del centralismo kirchnerista y camporista”, dice el comunicado que cuestiona con dureza el debut de la expresidenta al frente del partido.
En un texto que lleva su firma, el titular del partido, el diputado provincial Esteban "Tuty" Amat, se encargó de asegurar que las autoridades del peronismo salteño participarán de la contienda electoral del 11 de mayo, una de las que abrirá el calendario 2025. Allí parece estar el debate primario, aunque las listas que le importan a la conducción nacional son las que pujarán por las bancas en el Congreso en la elección de octubre.
Emiliano Estrada, el único diputado por Salta que le responde a CFK, ocupa además un cargo en el flamante equipo de gestión del partido: es secretario de Economía y Producción.
“Un intento de golpe institucional”. Asi definió la conducción del PJ de Misiones la intervención del PJ provincial. "El Partido Justicialista de Misiones tiene a todas sus autoridades con mandato vigente hasta noviembre de 2025, (en tanto) sus estados contables, sus presentaciones judiciales, sus órganos administrativos todo al día”, señalan en una comunicación que, con membrete oficial, sirvió de descargo y respuesta a la decisión nacional.
“La única intención que podemos dilucidar es la especulación electoral, sin tener en cuenta que atrás de este sello partidario hay miles de compañeros afiliados que están esperando hace muchos años tener la posibilidad de que los peronistas misioneros nos podamos hacer cargo del peronismo en Misiones y no una birome del centralismo porteño”, señala el texto, que apunta específicamente sobre lo que se pondrá en juego en las elecciones de medio término.
El rovirismo, alineado con Alberto Fernández en 2021, pone en juego sólo la banca del exintendente de Oberá Carlos Alberto Fernández, un médico que llegó a la política de la mano de Rovira y podría aspirar a ser reelecto.
Salta y Misiones habían sido dos de los distritos que habían avalado la candidatura de Quintela en la interna que finalmente no fue en el PJ. Quizás por eso, y por su posición en contra de las intervenciones definidas por la conducción nacional, el riojano volvió a subirse al ring.
En un comunicado que lleva la firma de Federales, su espacio interno, asegura que “las intervenciones afectan la autonomía de los distritos y debilitan la construcción de consensos internos, necesarios para fortalecer nuestro movimiento en un escenario político cada vez más complejo”.
Como presidente del Partido Justicialista de La Rioja, saca a relucir su rol como representante provincial y asegura que “cuando las provincias ya han manifestado expresamente su voluntad sobre la conducción de sus partidos locales, no hay justificación para que se imponga una intervención desde la conducción nacional”. “¿Por qué no se respeta la voluntad de los compañeros y compañeras en cada distrito?”, mete el dedo en la llaga.
En un gesto que lo alinea con los referentes nacional que cuestionan abiertamente el modo de conducción de CFK, Quintela se despacha diciendo que “lejos de consolidar el PJ, estas acciones abren la puerta a viejas prácticas que con el tiempo erosionan la democracia interna y dificultan la construcción de un proyecto verdaderamente representativo y federal”.
“La imposición de decisiones sin diálogo con las bases debilita nuestra estructura y nos aleja de la esencia del peronismo: la justicia social, la participación y la organización desde el territorio”, asegura.