El gobernador, radical con peluca: ni una crítica al gobierno libertario. Palos al peronismo, que dejó "una bomba". Celebración del RIGI y fin de los piquetes.
El gobernador de Chaco, Leandro Zdero, se jactó de que terminó con los piquetes en su provincia.
El gobernador de Chaco, Leandro Zdero, se mostró como un radical con peluca, pero agazapado: ratificó con más silencios que compromisos su alineamiento con el gobierno de Javier Milei y usó el discurso legislativo de este sábado para ratificar ese rumbo de buena onda con la gestión nacional y de desprecio al "populismo".
Por estrategia o por culpa, Zdero evitó menciones a la Casa Rosada: ni criptoestafa, ni Corte Suprema por decreto, ni amenazas de intervenciones estuvieron en su mensaje. Ni ajuste económico ni ajuste democrático, pero garantizó, fiel a la idea del rey mercado, que su gobierno intentará ahora ser "facilitador y amigo de los que quieren traer prosperidad".
En su guerra contra el peronismo que lo antecedió, tiene la expectativa de que haya una correspondencia libertaria a la hora de las elecciones. En ese rumbo, usó los mismos tópicos y lugares comunes que el gobierno de Milei y no se privó de refregar la herencia provincial, aunque ya va por su segundo año de mandato. "Nos dejaron un desastre para que estalle en nuestras manos una bomba", acusó al peronismo y en especial a su predecesor, Jorge Capitanich.
En el extenso repaso de gestión, Zdero se puso contento porque su provincia fue la primera en adherir al RIGI y aclaró que "años de caos no se corrigen en 15 meses". Celebró el primer cumpleaños sin piquetes, que es una de las estrategias que sostiene buenos niveles de imagen en la provincia. "Nadie que extorsione tiene derecho a ser atendido por este gobernador", afirmó.
En el recinto de sesiones Deolindo Felipe Bittel, el gobernador chaqueño refrescó otra vez "el desorden, el caos y la corrupción que encontramos". Aludió al "desmadre" y a los "negocios" que heredó. Describió las deudas con las que se topó y aludió a la "irresponsabilidad" de las gestiones anteriores.
Es que así como su socio de la hora es Milei, Zdero elige al exgobernador peronista Jorge Capitanich como su enemigo. A él alude cuando dice que desde que asumió le han puesto "palos en la rueda y piedras en el camino". "Esquivamos las piedras o las saltamos, pero siempre vamos a ir para adelante", redondeó su metáfora. Zdero calificó como "acto genocida y canalla" la situación que recibió en el área de Salud.
El gobernador cree que desde que Capitanich recobró su visibilidad para liderar al peronismo, "se inició una sistemática y cruel campaña de desprestigio; es un ataque programado, buscando golpear al gobierno con total impunidad".
Zdero busca, desde lo político partidario, que el PJ de Chaco no llegue unido a las elecciones provinciales de mayo. "Acá no hay un timorato ni un cobarde, acá hay coraje", alardeó y acusó a quienes "transaron con la mafia".
"Sabíamos que tomar las riendas de la coyuntura implicaría un esfuerzo titánico, pero la pesadilla fue peor de lo que pensábamos", dijo el gobernador. "Jamás imaginamos que fueran tan mentirosos", chicaneó.
En línea con el discurso libertario, Zdero no sólo enumeró los distintos "curros" que dice que desactivó, sino que también se jactó de su "austeridad, transparencia y modernización". Dijo que la motosierra de Milei, más que un ajuste, es una serie de "restricciones".
Las espadas de Zdero anunciaron en la previa que el gran objetivo del acto legislativo era "rendir cuentas de lo que venimos haciendo". Por eso el gobernador tuvo horas agitadas: hizo algunas tareas pendientes antes del mensaje.
Por un lado, anunció un incremento salarial del 10% que apaciguó un conflicto en el área de Salud, a la que le dedicó varios minutos del discurso de este sábado. Además, horas antes de la ceremonia legislativa, le tomó juramento a Oscar Dudik como nuevo ministro de Producción, en reemplazo del senador Víctor Zimmermann. Zimermann estuvo en el candelero y su caso es una demostración del vínculo de Zdero con el Gobierno.
El exministro ocupó el cargo provincial apenas por unos meses y volvió al Senado, rápido para los mandados. Cortó antes de tiempo la licencia que había pedido a fines del año pasado. Fue de modo estratégico: su regreso a la banca permitió obstaculizar la creación de una comisión que investigue la criptoestafa. Salvó a Milei.
Esa movida fue una de las demostraciones más fuertes de la sumisión del gobernador chaqueño a las exigencias del gobierno nacional, que lo tiene asfixiado económicamente.
Los juegos de mutua simpatía, sin embargo, esconden tensiones, camino a las elecciones legislativas que se vienen. ¿La Libertad Avanza aceptará una coalición y reconocerá el liderazgo del dirigente de la UCR? Hasta que ese tironeo se defina, Karina Milei decidió empoderar a un "pollo" local como para marcar la cancha.
La crisis económica golpea a Chaco de modo contundente: la desocupación supera el 11%, el poder adquisitivo cae a niveles históricos y se hizo moneda corriente que una porción importante de habitantes de la provincia no puedan afrontar ni siquiera el pago de servicios. Esa situación derivó en varios planteos institucionales para que no haya cortes de energía eléctrica por falta de pago.
Zdero aludió a esa situación en su discurso y anunció correcciones para que no sea tan alto el impacto estacional de los tarifazos. Aprovechó para acusar a "los piqueteros amigos del gobierno que eran los delincuentes que se colgaban de la energía".
"Los números de la pobreza irán descendiendo", prometió Zdero y dijo que esa pobreza "es imagen del fracaso del populismo, no sólo corrupto sino tremendamente inútil". La olla a presión en el clima social es uno de los motivos por los que Zdero adelantó las elecciones para mayo. También aprovechó para meter una cuña en el peronismo, que tuvo que apurar la resolución de sus internas.
La presidenta de la Legislatura, Carmen Delgado, ya advirtió que 2025 "va a ser particular, porque los años electorales generan mucho ruido".