Ni el gobernador ni su tropa ponen bancas en juego y batallarán por lugares. Paridad de poderío y el dilema de los intendentes.
Axel Kicillof llegará a la elección de medio término con todo para ganar en la poderosísima Primera sección electoral, la región del conurbano norte en la que viven cinco millones de personas habilitadas para votar, por la que se pondrán en disputa ocho bancas del Senado, cuatro de las cuales pertenecen al peronismo y están todas ocupadas por dirigentes alineados a Cristina Fernández de Kirchner.
Es por eso que el gobernador de Buenos Aires tiene todo para ganar y nada por perder. Su tropa reclamará lugares, que no tiene, en la lista de senadores provinciales. En los próximos comicios se eligen ocho por la sección en la que suele imponerse el peronismo, pero con resultados menos contundentes que en la Tercera.
La Primera sección electoral está compuesta por 24 municipios. A diferencia de la Tercera, la otra porción gigante de la provincia que tiene apenas una cantidad de electores superior, si bien aquí también la mayoría de los municipios son peronistas, la oposición tiene algún peso, ya que controla cinco distritos: Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero, San Miguel y Campana.
En el reparto dentro de la interna peronista CFK y Kicillof están empardados, aunque si se cuenta por volumen electoral la expresidenta podría sacar alguna ventaja. Con ella están alineados gobiernos de Hurlingham, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, Mercedes, Luján y Suipacha. El TEG del gobernador cuenta con: San Martín, Ituzaingó, José C. Paz, Morón, General Rodríguez, Marcos Paz, y Navarro.
En el medio, y sin bando definido están los intendentes Federico Achaval (Pilar), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Julio Zamora (Tigre), quien se ha mostrado con Juan Schiaretti. Además, el Frente Renovador maneja dos intendencias: San Fernando y Las Heras.
En esta disputa, el gobernador tiene todo por ganar y nada por perder porque no tiene ningún representante propio por la sección, ni tampoco ninguno de los intendentes que se acomodan bajo su ala.
El peronismo pondrá en juego en esta elección cuatro de las ocho bancas que se elegirán por la sección. Las mismas están ocupadas por tres dirigentes que en la pelea interna están alineados con CFK y uno del Frente Renovador de Sergio Massa.
La expresidenta pone en juego la banca de una de las personas de su mayor confianza, la senadora y presidenta de bloque de UP Teresa García. Otras dos están ocupadas por dirigentes vinculados a intendentes: una de ellas es de Gustavo Soos, hombre del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y la otra es ocupada por Luis Vivona, referente del intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini. Ambos juegan con CFK. La restante está ocupada por Sofía Vanelli, del Frente Renovador.
La discusión por los primeros cuatro lugares promete ser dura. Tres lugares podrían repartirse entre CFK, Massa y Kicillof; y el cuarto para los intendentes, que ya de por sí perderían un lugar. Pero el dilema estará, además, en cuál intendente y de qué tropa puede quedarse con ese puesto.
Como en todas las secciones, la pelea entre CFK y Kicillof impacta también en los municipios. En la Primera sección uno de los casos más resonantes es el de Morón donde el intendente, Lucas Ghi, está alineado con Kicillof y su exjefe político Martín Sabbatella reclama una elección interna, desde las filas cristinistas. En el medio, mete la cola el ministro de Transporte bonaerense, el massista Martín Marinucci.
Pero no es el único caso: en distritos gobernados por la oposición ambas tropas peronistas también tienen problemas para llegar a acuerdos por las listas. Es el caso de Tres de Febrero, donde el kicillofismo está decidido a jugar con candidato propio para enfrentar al primer intendente libertario, Diego Valenzuela.